Saboreando Indonesia IV

VISITA A DENPASAR, LA CAPITAL DE BALI

    Denpasar, antigua capital del reino de Badung, fue conquistada por los colonizadores holandeses en 1906. El día 14 de septiembre una fuerza abrumadora del ejército holandes desembarcó en la playa de Sanur, marchando hacia la capital casi sin resistencia. La ciudad se encontraba casi vacía, al llegar a las proximidades del Palacio Real los conquistadores holandeses vieron humo que salía del edificio y el ruido de tambores. Una procesión marchaba en silencio encabezada por el Rajá, que vestía sus mejores galas y joyas, acompañado de su guardia real, sus mujeres, hijos y sacerdotes, todos ellos ataviados con la misma vestimenta que el Rajá. Cuando la procesión se encontraban a cien pasos del ejército holandés, se detuvo, el Rajá bajó de su palanquín y ordenó a uno de sus sacerdotes que hundiese su puñal en su pecho. Acto seguido, el resto de personas que componían la procesión se fueron matando unos a otros. Una bala perdida, hizo que los holandeses abriesen fuego contra la multitud que salía del Palacio, mientras las mujeres lanzaban joyas y monedas de oro a las tropas. Se calcula que fallecieron más de 1.000 balineses.
Posteriormente, las tropas holandesas despojaron de los objetos de valor a los fallecidos y saquearon las ruinas del Palacio Real, ya quemado. Este hecho histórico es conocido con la palabra balinesa "puputan", sacrificio suicida.

Nuestra habitación en el hotel All Seasons

   Tras 12 horas de un largo trayecto en bus y ferry, llegamos ya de noche a una estación perdida de autobuses, llamada Ubung y muy alejada del centro de Denpasar, la capital de Bali. La única opción para llegar a la civilización era coger un taxi, cuya tarifa era fija, ni regateo ni nada, 90.000 rupias, o lo tomas o lo dejas...así que no nos quedó otra que pasar por el aro y pagar. Nuevamente elegimos un hotel All Seasons para alojarnos, correcto y a pesar de ser más caro, no llegaba al nivel del hotel de la misma cadena en que nos habíamos hospedado en Yogyakarta.

A la mañana siguiente nos dispusimos a visitar la ciudad, a pesar de ser un destino que muchos viajeros obvian, nosotros decidimos visitarlo y darle al menos una oportunidad. Nos dirigimos andando hasta el centro neurálgico de la ciudad que se concentra en torno a la Plaza de Puputan, pero dada la distancia que nos separaba de ella,  por el camino decidimos coger un taxi, que nos cobró, utilizando  taxímetro,  la cantidad de 950 rupias, al cambio menos de 1 euro.

Monumento a los héroes del reino de Badung

    El centro de la Plaza de Puputan está ocupado por un cuidado y extenso  parque, en la parte norte destaca el monumento llamada Taman Puputan, levantado en honor a los Héroes del reino de Badung, representa a tres guerreros vestidos con el tradicional sarong y el fajin y empuñando una lanza que recuerda el hecho histórico acontecido el 14 de septiembre de 1906, según el cual la población  prefirió el sacrificio de la muerte antes de rendirse ante el ejército holandés. Todos los años se conmemora el sacrificio. El parque está bien conservado, poblado de árboles , con amplias zonas ajardinadas y provisto de bancos donde poder descansar o simplemente sentarse a contemplar cómo transcurre el día a día en la capital balinesa. Caminamos transversalmente a lo largo del parque, camino de la parte más monumental de la plaza, donde se concentran los templos que teniámos interés en visitar.



Plaza de Puputan con el monumento Taman Puputan

Con sarong y fajín en el Templo Jagatnatha

     En el ala este de la plaza se alza el Templo Jagatnatha, construído en 1953 y dedicado al dios supremo Sanghyang Widi. Antes de entrar nos ataviamos con el sarong y el fajín balinés y previo pago de 20.000 rupias por la entrada, aunque en un principio nos pedían el doble, accedimos a su interior, que estaba siendo restaurado, pero como era el primer templo hindú balinés que visitábamos no nos importó en demasía. En el templo destaca el santuario de coral blanco, pero no pudimos disfrutarlo en todo su esplendor ya que se encontraba rodeado de andamios, la deidad está simbolizada por medio de un trono vacío, en su base una tortuga representa el mito hindú del mundo y dos nagas, serpientes mitológicas, que simbolizan la fundación del mundo y que se encontraban bastante dañadas, incluso alguna de ellas estaba decapitada.  Los muros del templo están decorados con bellas imágenes talladas de episodios de Ramayana y Mahabharata, epopeya de la India.



Templo Jagatnatha, con imágenes talladas de Ramayana y Mahabharata

En la base del trono, tortuga y dos nagas, serpientes mitológicas

Templo Maospahit

     Nuestra siguiente visita fue el Templo Maospahit, que se encuentra muy cerca del anterior, construído entre los siglos XIII y XIV, pero nos tuvimos que conformar con verlo desde el exterior, a través de las rejas de la puerta partida, al encontrarse cerrado.

En la misma Plaza Puputan nos llamó la atención un majestuoso edificio presidido por la bandera de Indonesia, la Casa del Gobernador, decorando su fachada principal,  se encuentran dos estatuas de elefantes que flanquean la puerta de entrada,  dando  una pincelada de exotismo a la residencia.



El Templo Maospahit desde la puerta partida

La Casa del Gobernador

Detalle de los elefantes delante de la fachada principal

Catur Muka

    La grandiosa estatua de Catur Muka, con sus nueve metros de altura completa el conjunto arquitectónico de la plaza, llamada también Batara Guru, Señor de las Cuatro Direcciones, por los cuatro rostros orientados hacia los puntos cardinales. Construída en 1973 por Gusti Nyoman Lempad, representa al dios Brahma, creador del Universo con cuatro caras.

Batara Guru, Señor de las Cuatro Direcciones

Mercado de Badung

      Nos fuimos callejeando por Denpasar camino del Mercado de Badung, el mercado tradicional de mayor tamaño de la capital y que consta de dos plantas . Situado en Gajaj Mada street, en las tiendas de su interior te puedes encontrar cualquier cosa, comida, especies, ropa, menaje de cocina o productos de limpieza...la anécdota vino cuando tuvimos la genial idea de  probarnos unos sombreros tradicionales y después tuvimos a la vendedora persiguiéndonos durante toda la visita al mercado para que se los comprásemos,  mientras iba bajando el precio...la visita al mercado nos gustó mucho por su autenticidad y por la ausencia de turistas, en esos momentos eramos los únicos occidentales que se encontraban allí. Rodeando el edificio del mercado, hay multitud de puestos de comida preparada, frutas y verduras. Aprovechamos para comprar unos mangos, que probariámos más tarde y que estaban deliciosos.
A la salida del mercado nos dirigimos nuevamente a la Plaza Puputan, caminando por la calle nos encontramos con varios almacenes de frutas, en su interior almacenaban inmensos cestos repletos de mandarinas. Una vez en la plaza,  negociamos un taxi, 120.000 rupias que nos acercó en 45 minutos a nuestro siguiente destino en Indonesia, Ubud,  la capital cultural de Bali.



Con los sombreros tradicionales en el mercado de Badung

Vendedoras en el Mercado de Badung