Bratislava, capital de la República Eslovaca, conocida antiguamente como Presburgo, está situada a orillas del Danubio. Su Ciudad Vieja ha sabido conservar las tradiciones, a pesar del avance de la modernidad, atesorando un pequeño casco antiguo repleto de edificios con encanto, bellos palacios barrocos y cuidados jardines, la Catedral gótica de San Martin e iglesias sorprendentes como la Iglesia Azul de estilo art noveau, acogedoras plazas y salpicado de curiosas estatuas como la de Cumil y la del soldado napoleónico que le dan una nota sorprendente a la ciudad, además de la nota cultural que supone y todo ello, con la silueta del Castillo vigilante allí en lo alto y siempre de fondo.
CÓMO LLEGAR A BRATISLAVA DESDE VIENA
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En el tren de Viena a Bratislava |
La forma más cómoda y sencilla de llegar a
Bratislava desde Viena es el tren. Sale de la estación de Hauptbahnhof en el sur de Viena y cada hora tienes uno, con salida a y 21 minutos, la duración del trayecto es de una hora y seis minutos llegando a la estación Central de Bratislava, Hlavna stanica. El precio del billete es de 15 euros ida y vuelta.Y la vuelta desde Bratislava a Viena es a y 43, también cada hora hasta las 18, 43 horas. A partir de esa hora la frecuencia aumenta a 2 horas, siendo el último tren de vuelta a Viena a las 22, 43 horas.
Existe la opción de llegar a la estación de tren de Bratislava de Petrazka, pero tiene el inconveniente de que es un barrio que queda apartado del centro histórico, siendo necesario coger un transporte público para llegar al centro.
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Estación Central de Bratislava |
EL PALACIO GRASSALKOVICH, CAMINO DEL CENTRO HISTÓRICO DE BRATISLAVA
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Cambio de guardia en el Palacio Grassalkovich |
Al llegar a la estación Central de
Bratislava, caminamos por la calle Stefanikova, a diez minutos andando se encuentra el bello Palacio de verano de Grassalkovich, construido en 1760. Visitamos primero sus cuidados jardines franceses del siglo XVIII que en 1999 fueron abiertos al público.
Nuestra visita al Palacio coincidió con el cambio de guardia, soldados uniformados con traje de época desfilaban delante del público que se agolpaba junto a la verja.El cambio de guardia se celebra todos los días a la 1 de la tarde.
El Palacio de verano de estilo rococó, fue reconstruido en 1996 convirtiéndose desde entonces en la residencia del Presidente de la República. Nos tuvimos que conformar con contemplar sólo su fachada, ya que su interior se encontraba cerrado al público.
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Jardines del Palacio Grassalkovich |
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Fachada del Palacio Grassalkovich en Bratislava |
Continuamos el agradable paseo hacia el centro histórico, en lo más alto pudimos contemplar por primera vez la omnipresente silueta del Castillo, que nos acompañaría en todo el recorrido por Bratislava, y el tradicional tranvía que recorre las calles de la bella ciudad.
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Camino del centro histórico, con el Castillo omnipresente en Bratislava |
PASEANDO POR LA CIUDAD VIEJA DE BRATISLAVA
Atravesamos el pequeño puente del siglo XVIII, que da acceso a la Ciudad Vieja, el puente está flanqueado por las estatuas de San Miguel y San Juan y en él se concentran algunos puestos de artesanía local en uno de sus lados. A pocos metros del puente, se halla uno de los emblemas de Bratislava, la Puerta de Miguel, la única que se conserva de las antiguas fortificaciones medievales del siglo XIV.
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Puente del siglo XVIII por el que se accede a la Ciudad Vieja de Bratislava |
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El puente está flanqueado por las estatuas de San Miguel y de San Juan |
Atravesamos la Puerta de Miguel que da acceso a la calle Michalska, calle peatonal muy transitada, jalonada de edificios con encanto, restaurantes y tiendas de souvenirs. Al inicio de la calle se encuentra un pequeño edificio que alberga la Farmacia más antigua de la ciudad, la Langosta roja, en el letrero colocado encima de su puerta, todavía hoy podemos ver el emblema del establecimiento.
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La calle Michalska con la Puerta de Miguel |
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La langosta roja, la farmacia más antigua de Bratislava |
A continuación, nos desviamos de la bulliciosa calle Michalska girando a la izquierda, nos adentramos en la calle Zamocnicka, una calle tranquila en la que reinaba el silencio, en ella visitamos el Palacio Mirbach de estilo rococó, que en la actualidad es la sede de la Galería Municipal de Pinturas y enfrente del Palacio, la Iglesia franciscana.
La Iglesia franciscana es el edificio religioso más antiguo de Bratislava, del siglo XIII. Tiene una sencilla, pero bella fachada y no dudamos en acceder al interior del templo de un indudable estilo barroco, pero que aún conserva la bóveda de crucería medieval sobre el presbítero, ya que en su origen fue de estilo gótico.
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Fachada de la Iglesia franciscana de Bratislava |
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Interior barroco, pero aún conserva la bóveda de cucería |
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Hlavne Namestie, el ágora de Bratislava |
Seguimos el camino y la misma calle nos haría llegar a la antigua Plaza del Mercado, Hlavne Namestie, el ágora de Bratislava y la Plaza más hermosa de la ciudad rodeada de edificios con encanto y con sus fachadas en tonos pastel. En el centro de la amplia Plaza se erige la Fuente renacentista de Maximiliano de 1572 y en lo más alto de la hermosa fuente se levanta la imagen de Roland, un caballero defensor de los derechos de los habitantes de Bratislava. Es un popular punto de encuentro para los habitantes y visitantes de la ciudad.
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Hlavne Namestie, la antigua Plaza del Mercado de Bratislava |
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Fuente de Maximiliano en Hlavne Namestie |
Enfrente de la popular fuente se encuentra el edificio más bonito de la Plaza, el Ayuntamiento Viejo, un complejo de varios edificios construidos en diferentes estilos arquitectónicos. Hoy en día es la sede del Museo de la Ciudad.
Destaca su bella torre de estilo barroco, con excelentes vistas desde lo más alto de la ciudad Vieja y su tejado con vistosos azulejos de colores, que se pueden observar desde la parte trasera del Ayuntamiento y una vez que atravesamos el patio interior del edificio.
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El Ayuntamiento Viejo de Bratislava |
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Tejado con azulejos de colores en el Ayuntamiento Viejo de Bratislava |
Contiguo al Ayuntamiento se alza el impresionante Palacio del Primado, está considerada una de las joyas del neoclasicismo en Eslovaquia. En su interior es interesante la visita del Salón de los Espejos, donde se firmó en 1805 el tratado de Paz de Presburgo entre Napoleón y Francisco I, tras la batalla de Austerlitz, que terminó con la victoria de las tropas francesas.
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Palacio del Primado |
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Ali tocando el piano en la Ciudad Vieja de Bratislava |
Retomamos la visita a la antigua Plaza del Mercado, Hlavne Namestie donde nos encontramos una de las estatuas más curiosas de la ciudad, el Soldado de Napoleón, estatua de tamaño natural, apoyando sus brazos en un banco y es que Bratislava está pespunteada de sorprendentes estatuas que le dan un toque muy especial a la Ciudad Vieja.
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Soldado de Napoleón en Bratislava |
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Soldado de Napoleón en Hlavne Namestie |
En una de las entradas a la Plaza Hlavne Namestie esquina con Rybarska se halla otra de las estatuas conocidas de Bratislava, Schone Nail, un vagabundo con frac y sombrero de copa de 1897.
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Schone Nail en Bratislava |
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Escudo en la Ciudad Vieja de Bratislava |
Callejeamos por el centro histórico de Bratislava, acompañados de un sol radiante y de una buena temperatura, con sus edificios señoriales y sus animadas terrazas donde hacer un alto en el camino para degustar algún plato típico, como los halusky, ñoquis con queso de oveja y bacon o una cerveza, camino de otro de los símbolos de la ciudad, la Catedral de San Martín, que se encuentra un poco alejada del centro, aunque teniendo en cuenta que en el centro histórico las distancias son cortas.
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Animadas terrazas en la Ciudad Vieja de Bratislava |
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Caminando por la Ciudad Vieja de Bratislava |
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Vidrieras policromadas |
La Catedral de San Martín, de estilo gótico fue consagrada en 1452 y dentro de sus muros fueron coronados 19 reyes y reinas húngaras. En su exterior destaca la torre de 85 metros de altura, rematada por una fina linterna con una copia de una corona dorada sobre un cojín que rememora las celebraciones de las coronaciones reales. Su interior, de acceso libre, está distribuido en una amplia nave central y dos naves laterales. Lo que más puede atraer tu atención es la espléndida bóveda de crucería y sus vidrieras policromadas fabricadas en Viena en la segunda mitad del siglo XIX. Como nota negativa una carretera con mucho tráfico se halla a pocos metros del templo, llegando a provocar deterioros en la estructura de la Catedral.
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Catedral de Bratislava |
Desde el exterior de la Catedral observamos en lo más alto de la colina la imagen del Castillo, su época de esplendor tuvo lugar cuando Bratislava era la capital y ciudad de coronación del imperio húngaro. Con el incendio de 1811, el Castillo fue destruido y desde entonces fue reconstruido en varias ocasiones.
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El Castillo de Bratislava |
Paseamos con tranquilidad por Hviezdoslavovo namestie, animado boulevard repleto de tiendas, restaurantes, heladerías y pequeños puestos de souvenirs hasta llegar al Teatro Nacional Eslovaco, construido en 1886 por los conocidos arquitectos vieneses Feliner y Helmer. Permanecimos un buen rato delante de su bella fachada neorrenacentista, decorada con el busto de famosos dramaturgos y compositores. Enfrente de la fachada se alza una coqueta fuente de bronce y mármol de 1880, que simboliza a la joven troyana Ganímedes volando sobre Zeus convertido en águila.
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Hviezdoslavovo Namestie |
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El Teatro Nacional de Bratislava |
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Interior de la Iglesia Azul |
Alejado del centro de Bratislava y de las rutas, se encuentra una joya del art nouveau, la Iglesia de Santa Isabel, más conocida como la Iglesia Azul. Levantada a principios del siglo XX por el arquitecto húngaro Odon Lechner, uno de los impulsores del art nouveau en la ciudad. Su fachada es sorprendente y muy original, sus muros y tejas están pintados en color azul y en el que destaca por su belleza el mosaico italiano de Santa Isabel de Hungría en su fachada principal. Su interior está formado por una única nave dominada también por el color azul.
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Fachada de la Iglesia Azul de Bratislava |
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Bello mosaico de Santa Isabel de Hungría |
Regresamos a la Ciudad Antigua para encontrarnos con Comil, uno de los iconos de Bratislava, un trabajador se asoma por encima de la alcantarilla para ver lo que pasa ahí fuera. La estatua se encuentra situada en la esquina de las calles Rybarska y Panska. Junto a Comil hay una curiosa señal de tráfico que advierte de su presencia y es que en más de una ocasión su cabeza quedó bajo las ruedas del coche de un despistado conductor...
Buscamos infructuosamente por la calle Laurinska otra de las estatuas insignes de la ciudad, el Papparazzo, pero según nos informaron esta estatua sólo se coloca en la calle en la temporada estival.
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Comil |
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Comil, uno de los símbolos de Bratislava |
Nos despedimos de la Ciudad Antigua y de
Bratislava de la mejor manera posible en el pub frecuentado sólo por locales, Slovak Brindzdura en la calle Obchoolna, degustando la gastronomía local, los deliciosos halusky, ñoquis con queso de oveja y bacon y la strulda, pastel relleno de frutas y cómo no acompañado de cerveza local.
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Brindando con cerveza |
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Halusky, plato típico eslovaco |
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Strulda, pastel relleno de fruta |
Muy interesante la entrada. Visité Bratislava hace como 12 o 13 años y la recordaba totalmente diferente a como aparece en tus fotos, más bien como una ciudad gris con el río encajonado y sin la amplitud de Budapest, de donde veníamos. Tendré que volver por allí, seguro. Un saludo y felicidades por el blog!
ResponderEliminarGracias por tus palabras y bienvenido a El mundo a tus pies !!
EliminarSiempre es bueno regresar a una ciudad para recordar antiguos rincones y descubrir otros nuevos.
Un saludo.
Tiene una pinta excelente Bratislava; no la conozco, ni Viena tampoco, es casi hora de hacer una escapada conjunta. Preciosas fotos Victor, enhorabuena!
ResponderEliminarMuchas gracias, Caliope !!
EliminarEs muy buena opción combinar Viena y Bratislava.
Un saludo.
Que bonito!! Me lo apunto todito!
ResponderEliminarUn saludo
Carmen
Gracias, Carmen !!
EliminarUn saludo
Qué profesional se la ve a Ali tocando el piano ;-) No tenía ni idea de que Bratislava tuviese tanto que ofrecer.
ResponderEliminarVerónica, a Ali se le da mucho mejor la música que a mi.
EliminarBratislava es una buena opción para visitarla en un día, tiene un casco antiguo muy bonito.
Saludos.
Una ciudad realmente bonita y además muy cómoda de visitar desde Viena, sin duda la incluiré cuando vaya por allí, así de paso se pisa un país más para la lista :D
ResponderEliminar¡Saludotes!
Gracias, José Carlos.
EliminarBratislava es la combinación perfecta para combinarla con Viena. Muy bien comunicadas por tren y en época estival también por barco.
Saludos.
No conocemos Bratislava y nos parece una bella ciudad. Gracias por mostrarnos este gran reportaje.
ResponderEliminarSaludos.
Gracias, cincuentones !!
EliminarBratislava merece mucho la pena, a pesar de que a veces y por desgracia pasa desapercibida.
Un saludo.
Una ciudad que parece preciosa. A ver si algún día...
ResponderEliminarGracias, Helena.
EliminarEspero que pronto tengas ocasión de visitar esta bella ciudad que es Bratislava.
Un saludo.
Qué imágenes tan bonitas!
ResponderEliminar:)
Muchas gracias, Elisabet !!
EliminarSaludos.
Para mi una de las ciudades más bonitas de Europa. La Iglesia Azul me encantó y también sus estatuas. Desde Viena hay otra forma de llegar que es en barco por el Danubio. Muy recomendable!!
ResponderEliminarGracias por el comentario, María.
EliminarLa Iglesia Azul, sus sorprendentes estatuas, la antigua Plaza del Mercado,...todo ello hacen de Bratislava una de las ciudades más bonitas de Europa.
María, gracias por el apunte, sí es posible viajar desde Viena a Bratislava en barco, pero en época estival.
Un saludo.
Nosotros la visitamos desde Brno, República Checa, antes de volver a BCN y nos pareció una ciudad muy interesante para disfrutar un par de días. También le dedicamos un post, a ver si entre todos, la ponemos en el mapa. Saludos!
ResponderEliminarGracias, Jordi.
EliminarBratislava a pesar de ser una ciudad con mucho encanto es bastante desconocida para la mayoría de los viajeros. Hay que ponerla en el mapa !! se lo merece.
Un saludo
Muy bonita Bratislava,combinada con el viaje a Viena es genial!
ResponderEliminarEste es un gran post que nos a servido de mucha ayuda... Felicidades por el blog está genial!!
Gracias Oscar, nos gusta saber que os ha sido de utilidad la información del post. Bratislava desde Viena se puede hacer en un día tranquilamente, el viaje es corto y te da tiempo suficiente para visitar la bella ciudad de Bratislava.
EliminarSaludos
Pues hay que ir. Aun no se itinerario final de mis vacaciones de mayo 2017, no se si entro a Venecia y sigo a Trieste(tambien desconocida y dicen que bella),luego Eslovenia,Croacia, Montenegro, Bosnia y Serbia(regreso desde Belgrado).
ResponderEliminarEL precio de vuelo a Ljubliana esta por la nubes desde Miami, mas de $1500 y no baja. Barajo la posibilidad del vuelo a Viena, que conozco y me encanto(y no creo que Bratislava se le compare,pero no hacen falta las comparaciones a fin de cuentas,cada sitio con lo suyo), llegaria a las 9am, buen tiempo para visitar Bratislava ese dia. Al siguiente,desde Viena, tren a Ljubliana , de la cual dicen que es aun mas bonita.
Me has o han animado. Depende de que opciones tenga en febrero o marzo a la hora de comprar boleto,veremos,
saludos y garcias por tanta buena vibra!
Gracias Abel. Bratislava se puede visitar perfectamente en un día, viajando desde Viena, es bonita pero el casco antiguo es pequeño. Es una buena opción.
EliminarSaludos