Riga y Vilna son un verdadero tesoro medieval. Pasear por sus calles estrechas y adoquinadas, entre iglesias, plazas y castillos, que encierran un rico pasado lleno de historia y tradición con un intenso trasfondo cultura, es en síntesis todo lo que te pueden ofrecer ambas ciudades. Dos capitales bálticas, separadas por cuatro horas de viaje en bus, con sus propias singularidades que las hacen atractivas por sí mismas.
VILNA, UN TESORO BARROCO EN EL NORTE DE EUROPA
Su pequeño casco antiguo, atesora la mayor concentración de edificaciones de estilo barroco de Europa. Se accede por la Ausros Vartai, una de las puertas de entrada a la ciudad vieja que se conserva, en su interior acoge una capilla de la Virgen María, colocada allí como símbolo de protección de la ciudad.
Traspasada la puerta, se abre a nosotros la calle principal, flanqueada por edificios barrocos con una estética uniforme de fachadas en tono pastel, en sus plantas bajas se agolpan las tiendas de grandes firmas. En el recorrido se suceden las iglesias, las más bonitas las vas a encontrar al llegar a la calle Didzloji, la calle mayor de la ciudad y el corazón de Vilna. La iglesia de San Casimiro y la iglesia ortodoxa de San Nicolás, merecen una visita.
Al llegar a Literary street, recomendamos desviarse para recorrer esta curiosa calle, decorada con placas y fragmentos de obras literarias. Siguiendo nuestra ruta, giramos a la izquierda y después de pasar el Museo del Ambar, llegamos a una joya de la arquitectura lituana en ladrillo y estilo gótico, la Iglesia de Santa Ana, anexa al Monasterio de San Bernardino. Nos encontramos en un extremo del casco antiguo y cerca se ubica la Torre Gediminas, el único resto que queda de un castillo del s. XIV, fundado por Gediminas.
A un paso se sitúa la Catedral, de estilo neoclásico y desde ella, solo nos queda callejear por las calles aledañas, calles estrechas y adoquinadas que nos conducen a la Universidad, mezcla de estilos arquitectónicos y en la que se alza su torre campanario de 68 metros, el mirador más alto de la ciudad vieja. La Universidad posee una importante biblioteca fundada en 1570.
Siguiendo por la calle de la Universidad desembocamos en las estrechas callejuelas que conformaban el antiguo ghetto judío, en la calle Stikliu, un mural recuerda su existencia y su historia. Hoy día, es una zona animada de salir, llena de bares y restaurantes.
Si viajas a Vilna, a 20 kilómetros, se encuentra el castillo de Trakai, asentado en una región que acoge centenares de lagos. El castillo se ubica sobre una isla y su fachada rojiza reflejada en el agua del lago, es icónica.
RIGA, UNA DE LAS CIUDADES MEDIEVALES MÁS BELLAS DE EUROPA
Cuando llegas a Riga, te sientes atrapado por el ambiente que recorre sus animadas calles y plazas. El punto de partida para visitar la ciudad es la plaza del Ayuntamiento, corazón del casco antiguo. Presidida por la Casa de las Cabezas Negras, su peculiar nombre se debe al gremio que acogió en sus inicios, su arquitectura característica del renacimiento holandés, es una copia exacta del edificio original dañado en la II Guerra Mundial. En su interior, exhibe unos magníficos techos pintados.
A sus espaldas se eleva la iglesia de San Pedro, un ascensor sube hasta lo alto de su torre, un mirador desde el que disfrutar de espléndidas panorámicas de la ciudad, y no muy lejos, se ubica la Catedral, mezcla del románico tardío y gótico temprano, en su interior destaca su órgano. La plaza de la Catedral, se encuentra rodeada de los mejores cafés y restaurantes, y no puedes abandonar la plaza, sin echar un vistazo al Museo del Arte de la Bolsa de Riga, reconocible por su aspecto de palacio veneciano.
La calle Pils iela nos lleva a un rincón encantador de Riga, conocido por los Tres Hermanos, es un conjunto de casas de diferentes épocas, la más antigua del siglo XV. A un paso tenemos el Castillo de Riga y si paseamos por la calle Toma, recorreremos el muro de fortificación de Riga rematado por la Torre de la Pólvora.
Antes de dejar atrás Vecriga, el casco antiguo, merece la pena una parada en la acogedora plaza Livu, abrazada por casas del Siglo XVII y dos casas gremiales, su atractivo reside en las numerosas terrazas instaladas en ella, siempre llenas de gente.
Pero Riga, es mucho más que el centro histórico, fuera de él no nos podemos olvidar de la Catedral Ortodoxa de la Natividad, a la que llegaremos camino de las calles que concentran los edificios Art Nouveau, las calles Elizabetes y Alberta.
En Riga no puedes dejar de visitar su Mercado Central. frecuentado sólo por locales, te encontrarás las más variopintas mercancías, desde licores, souvenirs, dulces típicos,... y todo ello al mejor precio.
Y aunque lo dejemos para el final, es uno de los lugares que más nos gustó de Riga, su Mercado Central, uno de los más grandes y antiguos de Europa, alojado en cinco enormes hangares, nuestro consejo es visitarlos y disfrutar de los puestos que ofrecen las más diversas mercancías, desde tiendas de licores, puestos de pescado, souvenirs, ropa, hasta los dulces más ricos. Y si se dispone de tiempo, es un buen lugar para probar alguna especialidad letona y mezclarse con los locales.
A la espalda del Mercado, se extiende el llamado barrio de Moscú, en él podrás visitar los vestigios del antiguo ghetto judío, un monolito recuerda el incendio y destrucción en 1941 de la Gran Sinagoga, y lo que queda de la llamada arquitectura de madera, casas e iglesias construidas en este material y que aún perviven. Sobresaliendo por encima de los tejados, verás la silueta del edificio de la Academia de las Ciencias de Letonia, en el piso 17 acoge un mirador, abierto al público, desde el que podrás obtener unas buenas panorámicas de la ciudad.
Visitar Vilna y Riga, recorrer sus calles medievales, sus plazas y mercados y compartir el ambiente de ambas ciudades, ha sido el espíritu que ha guiado este viaje por los países Bálticos.
ResponderEliminarUn beso.
A veces he visto vuelos baratos a Vilnius, pero no me he terminado de decidir y veo que ha sido un error porque tiene muy buena pinta!!
ResponderEliminarCarmen, sí que hay vuelos a Vilna a muy buen precio con una conocida compañía low cost.
EliminarNos gustó especialmente Riga, aunque Vilna conserva el entramado de calles medievales y sus bellas iglesias ortodoxas.
Un saludo.