Sin demora, iniciamos la visita a la ciudad asomándonos al
Gran Canal en el Puente de los Descalzos, el canal lucía en todo su esplendor con un cielo azul, que nos hizo olvidar el cansancio del viaje. Pequeñas embarcaciones de todo tipo, hasta la de correos o mensajería urgente y la policía...surcaban el canal mientras que en los márgenes se apostaban los señoriales palacios, ya que las familias de más abolengo de la ciudad buscaban construir sus mansiones a orillas del Gran Canal. Regresamos sobre nuestros pasos, para adentrarnos en el casco antiguo de Venecia y avanzamos por Lista di Spagna una de las vías principales de Venecia repleta de restaurantes y tiendas de souvenirs con el protagonismo indiscutible de las elaboradas máscaras, que se asomaban en cualquier rincón.
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Con vistas al Gran Canal |
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El Canal Grande, con 4 km de longitud y más de 200 palacios se levantan en sus orillas |
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Tienda con máscaras |
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Mercado de Rio Terra San Leonardo con el gondolero a la derecha de la foto |
Tras atravesar el Campiello de Geremia, en dialecto veneciano campiello significa plaza, presidida por la iglesia que lleva su nombre, llegamos a uno de los puentes más conocidos de la ciudad, el
Puente de le Guglie o de los Obeliscos que cruza el canal de Cannaregio, ésta era la entrada principal a Venecia, hasta que en 1846 se construyó el puente del Ferrocarril que une la ciudad con tierra firme. Cruzando el puente se halla uno de los mercados más tradicionales de Venecia, el
Mercado de Rio Terra San Leonardo, animados puestos de alimentación, sobre todo frutas y verduras y también de souvenirs, competían en atraer a locales y visitantes ante la atenta mirada de los gondoleros que a pesar de la crisis buscaban sin desánimo potenciales clientes.
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El Puente de los Obeliscos |
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Palacio con vistas al canal de Cannaregio |
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Campo del Ghetto Nuovo |
Retrocedimos hacia el puente de los Obeliscos en busca del
Barrio judío, al final tras girar a mano derecha y caminar unos pocos metros nos encontramos con un cartel amarillo que indica en hebrero y en italiano la Sinagoga, atravesamos un pasadizo de madera, justo a la entrada se halla el conocido restaurante de comida kosher Gam -Gam, continuamos caminando por la calle, flanqueada por tiendas con vistosos escaparates provistos de toda la simbología judía, tiendas en las que sus dueños estaban más pendientes de que no se les fotografiase su local desde el exterior que de atender a su propio negocio. Caminamos por el Ghetto Vecchio que no tenía nada de especial, atravesamos el Puente que recibe el mismo nombre hasta llegar al
Campo del Ghetto Nuovo, habíamos llegado al corazón del gueto judío más antiguo del mundo. En 1516 se creó una isla fortificada donde fueron confiados los judíos, convirtiéndose en la comunidad hebrea más grande de Europa, tres veces mayor en densidad demográfica que los barrios crisitianos, la solución para el hacinamiento fue construir hacia arriba, edificaciones de cinco y seis pisos convirtiéndose en los edificios más altos del Viejo Continente.
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Bajorrelieves obra de Arbit Blatas |
En la amplia plaza llama la atención, en uno de sus muros, los
bajorrelieves obra de Arbit Blatas que recuerdan escenas de la barbarie nazi, en lo más alto de la pared una alambrada de espino cargada de simbolismo y que queda para el recuerdo.
Buscando los vestigios de su pasado de gueto llegamos al Banco Rosso, el nombre viene por el color del recibo que los empleados del banco entregaban a los clientes, rojo.
Casi por casualidad vimos como dos judíos ortodoxos salían de un local de la plaza, sin pensarlo mucho nos colamos en su interior con mucha cautela por si no éramos bien recibidos, una vez dentro comprobamos que eramos los únicos visitantes, allí nos encontramos con una sinagoga con toda la parafernalia de la liturgia judía que nos recordó a las sinagogas que visitamos en su día en Jerusalem.
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El Banco Rosso |
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Sinagoga en el barrio judío |
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Campo dei Mori |
Nuestra siguiente parada fue el
barrio de Tintoretto, ya sin la presencia de turistas, observamos el tranquilo devenir diario de los venecianos y cómo no, los bellos palacios que se asoman a los canales... fuímos caminando hasta llegar al
Campo dei Mori, en el centro, una de las características de las plazas venecianas, el pozo y adosadas sobre las fachadas de las casas las estatuas de mercaderes Mastelli, que procedían del Peloponeso en el siglo XII, de ahí viene el curioso nombre de la plaza.
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Estatua de mercader |
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En Campo dei Mori con vistas al Canal |
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Señales que advierten de la presencia de las góndolas en los canales |
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Placa y relieve del artista Tintoretto en la casa natal |
A pocos metros de la Plaza dei Mori y siguiendo el curso del canal, en Fondamenta dei Mori, tras pasar la escultura de un mercader moro con turbante se halla la
casa natal del que fuese genial pintor veneciano
Tintoretto, una placa y un relieve del artista recuerdan al famoso ocupante que vió la luz por primera vez en este lugar.
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Casa natal de Tintoretto a los pies del canal |
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Bello palacio del gótico veneciano a los pies del canal |
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La Madonna dell Orto, la joya del barrio |
Pero, la joya del barrio es la
Madonna dell Orto, considerada la obra
maestra del gótico veneciano, con un campanille de estilo oriental que
nos dejó maravillados. Nos quedamos con las ganas de poder visitar su
interior, que guarda celosamente pinturas de Tintoretto. En una de las
capillas del templo reposan los restos de Jacopo Robusti, que era el
verdadero nombre de Tintoretto.
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El bello campanille de estilo oriental |
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Al fondo el campanille asomándose por encima de los palacios |
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Palazzo Mastelli |
Uno de los palacios góticos más hermosos que dan al canal es el
Palazzo Mastelli, en su fachada nos sorprendió el relieve de un camello y un hombre con una sola pierna.
Continuamos la ruta por la calle de la Madonna dell Orto al final de la vía se tienen unas vistas privilegiadas de la vecina isla de Murano famosa por la elaboración del cristal y la isla de San Michele, con sus característicos cipreses y que hace las funciones de cementerio municipal.
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Curioso relieve en la fachada del Palacio Mastelli |
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Vista de la isla de Murano |
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Palacio a los pies del canal |
Callejeamos por el laberíntico entramado de callejuelas con el que nos sorprendió Venecia, aunque con el fin de orientar a los visitantes en una ciudad en la que es fácil perderse, hay continuas señalizaciones que indican la dirección hacia los lugares más destacados de la ciudad y así es como fuímos admirando los canales secundarios que surcan la ciudad. Nos asomamos al Canal Grande donde se halla uno de los Palacios más bellos de Venecia, con vistas al Canal Grande, la
Casa d'Oro con su singular fachada de filigranas de color blanco y rosa, capiteles bellamente esculpidos, bajorrelieves y pináculos, todas las características del gótico veneciano en su máxima expresión. Antaño estuvo recubierta de pan de oro, de ahí viene su nombre. Nuevamente nos encontramos con la importancia que tenía para las familias de más solera de la ciudad, construir sus palacios a orillas del Canal Grande, así Marino Contarini a principios del siglo XV demolió el anterior palacio, mandando construir la Casa d'Oro, como signo de riqueza y poder. Su interior alberga hoy en día una de las colecciones de arte más importantes de la ciudad, la Galleria Franchetti.
Enfrente del Palacio y atravesando el Canal Grande se encuentra el singular
Mercado de Rialto con sus puestos de pescado, fruta y verdura que visitaríamos el día siguiente.
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Casa d'Oro en el Canal Grande |
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El Mercado tradicional de Rialto enfrente de la góndola |
Con la luz del atardecer nos acercamos al
Puente di Rialto, el más antiguo de los cuatro puentes que atraviesan el Canal Grande y para nosotros el más bonito de Venecia con su arco de mármol como protagonista. Fue construído a finales del siglo XVI, sustituyendo a los puentes anteriores de madera, por Antonio da Ponte que ganó el concurso para su construcción a artistas del prestigio de Michelangelo, Palladio o Sansovino. Hasta 1850 fue el único puente que cruzaba el Canal Grande. Nos asomamos al puente, el bullicio del Canal Grande había dado paso a la tranquilidad y donde la silueta de los palacios y el devenir de las góndolas parecían querer fundirse con la luz del atardecer...
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Puente de Rialto al atardecer |
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Silueta de las góndolas surcando por el Gran Canal al atardecer... |
Uf, Victor, no paras, eh? jeje.
ResponderEliminarMuy buen relato, como todos y muy buenas fotos! La verdad es que das mucha información y está todo genial.
Un saludo.
María, muchas gracias por tus palabras !!
EliminarSaludos
París, Venecia....me pones los dientes largos y me entran ganas de volver. Son dos ciudades realmente bonitas! Lo mejor, perderse por las callejuelas que no son invadidas por los turistas, me encantó perderme por ellas, eran un laberinto!
ResponderEliminarGracias, Verónica.
EliminarEl encanto de Venecia es perderse por el entramado de callejuelas, canales... como bien dices es un laberinto.
Saludos
Hola! Para mi Venecia es la ciudad más hermosa del mundo. La conocí en 2004 (aún no me animé a subir el post de Venecia) y desde entonces sueño con visitarla de nuevo.
ResponderEliminarMuy buen post.
Un abrazo.
Gracias, Antonio.
EliminarVenecia es una ciudad muy hermosa, sinceramente superó ampliamente mis expectativas.
Un abrazo
I love Venecia, me fascina. La peculiaridad de tener canales en vez de calles y tanto palacio hace que sea una de mis ciudades favoritas, es especial y pasear por ella es una delicia. Yo fui en febrero y disfruté mucho de esa escapada. Me ha encantado tu entrada como siempre completísima. Un saludito ;-)
ResponderEliminarGracias, Caliope !!
EliminarLo que hace diferente y tan bonito a Venecia es el entramado de canales en vez de calles, junto con los bellísimos palacios que los jalonan.
Saludos
Venecia nos enamoró!!
ResponderEliminarSon de esas ciudades que no nos importaría pasar unos años....
Que buenas fotos,
Un abrazo
Javier y Deborah
http://siemprejuntosporelmundo.blogspot.com.es
Gracias, chicos.
EliminarVenecia, sí que enamora !!
Abrazos.
He estado dos veces en Venecia y todavía me quedan rincones por descubrir como el barrio judío. Pero como dicen que no hay dos sin tres... :)
ResponderEliminarSaludos!
Gracias, Anna.
EliminarLa visita al barrio judío merece mucho la pena, es una buena excusa para regresar a Venecia...
Saludos
Hola!
ResponderEliminarSi te pasas por el blog tienes un pequeño reconocimiento :) espero que te guste!
Un saludo!
www.donantunvoltet.blogspot.com
Muchas gracias, Elisabet.
EliminarSaludos
Hace años que tengo ganas de visitas Venecia pero nunca he encontrado vuelos a buen precio. No sabía que Venecia tenía un barrio judío tan peculiar. Un abrazo
ResponderEliminarGracias, Carmen.
EliminarVenecia es una ciudad que cuando la visites te sorprenderá por su gran belleza, a pesar de la masificación turística.
Un abrazo.
Un post espectacular. Nos ha encantado... A ver si de una vez podemos ir a Venecia, que se está resistiendo!
ResponderEliminarGracias, chicos !!
EliminarVenecia os va a gustar, estoy seguro.
Un abrazo.
Ahora Venecia!!! Que romántica es esta ciudad, yo tengo ganas de visitarla con "Aqua alta".
ResponderEliminarYo tampoco conocía el barrio judio, esa alambrada pone los pelos de punta..
Gracias por el relato,
Saludos!
Gracias, Iciar.
EliminarNo tuvimos ocasión de visitar Venecia con aqua alta, aunque el día que nos fuimos llovía a mares...
Saludos
Venecia que gran ciudad. Con tu blog hemos recordado la belleza de esta ciudad. Magnifico post.
ResponderEliminarSaludos.
Gracias, cincuentones.
EliminarMe alegra que el post os traiga buenos recuerdos.
Saludos
Pedazo de paseo os disteis... Yo acabo mareado entre tanta callejuela jejeje.
ResponderEliminarExiste una leyenda sobre las estatuas del Campo dei Mori... Yo la supe después de haber estado y no me fije en las estatuas, pero cuenta que esas estatuas eran unos mercaderes que se aprovecharon de una anciana al venderla una tela más cara de lo normal engañándola totalmente. El hombre siempre acababa su negocio diciendo “Que el Señor me convierta en una piedra si lo que digo es una falsedad”... y así acabó en esa ocasión él y sus hermanos..
Venecia está llena de leyendas y da para más de un viaje...
Tocayo, gracias por contar la curiosa leyenda de las estatua de los hermanos Mastelli.
EliminarUn abrazo.
Ay Venecia, cómo me gusta!!! He estado poco tiempo en la ciudad y me dejé muchas cosas como el barrio Judío pero espero volver pronto ya que es uno de los lugares que me enamoró y no me importaría perderme de nuevo por sus callejuelas. Por cierto, muy curiosa la leyenda que ha contado Victor II, jejejeje. Un abrazo!!! ;-)
ResponderEliminarGracias, Babyboom.
EliminarVenecia es una ciudad que enamora y que dan ganas de regresar. Adela, ya sabes que mi tocayo vale mucho !!
Un abrazo.
Venecia es una preciosidad. Lo mejor...perderse sin rumbo por las callejuelas, y pasear por la ciudad por la noche o al amanecer cuando está vacía de turistas.
ResponderEliminarUn abrazo
Venecia, de ensueño! Cinco veces he estado y deseando volver a ir. No me canso de pasear por sus pequeñas calles, de subir y bajar puentes. Y el no ver ni un coche! La gloria. Un sueño
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