Nos encontrábamos en Bijagua, un pueblo perdido en el cantón de Guatuso, provincia de Alajuela y donde no paraba de llover. Habíamos llegado el día anterior tras coger dos buses, el último tras un viaje infernal, recorriendo un trayecto lleno de curvas y teniendo que viajar de pie, a pesar de tener billete y agarrados con fuerza para no caer...Nuestra estancia en Bijagua tenía como objetivo visitar el Parque Nacional Volcán Tenorio, que atesora dos joyas de la madre naturaleza que harían que mereciera la pena el esfuerzo, una Catarata con una laguna de aguas azul turquesa y la recompensa final, los Teñideros, donde el río Celeste adquiere la tonalidad característica que le da su nombre ocasionado por la confluencia de dos ríos de aguas transparentes conocidos como Buena Vista y Quebrada Agria.
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Sendero en el Parque Nacional del Volcán Tenorio |
Amanecía el día lluvioso y gris en
Bijagua, el día anterior habíamos acordado con el propietario del hotel donde nos hospedábamos, un jeep con conductor que nos llevaría hasta la entrada del
Parque Nacional del Volcán Tenorio en el sector Pilón y nos traería de vuelta por 26 dólares, precio para dos personas. Estuvimos esperando un buen rato en el hotel a ver si la lluvia nos daba una pequeña tregua, al final decidimos acercarnos hasta el Parque pero no porque creyésemos que iba a mejorar mucho el tiempo, a pesar de que el dueño del establecimiento hotelero nos intentaba animar, no sabemos si para quitarnos del medio, diciéndonos que el tiempo sería mejor en el Parque, si no porque las posibilidades que ofrecía Bijagua de realizar otras actividades eran nulas y tampoco nadie nos aseguraba que al día siguiente hiciera mejor tiempo.
Aunque la distancia desde el pueblo hasta la entrada al Parque es de tan sólo 9 km, tardamos media hora en llegar, por una carretera que os podéis imaginar en que estado se encontraba, sin asfaltar, llena de pedruscos y de socavones en el suelo, sólo apta para un jeep.
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Frondosa y exuberante vegetación |
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Bosque tropical en el Parque Nacional del Volcán Tenorio |
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La Catarata y la laguna de aguas azul turquesa |
Tras pagar los 10 dólares de rigor, junto con la entrada te entregan una fotocopia de un plano con el trayecto a seguir por el Parque. Iniciamos la ruta caminado con tranquilidad por el sendero del verde bosque tropical hasta que al poco rato empezó a llover de forma torrencial, el camino ya de por sí duro, se embarró rápidamente, a pesar de que había tramos adoquinados, teníamos que hacer auténticos malabarismos para no caer al suelo, aún así continuamos con paso decidido hasta nuestro primer objetivo, la
Catarata, que se encontraba a una distancia de 1,5 km y un sinfín de escalones hasta llegar a tener una buena visión de la misma, escalones que no suponen ningún obstáculo y que no tienen ninguna dificultad, comparado con el sendero del Parque. La Catarata es impresionante, un hermoso salto de agua de una caída de 30 metros de altura sobre una laguna de aguas azul turquesa y situada en un paraje natural de gran belleza.
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La Catarata con un salto de agua de 30 metros de altura |
Tras la parada en la Catarata reanudamos la marcha, continuaba lloviendo a cántaros y la ruta se hacía cada vez más dura, era difícil mantener el equilibrio caminando en medio de la selva hasta que llegamos al
Mirador desde donde se tendría que divisar el Volcán Tenorio, pero las condiciones meteorológicas eran tan adversas que no se veía absolutamente nada.
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Vistas desde el Mirador, tendría que observarse el Volcán Tenorio |
Continuamos la ruta hacia otro de los puntos de interés, la
Laguna Azul, rodeada de un verde entorno natural, aunque la lluvia caída hiciera que el agua no tuviese su color azul turquesa característico, provocando que se fuese enturbiando poco a poco.
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La Laguna Azul entre la vegetación |
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La fuerte lluvia enturbió el color del agua en la Laguna Azul |
A pocos metros, nos encontramos con los
Borbollones, agua burbujeante a altas temperaturas que se filtra a través de las grietas exteriores del Volcán Tenorio y del que emana su olor inconfundible a azufre.
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Los borbollones |
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Agua burbujeante a altas temperaturas |
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Puente camino de los Teñideros |
Atravesamos puentes de "película" y tras una caminata de 3 km y 2 horas de una ruta que se hizo muy dura, llegamos a un lugar mágico y sorprendente conocido como los
Teñideros, el lugar donde el
Río Celeste adquiere su característico color azul turquesa por la confluencia de dos ríos de aguas transparentes, Buena Vista y Quebrada Agria, a pesar del día que hacía era perfectamente visible el lugar donde el agua cambiaba de color, formando una franja que separa ambos colores. El río Buena Vista posee una cantidad importante de minerales, alumininosilicatos y el río Quebrada Agria contiene aguas altamente ácidas. Así cuando las aguas se juntan se produce la aglomeración de los alumininosilicatos y de esta forman aumentan de tamaño las partículas dispersando la luz solar y reflejando los tonos del grupo de los azules del espectro.
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Se observa la franja que separa los colores |
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El Río Celeste con su característico color azul turquesa |
Qué lástima el mal día que os hizo que imagino que los trekkings se harían duros en esas condiciones. Aún así, se ve que merece mucho la pena.
ResponderEliminarUn saludo ;)
Gracias, Helena.
EliminarLa ruta se hizo muy dura por el mal tiempo, aún así mereció la pena el esfuerzo realizado, la recompensa final es increíble.
Saludos.
Que pasada!!! a pesar del mal tiempo los colores son alucinantes.
ResponderEliminarUn abrazo,
Gracias, Cool.
EliminarEl color azul turquesa del Río Celeste es increíble, un milagro de la naturaleza por la confluencia de dos ríos, Quebrada Agria y Buena Vista.
Un abrazo.
Madre mía, qué pasada de fotografías y viaje! Un saludo desde Londres!
ResponderEliminarGracias por tus palabras, Pepa.
EliminarLa verdad que el viaje a Costa Rica fue chulo, chulo.
Saludos.
Increible el paisaje y los colores impresionantes, tanto el verde de la vegetación como el color del río y la laguna. Lástima el mal tiempo, pero bueno, mereció la pena. Un saludito ;-)
ResponderEliminarGracias, Caliope.
EliminarComo bien dices a pesar del mal tiempo, mereció la pena. Naturaleza en estado puro.
Saludos.
Esos colores los tenemos cerquita, en el nacimiento del Urederra ;)
ResponderEliminarA mí me encantó el río celeste, me pareció un lugar maravilloso!
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