Wat Arun, Templo del Amanecer en Bangkok

   
  El Wat Arun, conocido también como el Templo del Amanecer o Templo de la Aurora, es uno de los iconos de Bangkok.  Situado en la orilla occidental del río Chao Phraya, está presidido por la bella torre de su prang central de 79 metros de altura, que se eleva sobre el cielo de Bangkok, construida en estilo jemer, durante el reinado de Rama I  representa al Monte Meru, el olimpo de los dioses hindues y morada del dios Shiva.







El Wat Arun, uno de los símbolos de Bangkok

    Cruzamos el río Chao Praya, en una de las embarcaciones públicas, que salen del embarcadero de Tha Tien y que unen continuamente ambas orillas en poco más de 3 minutos, en el corto trayecto divisamos la impresionante silueta del Wat Arun, Templo del Amanecer.

   
 
 
     Cuidados jardines, dos estatuas de demonios del Ramayana y simpáticas figuras de monjes budistas, nos dan la bienvenida en el camino que conduce al Wat Arun y que se encuentra a  pocos metros del embarcadero. 

Decidimos esperar al atardecer para acercarnos al Wat Arun, sabíamos que una empinada y prolongada subida hacia lo más alto del Templo nos estaba aguardando y la mejor manera de acometerla, era esperar a que el sol empezase a ocultarse en el horizonte para hacer más llevadera la ascensión.

Las embarcaciones públicas que unen ambas orillas del río Chao Phraya cuestan 3 baths por trayecto, se paga antes de subir al barco, en la taquilla del embarcadero de Tha Tien y hay que esperar a que se llenen para que salgan.

   



   El Wat Arun con su impresionante prang central de estilo jemer que lo caracteriza y a la vez lo hace diferente de los demás templos de Bangkok, se levanta sobre tres niveles de terrazas y está rodeado de cuatro prangs de menor tamaño, que simbolizan al dios del Viento, Phra Phai.

El templo está bellamente decorado con azulejos de cerámica y fragmentos de porcelana china multicolor.

Un poco de Historia

     El rey Taksin, después de abandonar Ayutthaya en 1768, al ser tomada y destruida por los birmanos, trasladó la capital a Thonburi. 

El rey arribó en su embarcación a la orilla occidental del río Chao Phraya, que en aquella época pertenecía a la ciudad independiente de Thonburi y lo primero que vio fue el Wat Makok, que es como se llamaba por aquél entonces el templo, justo antes del amanecer. Esta imagen provocó que a partir de ese momento se cambiase el nombre del templo, llamándolo Wat Chaeng, Templo del Amanecer .

Durante un tiempo fue el hogar del venerado Buda Esmeralda, hasta que la capital y el palacio fueron trasladados a la otra orilla del río Chao Phraya.

Durante el reinado de Rama III, el prang central fue ampliado, añadiendo elementos decorativos de fina porcelana, para que brillasen bajo la luz del sol.

Desde la orilla oriental del río Chao Phraya se puede ver con la luz del atardecer la mejor estampa del Wat Arun, que se proyecta sobre los azulejos de cerámica y los fragmentos de porcelana multicolor de sus prangs.

Ascendiendo por el Prang Central del Wat Arun

    Comenzaba a atardecer en Bangkok, cuando iniciamos la subida a la primera terraza del prang central, sin perdernos detalle de las pequeñas esculturas que decoran la majestuosa torre, monstruos tailandeses se combinan con imágenes de deidades y seres mitológicos.

 
    Desde el mirador de la primera terraza observamos la incesante actividad del río Chao Phraya, con un continuo movimiento de embarcaciones y el Wat Pho, el templo del Buda Reclinado, y el Palacio Real que se alzan desde la orilla oriental.

El Wat Arun abre de 8,30 a 6 de la tarde y el precio de la entrada es de 50 baths. Si se dispone de tiempo es aconsejable visitar los templos próximos al Wat Arun en la orilla occidental, el Wat Hong Rattanaram y el Wat Kalayanamitr.

 



      Continuamos ascendiendo, con cautela, hasta lo más alto del Wat Arun, los tramos de escaleras se van estrechando y empinando, lo que dificulta la subida y aún más la bajada.

 
   Al llegar a la última terraza del Wat Arun, Templo del Amanecer contemplamos las curiosas estatutas de deidades que decoran profusamente el prang central, cargadas de simbolismo en el universo budista. Mientras, el horizonte se va tiñendo  con la puesta de sol proyectándose sobre la imagen de los edificios del Bangkok moderno que se elevan en el cielo de la caótica ciudad, en contraste con el Bangkok más tradicional, modestas casas con pilares de madera que se asoman a la orilla del río Chao Phraya.