Rennes, capital de la Bretaña francesa, atesora el mayor número de construcciones con entramado de madera de toda Bretaña. Su barrio medieval lo atestigua, sus calles y plazas con encanto, como Champ Jacquet, Sainte - Anne, están rodeadas de bellas casas con entramado de madera, restauradas y coloristas. Cuidados jardines como el de Thabor y el colorido mercado de Lices, que se celebra todos los sábados por la mañana y que reúne a más de 300 productores locales y regionales hacen de Rennes una visita imprescindible en el viaje a la Bretaña francesa.
El Palacio del Parlamento de Bretaña, emplazado en pleno centro de Rennes, representa la historia viva del patrimonio de la ciudad y de la Bretaña. Diseñado conforme al proyecto de Salomon de Brosse en el siglo XVII. Fue sede del Tribunal de Justicia, órgano soberano encargado de aprobar edictos y cartas reales. Contrasta la simplicidad de las líneas clásicas de su fachada, rematada en su tejado con esculturas doradas alegóricas con la belleza de su decoración interior. La Grand´Chambre, está considerada un ejemplo único del arte pictórico del siglo XVII, con su magnífico techo de madera artesonado, una joya del arte francés.
A pocos metros, se halla la preciosa Place Champ Jacquet, una de las plazas más bellas y con más encanto de la ciudad, rodeada de coloridas casas de entramado de madera, construidas en el siglo XVII y rematadas por tejados abuhardillados de pizarra y edificios de piedra levantados tras el incendio que asoló la ciudad en 1720. Varios son los restaurantes con terrazas que se asoman a la bella plaza y el centro de la misma lo preside la estatua de uno de los insignes alcaldes de Rennes, Leperdit, de finales del siglo XVIII. Llama la atención el grado de inclinación de alguna de las casas con entramado de madera de la plaza, provocando un desnivel visible entre una fachada y otra.
Caminamos por las calles empedradas del centro histórico de Rennes hasta la Place Sainte - Anne, donde palpita el corazón de la ciudad, siempre rebosante de gente en sus restaurantes y animadas terrazas.
La plaza de Santa Ana está rodeada por varias casas de entramado de madera . Hasta bien entrado el siglo XVII, se utilizaba la madera de los bosques que rodeaban la ciudad para construir las bellas casas que aún se conservan en Rennes. Completa la hermosa plaza, la Iglesia de Saint Aubien.
Paseando por Rennes, no puedes dejar de mirar a tu alrededor porque en cualquier rincón puedes encontrarte con auténticas joyas de la arquitectura, caminando por la rue de la Monnaie se llega a la Maison Ti-Koz, construída en 1505, es una de las casas más sorprendentes de Rennes y que más nos gustó. Su fachada de entramado de madera de tradición gótica, merece detenerse por un momento ante ella, donde destacan las pequeñas esculturas que decoran su entrada. La casa es un ejemplo del talento de los carpinteros y escultores de la Bretaña.
Seguimos la ruta hasta las Puertas Mordelaises, reconstruidas en el siglo XV y emplazadas junto a un pequeño jardín, donde hicimos un alto en el camino. La torre Duchesne y restos de la antigua muralla, recuerdan la época en que la ciudad estaba amurallada y bajo el mandato de los Duques.
Deambulamos por las calles empedradas como las rues Psallete , Chapitre o Saint Sauver con sus preciosas casas de entramado de madera y de piedra, con curiosas esculturas de los antiguos oficios de los gremios de la ciudad, que decoran sus bellas fachadas, para adentrarnos en el centro histórico de Rennes. Calles empedradas, llenas de historia y que nos conducen a la Catedral de Rennes.
La Catedral de Saint- Pierre, con su fachada monumental construida a principios del siglo XVIII, de líneas neoclásicas y presidida por dos torres simétricas, decepciona un poco comparado con el resto de la ciudad. Accedimos al interior del templo, caracterizado por la austeridad, formado por una única nave construida durante la segunda mitad del siglo XIX. Y en el que nos llamó la atención su bello órgano.
La Capilla Saint-Ives de estilo neogótico flamígero, escondida entre las angostas calles empedradas del centro histórico. Reformada en 1998, alberga actualmente la oficina de turismo y una exposición permanente sobre el arte y la historia de Rennes. Construida en el siglo XV era la capilla del antiguo Hospital Saint -Ives.
En la Place de la Mairie, en pleno centro de Rennes se encuentran dos de las construcciones más importantes de Rennes, el Ayuntamiento y la Ópera. El Ayuntamiento cuya primera piedra fue colocada en 1734, tras el incendio de 1720, que arrasó 33 calles y 900 edificios de la ciudad. El edificio que combina el estilo barroco con líneas clásicas, es obra de Jacques Gabriel, conocido como el arquitecto del Rey.
Enfrente del Ayuntamiento y junto a un carrusel, se alza la Ópera, con su forma peculiar de rotonda, fue levantado casi un siglo después del Ayuntamiento, en 1830. El edificio es obra de Charles Millardet y está rematado por las estatuas del dios Apolo y las Musas. En la plaza se respira el ambiente típicamente francés, nosotros diríamos que un poco parisino.
Caminamos por la animada rue de Orleans hasta la Place de la Republique donde se levanta a orillas del río Vilaine uno de los palacios más imponentes de Rennes, el Palacio de Comercio, edificado entre 1888 y 1929, diseñado por Jean Baptiste Martenot. Su monumental fachada central está decorado con estatuas alegóricas de las ciudades de la Bretaña.
En la Place Saint Germain, a pocos metros de la Plaza del Ayuntamiento, se levanta la Iglesia de Saint Germain, está considerada la iglesia de los comerciantes de la ciudad. Llama la atención el aspecto defensivo de su fachada, ejemplo del gótico bretón. Reconstruida por el duque Jean IV en el siglo XV. Lo más destacable del templo son las gárgolas que decoran su fachada norte.
El majestuoso Palacio de Saint Georges, el más bonito de la ciudad, se alza en la rue Gambetta.Sus orígenes se remontan al siglo XI con la construcción de la abadía benedictina de Saint Georges.
Siglos más tarde, en 1670 la abadesa Madeleine de la Fayette mandó construir este bello palacio, rodeado de un cuidado y amplio jardín, que se puede visitar. Preside la fachada el escudo de armas, una corona real y alegorías de la justicia y la paz. Hoy en día el hermoso palacio desempeña servicios municipales y alberga el parque de los bomberos de la ciudad.
A pocos metros, en la misma rue Gambetta se encuentra una joya del art decó de Rennes y de toda la Bretaña, la Piscina Municipal, de 1925 obra de Emmanuel Le Ray, arquitecto de la ciudad. Su fachada está decorada con bellos mosaicos italianos firmados por Odorico. No pudimos resistirnos a entrar y echar una mirada a su precioso interior, una piscina en la que parece haberse detenido el tiempo, evocando a épocas pasadas al conservarse como antaño.
Continuamos el camino hasta el Parque Thabor, el pulmón de Rennes, un remanso de paz en el corazón de la ciudad. Antiguos jardines de los monjes de Saint Melaine durante el siglo XVII. Durante el Segundo Imperio los jardines fueron ampliados y reorganizados por el arquitecto paisajista Denis Bühler conforme al estilo francés.
Pequeñas cascadas, puentes, setos recortados formando curiosas figuras te esperan en su interior, distribuyéndose en una gran extensión ocupada por el Parque, conformando un paisaje idílico
El mercado de Lices, el segundo mercado de productos alimenticios más importante de Francia, se celebra todos los sábados por la mañana en la Place les Lices y reune a más de trescientos productores locales y regionales. Emplazado en el antiguo Champ- Clos medieval, donde se organizaban torneos y fiestas. El mercado es un espectáculo multicolor, infinidad de puestos de verduras, frutas, plantas, comida...en un entorno espectacular palacetes del siglo XVII con entramado de madera o piedra, construidos para los caballeros del Parlamento de Bretaña.Te puedes pasar un buen rato pululando entre sus puestos y disfrutando del ambiente, mezclado con los locales que hacen sus compras.
Antes de irnos del Mercado de Lices de Rennes, nos acercamos a uno de los puestos que vendía galletes elaboradas con mantequilla salada, una especialidad de la zona y que no queríamos dejar de probar. Después de abandonar el mercado, comprobamos como en las terrazas de los bares aledaños, la gente tomaba su consumición acompañada de productos comprados en el mercado.
Estupendas fotos y documentación, hay tanto por ver en Europa y la parte de la Bretaña es muy simpática, me has traídos buenos recuerdos, un abrazo.
ResponderEliminarGracias Pili,
EliminarLa zona de Bretaña tiene mucho que visitar y Rennes a nosotros nos encantó, pasear por su casco histórico, su mercado, sus tiendas, sus jardines...es una ciudad que te ofrece muchos atractivos.
Un abrazo
Me he enamorado de este pueblo!!! que maravilla de fotos. Tendremos que preparar una incursión a la Bretaña.
ResponderEliminarSaludos,
Gracias por tu comentario, y no es para menos, el centro histórico tiene mucho encanto, con calles y plazas en las que perderte y con rincones que no puedes evitar fotografiar.
EliminarSaludos
Que localidad mas bonita!! Leyendoos dan ganas de visitar la Bretaña ^_^
ResponderEliminarGracias Verónica, nosotros teníamos muchas ganas de visitar la Bretaña, y teníamos muy buenas referencias de Rennes, así y todo la ciudad nos gusto más de lo que esperábamos y el mercado de los sábados, imprescindible si vas por allí.
EliminarUn abrazo
Me ha encantado este lugar, menudas casas tan bonitas! !!! A ver si nos animamos que desde aquí no pilla tan lejos! !! Muy curiosa la piscina, yo tampoco me hubiera resistido al entrar, je je je Un abrazo!!
ResponderEliminarGracias Adela, nosotros desde aquí os animamos a visitar Rennes y la Bretaña, os va a encantar. Visitar la piscina fue retroceder en el tiempo durante unos instantes, tiene ese ambiente pero con el atractivo de mantenerse super bien conservada.
EliminarUn abrazo
¡Que recuerdos de juventud me trae este relato de Rennes!Casi no recordaba lo bonito que era. Está claro que tengo que volver. Gracias Victor -
ResponderEliminarGracias Pury, me alegra de que te haya traído buenos recuerdos. Nosotros no conocíamos Rennes y nos hubiese gustado quedarnos un poco más, pero hay tanto que visitar...
EliminarUn beso
No conocíamos Rennes y nos ha parecido precioso. Gracias por mostrarlo.
ResponderEliminarSaludos.
Gracias cincuentones, Rennes es una ciudad con mucho encanto, sus casas con entramado de madera le dan ese toque medieval tan especial.
EliminarSaludos
Precioso post de un lugar que tengo en el punto de mira desde hace tiempo, juntamente con Normandia.
ResponderEliminarGracias por la info.
Gracias Jordi, esperamos que el post te ayude en tu viaje, Anímate a ir, Bretaña y Normandía tienen mucho que ofrecer a cualquier viajero.
EliminarSaludos
Preciosa entrada parece que coincidimos en destino este verano visite normandia y bretaña entre ella Rennes a la semana que viene....ponemos rumbo a Gijon.Un saludo
ResponderEliminarGracias Mercedes, Bretaña y Normandía son destinos con muchos atractivos y en éso creo que coincidimos casi todos. Espero que lo paséis bien por mi ciudad, Gijón.
EliminarUn saludo
Gracias por recordarme mi breve paseo por la sorprendente y bella ciudad de Rennes. Caminar por sus calles y plazas es una delicia. La zona mas antigua esta llena de casas de varios pisos de entramado, estilo Breton,puro encanto. Ademas tiene una zona de calles y plazas mas "clasico frances". El color de la piedra es hermoso y es una ciudad muy limpia y cuidada. El ambiente es marcadamente estudiantil,bohemio y elegante, vamos que nada como Francia representa la elegancia mas refinada! Tu post es maravilloso, logras describir a la perfeccion la belleza de Rennes y las fotos espectaculares!. Algun dia regreso para conocer mas de Bretaña francesa!
ResponderEliminarsaludos y gracias por regresarme bellos recuerdos.
Gracias Abel y bienvenido a El mundo a tus pies. Nos gusta saber que te hemos hecho regresar por unos instantes a Rennes, con la lectura del post. La Bretaña francesa esconde grandes tesoros como Rennes, pero también tiene pequeños pueblos que visitar con un encanto especial.
EliminarSaludos
Claro que el clasico de Mt Saint Michel no me lo perdi! Un alucine total!
ResponderEliminarMont Saint Michel es un icono en la ruta entre la Bretaña y la Normandía francesa, indescriptible la emoción de ver su silueta, cuando llegas allí.
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