PLANTAMOS UN ÁRBOL Y NOS VAMOS A VISITAR GUADALUPE
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El Ayuntamiento |
A la mañana siguiente, nos despedimos de
Cañamero, de sus calles con sabor a pueblo, de la Iglesia Parroquial de Santo Domingo de Guzmán de 1415 y de su coqueto Ayuntamiento y cómo no, de doña Jacinta, la propietaria de la Casa Rural los Naranjos, que nos trató a las mil maravillas. Lástima !! que no dispusiéramos de más tiempo, para visitar con tranquilidad el pueblo.
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La iglesia parroquial |
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Comarca de las Villuercas |
De la mano del agente forestal Juan Carlos, iniciamos una ruta de senderismo por la Raña de Puerto Llano entre Cañamero y Alía con el objetivo de
repoblar los montes de la comarca de las Villuercas, que se habían visto gravamente afectados por un incendio en el año 2005, llegándose a quemar 12.000 hectáreas. Tras cuarenta y cinco minutos de marcha llegamos a la zona de plantación, donde pudimos elegir entre plantar encinas, alcornoques, castaños o madroños. La tarea consistía en ir sustituyendo los árboles que en plantaciones anteriores habían quedado secos. Primero, con la ayuda de un espejo, había que ir mirando en la zona superior de los tubos biodegradables que protegen el nuevo árbol de los animales, que ven en sus hojas un manjar, para comprobar si el árbol estaba verde o seco. Si estaba seco, había que quitar el tubo, que estaba unido por un alambre a una guía, retirar el árbol seco, cavar un hoyo profundo con la azada, que cuesta lo suyo !!, colocar el árbol en él lo más cerca posible de la guía, tapar el agujero con la tierra aplastándola bien en torno al árbol para que no quede aire, colocar de nuevo el tubo con cuidado para proteger el árbol, y volver a unir el tubo con el alambre a la guía y añadir más tierra. Vamos que la tárea no es nada fácil, pero cuando por fin terminas de plantar no veas la cara de felicidad que te queda.
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Victor con su arbolito |
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Ali en plena faena |
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Eva después de haber plantado el árbol |
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Qué cara de felicidad !! |
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Matis religiosa |
Tras finalizar la plantación, nos encontramos con una sorpresa, vimos una matis religiosa paseando tranquilamente por el lugar y que fue protagonista por un momento y es que para los que somos urbanitas no podemos evitar que este tipo de cosas nos llame la atención. Iniciamos el camino de vuelta tomando un atajo por un empinado cortafuegos, en su recorrido, vimos antiguas trincheras que permanecen intactas, testigos de la Guerra Civil y hasta nos sorprendió el vuelo de dos buitres negros.
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Buitre negro |
Tras un rico picnic, nos dirigimos hasta
Guadalupe, conocida por su magnífico Real Monasterio, pero que también es un ejemplo de localidad medieval. En torno a la Plaza principal del pueblo, la Plaza de Santa María, se desarrolla un conjunto de parajes y calles medievales que se adaptadan a lo abrupto del terreno, con soportales y viviendas de dos pisos, la planta baja es utilizada como establo u otros oficios y la planta superior como vivienda de sus habitantes.
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Viviendas tradicionales |
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La Plaza de Santa María de Guadalupe |
Iniciamos la visita guiada en la
Plaza de Santa María de Guadalupe, Patrona de Extremadura, en el centro se halla la conocida como fuente de la Pila Bautismal, según la tradición en ella fueron bautizados en 1496 los primeros nativos traídos por Cristobal Colón de América, así como importantes e influyentes familias de judíos. La plaza está rodeada de soportales, viviendas de dos pisos, animadas terrazas y numerosas tiendas que ofrecen al visitante productos típicos de la comarca o algún recuerdo que llevarse de su paso por Guadalupe.
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Junto a la fuente de la pila bautismal |
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Fachada del Real Monasterio |
En la misma plaza se encuentra el
Real Monasterio, de estilo gótico - mudejar, ha sido declarado Monumento Nacional Histórico Artístico y Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. La figura de Alfonso XI fue decisiva para la construcción del Monasterio, habitual cazador en la sierra, visitó Guadalupe en 1335 y al ver el estado ruinoso de la primitiva ermita, procedió a su restauración, en 1340 mandó construir el Real Monasterio. Quedamos impresionados por la magnitud del Monasterio y por la belleza de la fachada sur que es la que da a la Plaza principal. Por falta de tiempo, no pudimos visitar su interior, pero sí entramos en la Iglesia, del siglo XV y en la que se venera en un camarín rococó la imagen de la Virgen de Guadalupe.
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La fachada sur es la más ornamental del Real Monasterio |
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La Virgen de Guadalupe |
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Claustro mudejar |
Seguimos la ruta por la calle Marqués de la Romana, donde se encuentra el edificio del
Parador Nacional, antiguamente fue Colegio de Infantes o de Gramática, de estilo mudejar del siglo XVI. Comunicado con el antiguo Hospital de San Juan Bautista, conocido también como Hospital de Hombres, construído a principios del siglo XV en estilo gótico - mudejar, y donde se desarrolló la famosa Escuela de Medicina. Lo que es realmente bello es su interior, donde destaca su precioso
claustro de estilo mudejar, rodeado de naranjos y su salón chimenea que pudimos visitar.
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Rodeado de naranjos |
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Naranjos con las chimeneas ornamentadas |
Enfrente del Parador, se encuentra la
Iglesia de Santísima Trinidad, conocida también como Iglesia Nueva, construída entre 1730 y 1736, en estilo barroco clasicista, cuenta con una preciosa portada. Se erigíó bajo los auspicios del ministro de Felipe V, Pedro Nuño Florentín y siguiendo el proyecto de Manuel de Larra Churriguera. Actualmente, no se dedica al culto si no a actos culturales.
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Portada de la Iglesia de la Santísima Trinidad |
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Calle Nueva de los Capellanes |
Seguimos la ruta por la calle
Nueva de los Capellanes, pintoresca calle con soportales, techo artesonado y desde la que se tienen unas bonitas vistas de las torre y cúpula del Real Monasterio. Pasamos a continuación bajo el
arco de San Pedro camino del que fue en su día
Hospital de Mujeres, también conocido como Hospital Nuevo, fundado entre 1435 a 1437, gracias a las donaciones del rico herrero local Julián Jiménez de Córdoba, antes de entrar en la orden de los Jerónimos. En el hospital se atendía a las mujeres peregrinas y necesitadas que llegaban a Guadalupe.
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Vistas de la cúpula y torre desde la calle Nueva de los Capellanes |
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Ali en el Arco de San Pedro |
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El antiguo Hospital de Mujeres |
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La Hospedería Real a la izquierda |
Segumios recorriendo las calles con sabor a viejo y las coquetas plazas, alguna con fuente, que sirvió al grupo para refrescarse, hasta llegar a la antigua
Hospedería Real, mandada construir por los Reyes Católicos a finales del siglo XV para su alojamiento, ya que habitualmente visitaban Guadalupe. Entramos en su interior, donde primero vimos un cuidado patio mudejar con exuberante vegetación y a continuación entramos en el claustro, muy bien conservado y de estilo gótico. Hoy en día la Hospedería está destinada a hotel.
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Detalle mudejar de la fachada |
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Patio interior mudejar |
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El claustro gótico |
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Fachada con carácter defensivo del Monasterio |
Desde el exterior de la Hospedería Real, se tiene otra perspectiva del Real Monasterio, la fachada con un marcado carácter defensivo, asemejándose a la de una fortaleza. Seguimo nuestra ruta, pasando nuevamente por la Plaza de Santa María de Guadalupe hasta llegar al
Arco de Sevilla, era una de las tres puertas, junto con la de los Arcos del Chorro Gordo y la de San Pedro, que cerraban el primer cinturón defensivo del Real Monasterio. Fue edificado en el siglo XVI por motivos de seguridad dado la gran afluencia de peregrinos y la actividad comercial. Destaca la decoración floral en sus vanos y las bonitas vistas que se tienen de la portada del Real Monasterio a través de su arco.
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El Arco de Sevilla |
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Vista de la portada del Monasterio desde el Arco de Sevilla |
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Casa de dos plantas sobre viguería de madera de castaño |
A continuación, seguimos disfrutando de nuestra ruta paseando junto a un conjunto de
casas tradicionales de dos plantas sobre viguería de madera de castaño hasta que llegamos a una coqueta plaza donde se encontraba la
Fuente de los Tres Chorros, la más importante de Guadalupe junto con la de la plaza principal, en la Edad Media estaba conectada a la red de fuentes del Arca del Agua.
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Fuente de los tres chorros |
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Vista del Monasterio desde el mirador |
Aquí finalizó la visita, que a todos se nos hizo corta y nos dejó con las ganas de volver a Guadalupe y poder visitarla con más tiempo. Con ello finalizaba este intenso fin de semana en contacto directo con la naturaleza y en compañía de buenos amigos. En el camino de vuelta nos detuvimos un momento en uno de los
miradores de la carretera, para dar un último adiós al Real Monasterio y desde el que se tenían también unas espectaculares vistas de todo Guadalupe y de la sierra.
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Vista de Guadalupe y de la sierra |
Un día muy completo: algo de naturaleza y la visita a un pueblecillo muy bonito.
ResponderEliminarTengo muchas ganas de hacer una escapada a Extremadura, pero no hay forma de que pueda juntar varios días para poder marcharme...
Muy buen relato.
Un saludo
Mira que he ido veces a Guadalupe con la familia (está muy cerca del pueblo de mis padres), pero la verdad es que no conocía ni la mitad de sitios que has mencionado!! Habrá que volver!!!
ResponderEliminarVaya finde completito de naturaleza y turismo cultural!
Saludos
Se os da bastante bien la jardinería eh, jeje. Qué preciosidad Guadalupe y mira que estuvimos cerca y al final no fuimos. Habrá que ponerle remedio pronto :-)
ResponderEliminarMenudos expertos en plantar árboles estáis hechos jaja
ResponderEliminarMe encanta Guadalupe, he estado en 2 ocasiones y para el poco tiempo que pasasteis, disteis un buen repaso a la ciudad.
Que pena que no me viniera bien asistir, porque estuvo muy chulo el evento :)
Saludos!!!
¡Qué bonito el pueblo de Guadalupe y el Real MOnasterio es impresionate!
ResponderEliminarNo conozco Extremadura y es un viaje que tengo pendiente.Por lo que veo sí que merece la pena hacerle una visita.
En cuanto a lo de plantar un árbol ,no pensaba yo que era tan complicado jajaja.
Un besote.
Vaya, se ve que es toda una eperiencia lo de plantar el árbol...jeje
ResponderEliminarY Guadalupe se ve precioso, se ve un pueblo altamente recomendable.. A ver si para la próxima me animo!!!
Por cierto, ¿mantis o matis? ¿O las dos?
Hola,
ResponderEliminarGracias por los comentarios !!
Helena, vaya día más completo que tuvimos, naturaleza y la visita a Guadalupe, más no se puede pedir.
Mari Carmen, hicimos una visita guiada que nos enseñó lo principal de Guadalupe, lástima que no dispusiéramos de más tiempo para visitarla con calma.
Artabria, no sabes lo que me costó plantar el árbol, esto de ser urbanita...
José Carlos, no te creas que a Ali, Eva y a Victor se les daba bien lo de la jardinería, pero es que yo soy un poco desastre.
Pury, sí que son bonitos Guadalupe y su monasterio. Lo de cavar el hoyo con la azada no te creas que requiere su técnica...
Xipo, a ver si para la próxima te animas. Yo creo que el nombre técnico es matis, pero mantis para los amigos, jeje.
Un abrazo.
Que se me había esacapado el segungo relato!!
ResponderEliminarYo como siempre haciendo publicidad de Citroen jejejeje... Hay que venderse...
A ver si repetimos algo así pronto.
Un abrazo!
Nos ha encantado el relato, muy ameno y detallado, desde luego hay mucho que ver en este precioso pueblo extremeño. Saludos!!!
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