Vence, un pequeño pueblo situado en el interior de la Provenza, entre las montañas y la Costa Azul. Su encanto y autenticidad medieval ha sido un atractivo constante que ha atraído a numerosos artistas que han plasmado en su obra su luz y belleza. Su centro histórico, conserva sus murallas en las que encierra un laberinto de estrechas calles empedradas entre las que se esconden maravillosos edificios testigos de su historia y que han llegado hasta nuestros días, como si el tiempo no hubiese pasado, preservando el aire medieval de las poblaciones del interior de la Costa Azul francesa, a pesar de la amenaza de la modernidad.
Vence, la antigua Ventium, de la época romana, un bello pueblo provenzal, que ha sabido conservar, casi intacto, su trazado medieval amurallado y en forma de elipse y que ha inspirado a grandes pintores y artistas como Matisse, Chagall, Soutine.
El centro moderno, se articula en torno a la Place du Grand Jardin, donde se celebra un animado mercado al más puro estilo francés, repleto de puestos donde se venden quesos, miel y mermeladas caseras.
Atravesamos la monumental Porte du Peyra para adentrarnos en el corazón del centro histórico medieval de Vence. La Puerta de Peyra de 1810 está bellamente ornamentada con flores, a su lado se levanta una torre vigía del siglo XII.
La Place de Peyra, debe su nombre a la "piedra" utilizada durante la Edad Media para las ejecuciones. En la pequeña plaza, rodeada de casas de piedra a las que se asoman las típicas ventanas de madera con sus contras que le da cierto aire italiano, se ubican restaurantes y tiendas, presidida en el centro por la Fontaine de 1822, monumento histórico, que reemplazó a una antigua fuente de 1578. La Fuente de Peyra era una de las tres fuentes, que abastecía a Vence de agua potable hasta el año 1882 cuando se canalizó el agua de Riou. Y es que Vence tiene una relación muy especial con el agua y sus fuentes, más de veinte se pueden contar en toda la ciudad.
Continuamos la ruta por la rue de Marche, salpicada de cuidados puestos de verduras y frutas, y la rue Alsace Lorraine hasta llegar a la Place Clemenceau.
La Place Clemenceau, el ágora de Vence, pespunteda de animadas terrazas donde hacer un alto en el camino para contemplar el edificio del Ayuntamiento, inaugurado en 1911, situado en el antiguo palacio Episcopal y la Catedral, del siglo IV, construida sobre un antiguo templo romano. Es una de las catedrales más pequeñas de Francia y en su interior no hay que perderse el magnífico mosaico de Moisés obra de Marc Chagall.
Antes de despedirnos de Vence, callejeamos por sus angostas y laberínticas callejuelas, que nos transportan a la Edad Media, y como en aquélla época, acogen negocios dedicados a artes y oficios, en la actualidad reconvertidos en galerías, talleres de arte y artesanía, a los que se puede entrar para curiosear y realizar alguna compra. Y no te puedes ir, sin asomarte a los miradores que salpican la bella Vence con vistas a las verdes colinas boscosas de la Provenza que rodean la villa medieval y bellas panorámicas del litoral de la Costa Azul.
No hay comentarios:
Publicar un comentario