Bridgetown, Patrimonio de la Humanidad en Barbados

  
  Bridgetown, la multicolor capital de Barbados, Patrimonio de la Humanidad desde 2011, ha sabido conservar el legado de su pasado colonial británico, cuyo máximo exponente es el edificio neogótico del Parlamento. Bridgetown acoge, a pocos metros de su pequeño centro histórico, una de las playas más bellas del Caribe, Carlisle Bay, de fina arena blanca y aguas azul turquesa, en sus cálidas aguas guarda un rico fondo marino, ideal para la práctica del submarinismo y del snorquel.

 
    Nuestra primera parada en Bridgetown fue el colorido mercado de pescado, frecuentado sólo por locales, está emplazado a pocos minutos caminando de la terminal de cruceros, en el camino que conduce al centro de la ciudad. Nos detuvimos unos minutos para observar con curiosidad la vida diaria de la población local y la actividad de los diferentes puestos donde se exhiben y venden pescados de gran frescura.

   No hay que caminar mucho para llegar a la ciudad antigua de Bridgetown, la capital de Bermudas, Patrimonio de la Humanidad desde el año 2011. El Parlamento es el edificio más emblemático de Bridgetown, de estilo neogótico, situado en el corazón del centro histórico y que nos recuerda el pasado colonial británico de la isla caribeña. Visitando el edificio, la bandera de Barbados que ondea en lo alto de la torre nos indica que estamos en el Caribe, por lo demás, bien podríamos estar en un país europeo.

   Enfrente del Parlamento se encuentra el pequeño parque de National Heroes Square, recibe su nombre en honor a los héroes de Barbados. Llama la atención la estatua de bronce del Almirante Nelson, vestigio de la presencia británica en la isla, que fue continua desde el siglo XVII hasta la independencia alcanzada en 1966.

   Seguimos la ruta por St. Michael´s row donde se levanta la Catedral de St. Michael, construida en el siglo XVIII, su fachada se caracteriza por su sencillez y en lo más alto, se alza una torre de la que pende la bandera de Barbados. Aprovechamos que se encontraba abierto el templo para visitar su interior, recientemente reformado.

   Dejamos atrás la Catedral, para dirigirnos a Queen´s Park, el pulmón de la ciudad, y visitar uno de los emblemas de Bridgetown, el Baobab, un centenario árbol africano. Fue trasladado desde Guinea a Barbados en 1738. Pero hoy en día, por desgracia, el centenario árbol ha perdido gran parte del encanto que tenía años atrás.

   Volvimos sobre nuestros pasos para adentrarnos nuevamente en el corazón de la ciudad vieja y visitar Chamberlain bridge, un bello puente levantado en el año 2006, que sustituyó al antiguo puente levadizo. Si lo cruzamos, en el otro extremo del puente se encuentra el Independence Arch, nos detuvimos para admirar el arco, que en sus pilares muestra dos de los símbolos de la isla caribeña, el pelícano y el pez volador.

   Atravesamos el bello puente para caminar hacia una de las playas más hermosas del Caribe, Carlisle Bay, una paradisíaca playa de fina arena blanca y aguas azul turquesa. 

Su rico fondo marino, en el que te puedes encontrar hasta seis barcos hundidos, es el lugar ideal para practicar submarinismo, snorquel y nadar con tortugas. Nos relajamos tomando el sol y bañándonos en las cálidas aguas del mar Caribe antes de continuar la ruta por Barbados.

   Reanudamos la visita a la ciudad antigua de Bridgetown, en Cheapside, una animada plaza en la que se levanta el edificio del Antiguo Ayuntamiento, Old Town Hall, reformado en el año 2005. A pocos metros, se encuentra la iglesia más bonita de Barbados, St. Mary, rodeada de un cuidado jardín tropical. El templo, de culto anglicano, fue consagrada en 1827. Accedimos al interior de la iglesia pintada en alegres colores, azul y blanco y donde fuimos bienvenidos.

   No nos podíamos despedir de Bridgetown sin acercarnos a Pelican Craft Center, donde tiene su sede el Caribbean Cigar Company, nuevamente nos reencontramos con alguna de  las trabajadoras de la fábrica de tabaco, que habíamos conocido en nuestra anterior visita cinco años antes, amablemente nos enseñaron el proceso de elaboración artesanal de los puros, desde la hoja de tabaco, pasando por los diferentes pasos hasta llegar al resultado final, el puro.