Una de piratas IV

 Santa Lucia, isla de los sueños

Silueta de las Pitons

   Santa Lucia,  es una pequeña isla de formación volcánica, sus primeros moradores fueron los pueblos indígenas arahuacos procedentes de Sudamérica, los cuales fueron derrotados por los aguerridos caribes. Cristobal Colón fue primer europeo que pisó tierra en la isla, en su cuarto viaje al Nuevo Mundo, el día 13 de diciembre de 1502, día de Santa Lucía, de ahí recibe el nombre. Posteriormente, fueron los británicos los que se asentaron, hasta que en 1667 llegaron los franceses a la isla. Así, ambas naciones se disputaron el control de la isla durante ciento cincuenta años, debido a la importancia estratégica de su puerto, Castries. Hasta que en 1814, por el Tratado de París,Santa Lucia fue cedida definitivamente a los británicos. La isla consiguío la independencia del Reino Unido el veintidós de febrero de 1979, pasando a formar parte de la Commonwealth.

Vista de Castries y la bahía desde Monte Fortune

   Llegamos a Castries, capital de Santa Lucia, principal ciudad y puerto de la isla. Castries fue fundada en 1650 por los franceses. Los incendios asolaron la ciudad en numerosas ocasiones, destruyendo en gran parte su arquitectura colonial, conservándose en la actualidad una pequeña parte.

En Santa Lucía teníamos el objetivo de visitar las Pitons, dos conos volcánicos, Patrimonio de la Humanidad, y de los que me había "enamorado" gracias a mi amigo viajero Floren. Así que cuando llegamos al puerto y nos ofrecieron una excursión que incluía la visita de las Pitons, no dudamos en aceptarla. Por 35 dólares por persona, incluía un recorrido de cinco horas visitando los principales puntos de interés de la isla, todo ello a través de una carretera serpenteante y estrecha que rodea toda la isla.

    La primera visita fue el Monte Fortune, colina situada a 845 metros de altura  y desde la que se tienen unas bonitas vistas de Castries y de la bahía. Originariamente fue una zona fortificada construída por los franceses en la mitad del siglo XVIII y arrebatada por los ingleses en la batalla que tuvo lugar el 24 de mayo de 1796. Actualmente es una zona residencial y en la misma se encuentra la Casa del Gobernador, de estilo victoriano y que es la residencia oficial del Gobernador General.

Casa del Gobernador

Marigot Bay

    Continuamos la ruta por la carretera sinuosa y estrecha, que nos llevó a Marigot Bay, bahía de gran belleza, rodeada de montañas y convertida en una zona exclusiva de la isla, con numerosos yates atracados y que ha sido escenario del rodaje de varias películas. El que fuese mítico boxeador americano, George Foreman tiene una mansión en lo alto de la montaña con vistas a la bahía.

Yates atracados en la bahía

Marigot Bay rodeado de un paraje tropical

Casitas de madera pintadas con alegres colores

   Seguimos el camino, rodeados de  un paisaje tropical, salpicado de cocoteros y plataneros hasta nuestra siguiente parada, el pintoresco pueblo pesquero de Anse La Raye. Dimos una pequeña vuelta por la villa, en nuestro paseo admiramos las llamativas casitas de madera pintadas con alegres colores y las barquitas pesqueras.Se celebraba un pequeño mercado de artesanía en el paseo del puerto, al que echamos una ojeada, pero preferimos emplear nuestro tiempo en recorrer el pueblo.

Barcas pesqueras en Anse la Raye

    Reanudamos la ruta, la carretera se hacía cada vez más estrecha, con continuas curvas y adelantamientos inverosímiles. Nos llamó la atención, que a pesar de la peligrosidad de la misma, se veían a locales, machete en mano, caminando por los arcenes de la carretera en busca del sustento diario, cocoteros y plataneros.   Siguiendo nuestro itinerario, bordeamos la pequeña villa de pescadores Canaries, fundada en 1763.

Paisaje tropical a ambos lados de la carretera

La Gros Piton y la Petit Piton

   Y llegó el momento mágico del viaje, paramos en un mirador y ahí estaban, delante de nosotros,  las Pitons, a sus pies la ciudad de Soufriere y la bahía, un conjunto de gran belleza y muy difícil de explicar con palabras. Qué emoción !! Las Pitons, son dos conos volcánicos, el más alto Gros Piton de 768 metros de atura y el más bajo, Petit Piton de 750 metros. En la actualidad son una reserva ecológica protegida y declarada Patrimonio de la Humanidad en el año 2004. Las Pitons son tambiém el símbolo de Santa Lucia, apareciendo en su enseña nacional. También desde el privilegiado mirador pudimos ver la que sería nuestra siguiente visita Sulphur Springs, a pesar de la distancia percibimos el intenso olor a azufre que emana. Después de este mágico momento en el que el tiempo es como si se hubiese detenido para poder saborear intensamente ese instante, continuamos ruta.

Las Pitons, Soufriere y la bahía

Al fondo las Pitons

Las Pitons entre la vegetación

Emanaciones de vapor de azufre

  Todavía con la emoción en el cuerpo, atravesamos la que fue la primera capital de la isla, Soufriere, los franceses se instalaron en 1746 y el nombre proviene de los manantiales de azufre del volcán próximo a la ciudad. Hasta llegar a otro de los puntos de interés de la isla Sulphur Springs, es el  crater de un volcán del que emanan vapores de azufre. Los antiguos pueblos caribes llamaban al lugar "Qualibu" que significa lugar de muerte. Nos acercamos todo lo que pudimos al cráter, para poder ver las emanaciones de azufre que provenían de su interior y que nos pareció un espectáculo único.  Una de las posibilidades que teníamos eran los baños calientes de azufre en los manantiales con propiedades minerales beneficiosas para la salud, que se encontraba a los pies del cráter, pero después de observar a los bañistas que en esos momentos estaban totalmente embadurnados disfrutando del momento,  decidimos dejarlo para mejor ocasión...

Sulphur Springs

A la entrada de Sulphur Springs

Embadurnados de barro

En el Mercado Central

    Después de una conducción poco menos que suicida, regresamos a Castries donde iniciamos la visita por nuestra cuenta a su centro histórico. Caminamos hacia Jeremie Street donde se encuentra el Mercado Central, construído en 1894 por ingenieros ingleses, en su interior destaca la gran variedad de puestos de fruta, verduras y ropa.

La vida diaria en Castries

 
    Seguimos la ruta por Coral Street, siendo testigos de la vida diaria de los habitantes de la capital, hasta llegar a Derek Walcott Square, en honor al segundo premio Nobel de Santa Lucia. La plaza es un pequeño parque, muy bien cuidado, con un quiosco de música, un monumento a los caídos en la I Guerra Mundial y un árbol saman de cuatrocientos años de antiguedad. Recibe el nombre local de Massav, por una curiosa historia, un visitante le preguntó a un taxista por el nombre del árbol, contestando "massav", que en la lengua criolla patois, significa "no lo sé", creyendo el turista que ése era el verdadero nombre del árbol. Rodeando  la plaza se hallan varios edificios de interés que nos dispusimos a visitar a continuación.

Massav en Derek Walcott Square

Frecos en las paredes de la Catedral

    Situada en el lado este de la plaza, se encuentra la Catedral, construída en 1897, fue consagrada como Catedral en 1957 al establecerse la diócesis en la ciudad. Es una de las catedrales de mayor tamaño del Caribe. El interior del templo está formado por tres naves y en el que destacan los frescos pintados en las paredes por el artista local Dunstan St. Omer, que se caracterizan por los colores vivos que emplea y que inundan de color y alegría las paredes.

Frescos del artista local Dunstan St. Omer

    En otro de los lados de Derek Walcott Square está la Biblioteca Central, construída a finales del siglo XIX, consta de dos plantas, con una fachada muy bien conservada. Entramos en su interior, pero lo más destacable del edificio es su fachada.

Fachada de la Biblioteca Central

Paseando por Brazil Street

    En la plaza también se sitúa una de las calles más bonitas y de mayor interés arquitectónico, Brazil Street, conserva edificios coloniales, que no se vieron afectados por los incendios que asolaron la ciudad en épocas pasadas. Son casas de madera de dos plantas, con balconada y pintadas con vivos colores. Y así con el recorrido al centro histórico de Castries, finalizamos la visita a una de las islas que más nos gustó de nuestro viaje pirata al Caribe.

Casas coloniales en Brazil Street

En el puerto de Castries