RETOMAMOS LA VISITA A LA VALETA Y NOS VAMOS A VISITAR VITTORIOSA
Amaneció el día en la Valeta con un viento huracanado, que nos iba a condicionar las visitas que teníamos previstas para esta jornada. A pesar de las inclemencias meterorológicas subimos a la azotea del hotel desde la que se tienen unas vistas excepcionales de la ciudad, de entre todos los tejados sobresale la
cúpula de la
Iglesia de los Carmelitas, que visitaríamos posteriormente. Retomamos la visita a la Valeta en Republic Street, la calle principal, jalonada por edificios barrocos de piedra caliza y con balconadas de madera pintadas en color verde. La calle aún conserva a lo largo de su recorrido, el legado británico con las cabinas y buzones "modelo british" que recuerdan la herencia de muchos años de dominio inglés en la isla.
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Paseando por Republic street |
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Cabina y buzón modelo "british" |
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Al fondo la fachada de la Biblioteca Nacional |
Nos asomamos a St. John Square, presidida por la
Cocatedral de St. John, ejemplo de arte barroco, edificada entre 1573 y 1577, fue mandada construir por el Gran Maestre francés Jean de la Cassière. Obra del arquitecto maltés Gerolamo Casser y decorada por Mattia Preti. En 1816 el Papa Pío VII la convirtió en Catedral, compartiendo el título con la ya existente en Mdina, de ahí le viene el nombre de Cocatedral. También desempeñó funciones de santuario, muchos Caballeros están enterrados en St. John. Pero en esos momentos se levantó una gran ráfaga de viento...que nos hizo volver sobre nuestros pasos en buscar de un lugar más recogido. Pasamos nuevamente junto al
Café Cordina, todo un clásico en la Valeta, inaugurado en 1837. En su escaparate, junto a auténticas delicias para el paladar, nos llamó la atención una reproducción de un pequeño bus de los que hasta hace pocos meses circulaban por toda la isla, caracterizados por estar un poco destartalados y de los que no queda rastro alguno. Enfrente del Café se halla la
Biblioteca Nacional, diseñada y construída por Stefano Ittar para agrupar las colecciones de libros y objetos de valor dejados por los Caballeros tras su muerte, conforme a un decreto de 1555. Accedimos a su interior, visitando la sala de investigación y estudio.
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Sala de investigación y estudio en la Biblioteca Nacional |
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Pequeño bus en el escaparate del Café Cordina |
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Reloj con las figuras de los moriscos |
Continuamos por Republic Street hasta llegar a Merchant´s street donde se halla el
Palacio de los Grandes Maestres, el gran maestre de la Orden de San Juan, Pietro del Monte mandó a Girolamo Cassar su construcción entre 1570 y 1580. Fue considerado en su época el palacio más confortable. Fue residencia de los altos cargos de la Orden hasta principios del siglo XIX. En su interior visitamos sus zonas libres, el patio del Príncipe, en honor al hijo de la Reina Victoria, Alfredo, en el que destaca un bello reloj de 1745 obra de Gaetano Vella, rematado en su parte superior por las figuras de dos moriscos que dan las horas con un martillo de herrero y que pudimos contemplar en plena acción a la hora en punto. Y el patio de Neptuno, bajo arcadas, presidida por la estatua en bronce del dios del mar obra de Jean Bolgne y rodeado de árboles. Actualmente es la sede del Parlamento. En la fachada del Palacio, de ochenta y nueve metros de altura, destaca una gran galería de color azul, sustentada por ménsulas, llama la atención la situada en la esquina con una iconografía erótica. A la salida tuvimos la suerte de contemplar el cambio de guardia.
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Patio de Neptuno |
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Fachada del Palacio de los Grandes Maestres |
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Casa de las Palomas |
A pocos metros, en uno de los laterales de la Plaza St. George nos encontramos con el curioso edificio conocido como
Casa de las Palomas, atribuído a Francesco Buonamici, fue la residencia del Caballero Verdelin. La fachada es de estilo barroco y el nombre de la casa, le viene por las esculturas de palomas que decoran los dinteles de las ventanas y que también forman parte del escudo de armas de Verdelin.
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Con vistas a Merchant´s street |
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En los salones del Teatro Manoel |
Continuando con nuestra ruta, bajamos por la calle del Viejo Teatro, hasta llegar al
Teatro Manoel, que ya habíamos visitado la noche anterior y donde accedimos a sus salones y a su cafetería, con un bello patio interior con arcadas. Otro de los edificios que destacan en la calle es la
Iglesia de los Carmelitas, el templo más antiguo de la capital, data de 1570, y precisamente no es por su interior por lo que es conocida si no por su gran cúpula elíptica visible desde cualquier punto de la ciudad, la misma tuvo que reconstruirse en 1958 tras los bombardeos de la II Guerra Mundial. A pocos metros está la
Catedral Anglicana de San Pablo, construída entre 1839 y 1844, de estilo neoclásico con fachada de columnas. La Reina Dowager Adelaida, en su visita a la isla se enteró de que no había ninguna iglesia anglicana por lo que mandó construirla.
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Interior de la Iglesia de los Carmelitas |
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Cúpula de la Iglesia Carmelitas |
Y seguimos callejeando hasta llegar al puerto, con la vista del
Fuerte St. Elmo en el horizonte, protagonista directo del Gran Asedio que vivió el monte Sceborras y sobre el cual se construyó posteriomente la ciudad, por parte de los otomanos en 1565. Al finalizar el asedio, el arquitecto Laparelli reconstruyó el fuerte que había sido destruído.
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Fuerte St. Elmo |
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Callejeando por Vittoriosa |
Y llegó el momento de visitar la principal y más antigua de las
Tres Ciudades,
Vittoriosa, conocida también como
Birgu, hasta que tras la victoria sobre los otomanos se le cambió el nombre. En su origen fue un pequeño poblado de pescadores que fue creciendo tras un castillo "Castell'a Mare". En 1530 con la llegada de los Caballeros de la Orden de San Juan a Malta, se instalaron en el antiguo castillo pasando a llamarse Castillo de St. Angelo. Los Caballeros decidieron trasladarse de la ciudad interior de Mdina a Vittoriosa, fortificando todo el pueblo. Con la construcción de la Valeta, se trasladó el gobierno a la nueva capital, aunque Vittoriosa y las Tres Ciudades continuaron manteniendo su importancia naval dentro de la Orden de San Juan. Durante el dominio inglés en la isla aumentaron su importancia naval, convirtiéndose en la base de la flota británica en el Mediterráneo. Durante la II Guerra Mundial, las Tres Ciudades sufrieron graves desperfectos por los efectos de los bombardeos.
Para llegar a Vittoriosa, tomamos el bus 2 desde la estación de autobuses de la Valeta y en veinte minutos nos dejó a pocos metros de una de las antiguas Puertas de acceso a la ciudad, la
Puerta de Provenza, del siglo XVII que desemboca en Main Gate street. Acompañados de un tiempo muy desapacible, que nos hizo tener que resguardarnos en una tienda de souvenirs mientras descargaba una gran tromba de agua. caminamos por Main Gate hasta llegar al
Palacio del Inquisidor, edificio que data de la primera mitad del siglo XVI, en su origen fue de un tribunal de los Caballeros y como su nombre indica posteriormente tribunal y residencia oficial de la Inquisición.
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Frescos en el Palacio del Inquisidor |
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Vittoriosa square |
Nuestra siguiente parada fue
Vittoriosa square, la plaza principal, rodeada de bellos edificios históricos barrocos realizados en piedras con sus característicos balcones. Seguimos callejeando hasta el
Puerto Deportivo, Grand Harbour Marina, en la que vimos atracados espectaculares yates, curiosamente, con bandera de las Islas Caimán. En contraste, encontramos amarradas en el puerto las típicas embarcaciones "luzzus".
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Edificios barrocos en Vittoriosa square |
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En el Puerto Deportivo con vistas a Senglea |
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Los luzzus |
Aprovechamos para dar un paseo por los alrededores del legendario
Fuerte St. Angelo, el fuerte debe su nombre a Angelo Melfi. Durante el siglo XVI fue la residencia de los Caballeros y posteriomente desempeño la función de prisión. Durante la II Guerra Mundial fue el cuartel de la marina británica . Otro de los alicientes que se tienen en el puerto son las maravillosas vistas de Senglea y de la Valeta.
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Fuerte St. Angelo con vistas a la Valeta |
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Calles medievales en Birgu |
Subimos nuevamente hasta Vittoriosa square, donde tomamos las calles Hilda Tabone e Il Majjistral que suponen el inicio de las estrechas
calles de origen medieval y que albergan los principales edificios históricos de Vittoriosa, los albergues de Alemania, Provenza, Francia y Castilla. Nos sorprendió gratamente la visita al casco antiguo, peatonal, muy bien conservado y en solitario. El
Albergue de Inglaterra, fue el primero de los edificios históricos que visitamos, fue residencia de los Caballeros de lengua inglesa, construído entre 1505 y 1533, de estilo manierista. Ha sido restaurado en 1989, actualmente es una biblioteca pública. En su interior destaca un bello patio arbolado.
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Patio del Albergue de Inglaterra |
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Casa Normanda |
Continuamos callejeando hasta llegar en North street a la
Casa Normanda, del siglo XIII, destaca en su fachada la doble ventana geminada gótica. En el interior de la casa nos llamó la atención uno de sus elementos decorativos, una rueca. Y finalizamos la visita a la ciudad en la
Iglesia San Lorenzo, edificio de estilo barroco, obra de Lorenzo Gafa. Ya de noche, finalizamos el día tomando una cerveza local "cisk" en un bar cerca del hotel, que tenía un ambiente agradable.
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Iglesia San Lorenzo |
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Tomando una cerveza local |
A mí Vittoriosa me gustó mucho. Tiene un aire medieval muy atractivo y apenas hay gente visitándola.
ResponderEliminarQue pena que el tiempo no os respetara... A nosotras también nos llovió un par de días y eso que dicen que en Malta siempre hace buen tiempo...
Un saludo ;)
Hola Helena,
EliminarA mi también Vittoriosa me gustó mucho, perderse por las calles medievales...el tiempo no nos acompañó mucho,era el mes de enero, pero bueno en los siguientes días fue mejorando.
Un saludo.
Que post tan completo!! Muy buena información por si algún día podemos recalar por allí...
ResponderEliminarQué curiosa la Iglesia Carmelitas toda llena de sillas en lugar de bancos!!!
Hola Purkinje,
EliminarGracias por tu comentario.
Henar, bien observado el detalle de la Iglesia de los Carmelitas, no me había dado cuenta.
Saludos.
Victor , yo pude montarme en uno de esos autobuses, ahora ya retirados.Fue muy divertido porque son muy curiosos y los llevan decorados por dentro de una manera muy original.Es una pena que ya no estén en circulación porque tenian su encanto.
ResponderEliminarHola Pury,
EliminarGracias por tu comentario.
No te imaginas como echamos de menos poder habernos subido en los autobuses de antes, pero ya los habían cambiado, lástima !!
Un beso.
Cada vez tengo más ganas de visitar Malta!! Qué chula es!!!
ResponderEliminarPor cierto, del cambio de guardia no tienes fotos?
Saludos
Hola Carmen,
EliminarGracias por tu comentario.
Carmen, sí tengo fotos del cambio de guardia, a ver si las subo al post.
Saludos.
Qué cucada los buses y lástima que ya no quede ni rastro de ellos. Las bibliotecas me encantan así que si alguna vez voy para allá no me perderé la que visitasteis con todo lo que dejaron los caballeros. La Valeta tiene pinta de ser precioso. Un abrazo. ;-)
ResponderEliminarHola Babyboom,
EliminarGracias por tu comentario.
Fue una pena que ya no funcionasen los autobuses tradicionales. La visita a la Biblioteca Nacional con la sala de estudio e investigación fue muy interesante, además gratuíta.
Un abrazo.
Me encanta! Bonitas fotos! Lo que más me gustó, puede que sea Vittoriosa.
ResponderEliminarHola Artabria,
EliminarGracias por tu comentario.
La visita al casco antiguo de Vittoriosa fue una grata sorpresa, aunque el tiempo no nos acompañó.
Un saludo.
Cuanto más leo más ganas tengo de ir, un post muy completo y con mucha información. Todavía me pregunto que harían barcos de las Islas Caimán por allí ...
ResponderEliminarUn abrazo !!!
Hola Carfot,
EliminarGracias por tu comentario.
Yo creo que las embarcaciones de las Islas Caimán en Malta, se debía al dinero que se mueve en esa isla caribeña y a que es un paraíso fiscal, por ahí pueden ir los tiros...
Un abrazo.
Muy interesantes estas dos ciudades, la Valeta y Vittoriosa, las dos con edificios barrocos y estas bonitas calles del casco antiguo. A pesar del mal tiempo hiciste unas fotos muy hermosas.Saludos.
ResponderEliminarHola Cincuentones,
EliminarGracias por vuestro comentario.
Callejear por la Valeta y Vittoriosa, admirando los edificios barrocos con sus característicos balcones es lo más interesante de la visita.
Saludos.
Pásate por mi blog, que tienes una sorpresita: http://www.locosxlosviajes.com/2012/03/los-premios-liebster.html.
ResponderEliminarSaludos
Hola Carmen,
EliminarYa me he pasado por el blog, muchas gracias por acordarte de mi. Todo un detalle.
Saludos.
A mi me pasa como a Carfot, cuanto más leo más ganas tengo de ir. Malta es un sitio que hace unos años no me llamaba nada, yo creo que por desconocimiento, pero últimamente cada vez me atrae más. Muy buena info, Victor.
ResponderEliminarBesos
Hola Carol,
EliminarMalta es un destino que siempre he tenido presente, pero que no encontraba el momento de ir a conocerlo. Sí merece la pena una escapada, en especial por sus bellos parajes naturales.
Un beso.
Veo que se me han adelantado porque yo también te he nombrado ganador de los premios Liebster a mis blogs preferidos, espero que te haga ilusión, en mi blog podrás ver todos los detalles ;-)
ResponderEliminarHola Carfot,
EliminarMuchas gracias !! Me ha hecho mucha ilusión que te hayas acordado de mi.
Un abrazo.
Me sorprendió la Co-catedral de St John, tan sobria externamente y tan ricamente decorada en su interior. Una cosa que me llamó la atención fue la gran devoción religiosa de los malteses; las iglesias estaban siempre abarrotadas y las mujeres aún se cubrían la cabeza con las típicas mantillas negras. ¿Aún sigue así?.
ResponderEliminarVittoriosa también me gustó mucho, al igual que Senglea y Cospicua. Cada una tiene lo suyo.
Por cierto, nosotros también hicimos varios desplazamientos en esos autobuses del año de la catapún...muy lentos aunque una experiencia divertida.
Hola María Teresa,
EliminarGracias por tu comentario.
María Teresa, la verdad es que no recuerdo a las mujeres en misa con mantilla.
El casco antiguo de Vittoriosa fue una grata sorpresa, muy bien cuidado.
Nos quedamos con las ganas de subirnos a los autobuses tradicionales, una pena, hubiese sido una buena experiencia.
Un abrazo.
Quería escaparme a Malta en semana santa pero ya no hay billetes los días que yo puedo ir, se me resiste y mira que le tengo ganas y más me han entrado cuando he leído y visto tus fotos. Estupenda entrada, me ha encantado Vittoriosa.
ResponderEliminarHola Caliope,
EliminarGracias por tu comentario.
Creo que la mejor fecha para ir a Malta es en invierno, te evitas las hordas de turistas, consigues mejores precios y además el invierno en la isla no es crudo. Estoy seguro que se te presentará otra ocasión para ir a Malta.
Un saludo.