Villa de Leyva, un tranquilo y
hermoso pueblo colonial, situado en el departamento de Boyacá. Enclavado en un
entorno de un paisaje singular, rodeado de montañas semi desérticas, de color
ocre, Fue fundada por los españoles, el 12 de junio de 1572. Declarado
Monumento Nacional en 1954, está presidido por su inmensa Plaza Mayor, su
amplia extensión de 14.000 metros cuadrados la convierten en la más grande de Colombia, sus calles empedradas, que siguen el trazado típico español de los
siglos XVI y XVII, sus templos, museos, bellas casonas coloniales con blancas
fachadas y balcones, en las que se abren coloridos patios, que, por un momento,
parecen trasladarnos a épocas pasadas.
Un poco de historia
Antaño, el pueblo indígena muisca se
estableció en el territorio conocido como el Alto Valle de Saquencipa formando
uno de los principales asentamientos indígenas, la vida se desarrollaba
alrededor de un importante observatorio astronómico y el Santuario Natural de
Iguaque, convirtiéndose en centro ritual de adoración e intercambio de
productos entre la población indígena.
En torno al año 1553 comenzaron las primeras expediciones colonizadoras y evangelizadoras, levantándose el primer templo, conocido como templo de Monquirá.
Villa de nuestra señora de Santa María de Leyva, fue fundada oficialmente el 12 de junio de 1572, por el capitán Hernán Suárez de Villalobos siguiendo instrucciones de Andrés Diaz Venero de Leyva, el que fuese primer presidente del Nuevo Reino de Granada, que era como se conocía en la época colonial a Colombia. A fin de ser habitada por los soldados españoles que participaron en la conquista y colonización del Nuevo Reino de Granada y que estaban desempleados en Tunja, alterando la paz social.
En torno al año 1553 comenzaron las primeras expediciones colonizadoras y evangelizadoras, levantándose el primer templo, conocido como templo de Monquirá.
Villa de nuestra señora de Santa María de Leyva, fue fundada oficialmente el 12 de junio de 1572, por el capitán Hernán Suárez de Villalobos siguiendo instrucciones de Andrés Diaz Venero de Leyva, el que fuese primer presidente del Nuevo Reino de Granada, que era como se conocía en la época colonial a Colombia. A fin de ser habitada por los soldados españoles que participaron en la conquista y colonización del Nuevo Reino de Granada y que estaban desempleados en Tunja, alterando la paz social.
Al año siguiente de su fundación,
la corona española recibió una demanda por invadir territorio indígena,
conforme a una Ley de 1542, tuvieron que pasar dos años hasta que Villa de
Leyva se trasladó al lugar que ocupa en la actualidad.
Su Plaza Mayor, la más grande de
Colombia
El antiguo ágora de Villa de
Leyva., la plaza empedrada más grande de Colombia, 14.000 metros cuadrados de
extensión que la hacen inabarcable a primer vista. Alrededor de la inmensa
Plaza se distribuyen importantes edificios, símbolos de la vida pública del
pueblo y de gran significado en la historia de Villa de Leyva como el Templo
Parroquial, la Casa Juan de Castellanos, que alberga la Alcaldía y la Casa
Museo Luis Alberto Acuña.
En el centro de la enorme Plaza se levanta la Ara
Sagrada, la pila que en la antigüedad abastecía de agua a Villa de Leyva.
También hay lugar para la vida social en la inmensa Plaza , rodeada de
restaurantes, bares, cafés…donde hacer un pequeño alto en el camino.
Para llegar a Villa de Leyva desde Bogotá, en transporte público, hay que tomar un autobús desde la terminal de transporte del centro llamada Salitre o desde el Portal del Norte. El bus directo a Villa tiene poca frecuencia horaria al día, la otra opción es ir vía Tunja, con salidas más frecuentes. Nosotros fuimos vía Tunja con la compañía Libertadores, precio 20.000 pesos, tardó 2, 30 horas desde la terminal de Salitre y con parada en Portal del Norte. Al llegar a Tunja hay que tomar una buseta a Villa de Leyva, que cuesta 6.500 pesos, salen cada poco y con una duración del viaje de 1 hora.
La Casa Juan de Castellanos y su
patio porticado
Más conocida por los locales como
la Casa de los Portales, fue construida en el siglo XVII, por orden del
cronista de Indias. En su exterior, las columnas simbolizan a los doce apóstoles
de Jesús. Accedimos a su interior por
un lateral de la plaza, donde se sitúa la calle Caliente, calle comercial y
animada, jalonada de tiendas de artesanía. Antes de entrar, una inscripción sobre una lápida de piedra, escrita en latín, merece nuestra atención : “Dios
conserve esta casa por mucho tiempo para que sirva de sufragio a favor de mi
alma, 1607”.
Dentro, se conserva, en buen estado, un patio andaluz porticado,
con fuente en el centro. Sorprende en la primera planta una pequeña biblioteca
de uso público y a la que fuimos invitados a utilizar, digna de ser visitada.
El Templo parroquial de Villa, de
estilo colonial
El Templo de Nuestra Señor del
Rosario fue construido entre 1604 y 1665, regentada desde el año 1860 por los
hermanos dominicos. Nos llama la atención,,de su exterior, el torreón que
conserva los cánones de una construcción típicamente castellana, a la que se
suma otro elemento herederado de la época española, el tejado del templo, a dos
aguas. Accedimos al interior de la iglesia, de líneas sencillas, sobre sus
paredes encaladas, cuelgan pinturas de dos artistas de la época colonial,
Gregorio Vázquez de Arce y Ceballos, pero no podemos dejar de detenernos ante
el magnífico retablo de estilo barroco, tallado en madera y recubierto de oro,
una joya del siglo XVII.
La Casa José María Vargas Villa y
la Casa Museo Luis Alberto Acuña
Dos de las casas más bellas, se
encuentran situadas, contiguas, en la Plaza Mayor de la Villa. La Casa de José
María Vargas Villa, el lugar donde vivió el escritor colombiano Vargas Villa,
en los últimos años del siglo XIX y donde escribió algunas de sus obras más
conocidas como Aura o las Violetas, El Maestro de Escuela y Pincelada. Su
fachada está dominada por una de las balconadas más hermosas de Villa de Leyva.
Contigua a la misma, nos
encontramos con otra de las construcciones más importantes de la Plaza Mayor,
la Casa Museo Luis Alberto Acuña, donde habitó el genial pintor, escultor y
escritor colombiano Luis Alberto Acuña, a mediados del siglo XX. Hoy sus muros albergan un museo, donde se
exhiben algunas de sus obras más importantes. En su exterior destaca su bella
puerta de entrada de estilo barroco.
Villa de Leyva es un pueblo tranquilo y seguro, en el que puedes salir a cualquier hora del día, incluso de noche, sin ningún temor. Para comer y cenar existen numerosas opciones para elegir, no sólo en la Plaza Mayor, sino también si te alejas un poco, tomando las calles aledañas.
La Casa del Primer Congreso, el Jardín de los Proceres y la Real Fábrica de Licores
Dejando atrás la Plaza Mayor,
subiendo por la calle 13, nos encontramos con varios de los edificios
históricos más importante en la historia de Villa de Leyva. La Casa del Primer
Congreso, el 4 de octubre de 1812 se celebró dentro de sus muros el Primer
Congreso de las provincias unidas de la Nueva Granada, formulándose las leyes
que sirvieron de soporte a la independencia de Colombia. Restaurada en la
década de los 50 por Luis Alberto Acuña, conserva su buen estado de
conservación y lo más bonito es su ventana esquinada y geminada.
Continuamos ascendiendo por la
calle 13 hasta llegar al Jardín de los Proceres, un pequeño y acogedor parque,
que alberga la escultura de uno de los líderes y mártir de la independencia de
Nueva Granada, Camilo Torres. Su exterior está delimitado por una serie de arcos
con columnas.
Seguimos la ruta por la calle 13,
a pocos metros del Jardín de los Proceres, se halla el siguiente punto de
interés, la Real Fábrica de Licores, la primera destilería de licores que se
estableció en el Nuevo Reino de Granada. Merece la pena detenerse ante su
portada, que aún conserva el escudo de España del siglo XVII. Actualmente, en
su patio interior se celebra un mercado de artesanía y antigüedades.
La Plazuela El Carmen, un rincón
con encanto
La Plazuela El Carmen, el rincón
con más encanto de Villa de Leyva, reúne en su acogedora plazuela el Monasterio
e Iglesia del Carmen y el Convento de los Padres Carmelitas. Es recomendable
visitar la Plaza al anochecer, iluminada con una luz tenue, que crea una
atmósfera muy especial.
El Monasterio e Iglesia del
Carmen, fueron construidos a mediados del siglo XVII para acoger dentro de sus
muros a las monjas carmelitas de clausura. Tuvimos la fortuna de poder visitar
la iglesia, donde se celebraba una animada misa cantada por los monjes carmelitas.
En el primer piso observamos con curiosidad las celosías, lugar donde se sitúan
las monjas de clausura para asistir a la misa.
En la encantadora Plazuela se
encuentra también el Convento de los Padres Carmelitas, la primera construcción
de la orden de los carmelitas en Colombia y el Museo de arte religioso del
Carmen, fundado en 1971, conserva una importante colección de obras de arte,
que abarcan desde los siglos XVII al XX.
Es muy curiosa la arquitectura colonial, tan lejana en la distancia y tan cercana a nosotros. Preciosa la villa, qué ganas le tengo a Colombia, bueno, a toda Latinoamérica. Un saludo.
ResponderEliminarGracias Caliope, Villa de Leyva tiene rincones parecidos a los que puedes encontrar en un pueblo de España, hace que te sientas como en casa aunque estés a miles de kilómetros.Colombia es un viaje muy recomendable, te animamos a conocerla.
ResponderEliminarUn saludo
Pedazo de plaza!!! que bonita!
ResponderEliminarGraciss Ana, la plaza de Villa de Leyva es grandiosa, en foto te puedes hacer una idea del tamaño pero en vivo, es aun mayor.
EliminarUn abrazo
Esta es la unoca pagina que cuenta con excelentes fotos y un buen recorrido.lo tendre en cuenta
ResponderEliminarMuchas gracias por tus palabras, que me animan a seguir con el blog.
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