Hong Kong, entre la tradición y la modernidad V

VISITAMOS ABERDEEN Y VIAJAMOS EN  EL STAR FERRY

  En nuestro último día en Hong Kong, nos acercamos hasta Aberdeen, puerto pesquero, que ha sabido conservar intactas las antiguas tradiciones. En cantonés se le denomina Heung Kong Tsai, " pequeño puerto fragante ". Antes de que llegaran los dominadores británicos, ya era una aldea de pescadores, hoy en día aún mantiene ese carácter, pero rodeado de viejos moles de edificios, construídos por el Gobierno en la década de los 80, para que el pueblo hoklo, que emigró desde la provincia china de Guangdong durante el siglo XIX y que aún vive en casas flotantes en el puerto, las abandonaran para irse a vivir a tierra firme.

En la lonja del puerto de Aberdeen

    Para llegar a Aberdeen cogimos el bus número 70 desde Exchange Square Bus Station, que por 4,70 HKD por persona, nos dejó en cuarenta minutos en la estación de buses, a pocos metros del puerto.

Iniciamos la visita al puerto, en la lonja de pescadores, donde caminamos junto a los puestos donde se celebra a diario una interesante subasta de pescado, pero nos quedamos con las ganas de verla, ya que cuando llegamos había finalizado. Pudimos contemplar el trabajo de los pescadores recogiendo  los cajones y utensilios utilizados para la venta de pescado. En la lonja hay una pequeña tienda de souvenirs  relacionados con el mar y la pesca que aprovechamos para  visitar.

Barco pesquero en Aberdeen

El sampan en el que recorrimos el puerto

   Y llegó uno de los momentos más divertidos de la visita a Aberdeen, dar una paseo en sampan, tras negociar el precio, nos pedía 50 HKD y al final regateando nos lo dejó en 40 HKD, con la patrona de la embarcación, una anciana a la que no se le entendía nada, pero con la que nos reímos un montón, ya que se empeñó durante todo el trayecto en hacer de improvisada fotógrafa, sacándonos fotos con los típicos sombreros de la población hoklo, caracterizados por su amplitud y su forma cónica.

A bordo del sampan con los sombreros de los hoklos

Las casas flotantes de los hoklos

    El paseo en sampan tiene una duración de treinta minutos. Durante el trayecto por el puerto, se pasa primero junto a las casas flotantes de los hoklos, donde vimos su vida diaria a bordo de las casas- barcos. En nuestro recorrido en sampan , pudimos  ver pequeñas embarcaciones con personas a bordo, practicando  la peculiar técnica de pescar a mano  . A continuación, llegamos a los astilleros. Nuestro siguiente punto de interés en la travesía, fue el puerto deportivo de Aberdeen Marina Club, donde embarcaciones de lujo contrastaban con las más tradicionales y humildes que habíamos visto anteriormente.

Técnica de pesca a mano

Jumbo Kingdom

    Y finalizamos la ruta en barco en una de las principales atracciones de Aberdeen, el Jumbo Kingdom, el mayor restaurante flotante del mundo. El complejo hostelero flotante está formado por dos restaurantes, el Jumbo, fue construído en octubre de 1976, tardándose cuatro años en terminar las obras, su interior tiene el diseño de un ancestral palacio imperial chino y el Tai Park, de 1957 y con una capacidad para más de cuatrocientas personas.

En el sampan con el Jumbo Kingdom al fondo

Tin Hau Temple

    Después de la grata experiencia del recorrido en sampan, nos dispusimos a dar una vuelta por el centro de Aberdeen. En un pueblo cuya principal actividad a lo largo de su historia ha sido la pesca, no podía faltar  el Tin Hau Temple, construído por pescadores locales en 1851, en honor a la diosa de los mares y reconstruído en 1999. Su interior alberga reliquias de la dinastía Qing, como una enorme campana de la época del reinado de Yong Zheng, de 1726.

Detalle en Tin Hau Temple

Templo en medio de la calle

Restaurante en Aberdeen

   Y no podíamos finalizar la visita a Aberdeen sin entrar en un restaurante chino, una vez más, nos encontramos con las cartas sólo en cantonés. Nos invitaron a que entrásemos en la cocina para elegir los platos, pero con la ayuda de unas comensales que hablaban inglés, no fue necesario. Con una suculenta comida china concluímos la visita a Aberdeen. De vuelta a la parada de bus, nos encontramos con algún curioso templo, situado  en una esquina de una calle y que parecía más bien la obra de algún ferviente devoto.

Suculenta comida china

   Regresamos al distrito Central en la isla de Hong Kong en la misma línea de bus, donde una persistente niebla se extendía por toda la ciudad. Aún así,nos acercamos al segundo rascacielos más alto de Hong Kong, el IFC II, con la esperanza de poder observar las vistas desde su mirador situado en la planta 55, pero la niebla no nos dejó ver nada. Para acceder al mirador es necesario registrarse previamente en el lobby. El International Finance Centre está formado por dos rascacielos, el más alto de ellos es el IFC II,  que es el que tiene el mirador y fue el que visitamos. Consta de 88 plantas o lo que es lo mismo 415 metros de altura y fue inaugurado en el año 2003.

El star ferry

   A poco más de cinco minutos a pie del IFC se encuentra el embarcadero de Central Star Ferry Pier, desde el muelle 7 salen continuamente los star ferrys que unen la isla de Hong Kong con la península de Kowloon, con un amplísimo horario, desde  las 6 : 30 de la mañana hasta las 11 de la noche, con un precio irrisorio 2,50 HKD los días laborables y 3 HKD los fines de semana y festivos. El star ferry fue inaugurado en 1888 y es utilizado a diario no sólo por turistas, sino por miles de locales para pasar de la isla a la península.

En el interior del star ferry

    La duración del trayecto entre Central y Tsim Sha Tsui es de diez minutos. El principal atractivo del star ferry son las vistas que se tienen del skyline desde el ferry y también que te deja en el embarcadero, que se encuentra a pocos metros de la Avenida de las Estrellas, lugar privilegiado para ver los rascacielos de Central. Pero debido a la intensa niebla que cubría el horizonte de la isla, nos quedamos con las ganas de contemplar el skyline a plena luz del día. A pesar de todo, dimos un agradable paseo por la Avenida de las Estrellas y así fue como finalizamos nuestro viaje a Hong Kong, del que nos despedimos con un buen sabor de boca y con la sensación de haber cumplido nuestro objetivo.

Barco tradicional en Victoria Harbour