Vidas anónimas en Jordania

27 junio 2013


   Éste es un relato diferente, escrito desde el corazón y dedicado a todas las vidas anónimas de las personas que fuímos conociendo durante nuestra estancia en  Jordania. Historias anónimas pero con un bagaje personal detrás increíble, llenas de humanidad e intentando salir adelante a pesar de las grandes dificultades del día a día y en un país con grandes diferencias sociales, dedicado a la hospitalidad y a la cariñosa acogida del pueblo jordano que nos brindó desde nuestra llegada y siempre con una sonrisa en sus labios.
¡¡ Va por vosotros !!














RECORRIENDO EL BARRIO DE JEBEL AL-ASHRAFIYED

 
Mezquita Abu Darwish
   La historia podía comenzar en cualquier bazar, calle o barrio de Amman, pero iniciaremos el relato cuando visitamos la que para nosotros fue sin duda la Mezquita más bonita de Amman, Abu Darwish, construída en piedra blanca y negra traída de la vecina Siria en 1961. Situada en una de las siete colinas de Amman. Cuando intentamos visitarla se encontraba cerrada, así que tuvimos que conformar con recorrer sus exteriores y verla sólo por fuera y además sabíamos que era muy difícil el acceso a los no musulmanes. Mientras intentábamos encontrar una puerta que estuviese abierta y admirábamos la belleza de la Mezquita, nos dimos cuenta de que este barrio era diferente a los que habíamos visitado anteriormente, la gente sentía curiosidad por nuestra presencia, nos saludaban efusivamente con la palabra "welcome" y una sonrisa en los labios, ninguna de las mujeres que vimos en las inmediaciones del barrio vestía con ropa occidental,.. estábamos en el barrio de Jebel al-Ashrafiyed y después de visitar la bella Mezquita, habíamos decidido que para regresar al centro, no cogeríamos la opción más fácil, un taxi, si no que a pesar de la distancia y el camino serpenteante, iríamos caminando por el barrio para intentar conocer la vida cotidiana, no nos lo queríamos perder por nada en el mundo...

Con mis amigos en el barrio de Jebel al-Ashrafiyed

Niña posando sobre el muro


 

 
Niños en la ventana
   Recuerdo con cariño y nostalgia la sonrisa de los niños del barrio que venían a nuestro encuentro, descalzos en su gran mayoría, o  los que nos miraban desde las ventanas de sus modestas casas, posando impacientes para que les hiciéramos una foto, sentían gran curiosidad por nuestra presencia y sonreían tímidamente cuando veían sus caras reflejadas en las fotos de la cámara digital. Ahora siento con la perspectiva que da el tiempo, que sólo pudimos obsequiarlos con los caramelos que teníamos en los bolsillos y con una sonrisa y pienso qué será de Jordania y del incierto futuro de esa generación...


Nos llegaron al corazón

Niño sonriendo asomado a la puerta


 
 

Frutería en el barrio
   Continuámos el recorrido en zig zag por el laberíntico barrio de Jebel al-Ashrafiyed, cada poco nos teníamos que detener para preguntar el camino hacia el centro, incluso se ofrecieron a llevarnos en coche, pero preferimos seguir disfrutando de la presencia de los niños y de las escenas de la vida cotidiana del barrio, que transcurría con la parsimonia de siempre, donde parece que las manecillas del reloj se han detenido para siempre...el frutero haciendo uso de las básculas de antaño, el costurero, el butanero, el zapatero,...todos los oficios inimaginables, que se agrupan por gremios en cada una de las calles, como se hacía antiguamente y que nos acogían con palabras de bienvenida y con una sonrisa en los labios. No parecía molestarles nuestra presencia, al contrario se alegraban que después de visitar su Mezquita, te interesaras por la vida del barrio.

El zapatero del barrio

Costurero en el barrio de Jebel al-Ashrafiyed





EN EL CORAZÓN DE AMMAN

   Cuando llegamos al aeropuerto de Amman procedentes de España, a altas horas de la madrugada y mientras esperábamos un bus local que nos llevaría a una estación perdida de la capital, a pesar del cansancio acumulado charlamos amistosamente con los conductores de los buses que nos contaban la dureza de su larga jornada laboral, 12 horas  al día, con un pequeño descanso de media hora para comer un tentempié que les permitiera aguantar la dura jornada laboral, pero a pesar de ello estaban contentos, tenían trabajo y podían llevar dinero a sus modestos hogares para mantener a sus familias.

Con uno de los conductores del bus local





 
Interior de la Mezquita Al Hussein
    Otra de las vidas anónimas que se suma a este relato y que  conocimos en Amman, al lado de  la Mezquita principal de la ciudad,  Al Hussein, que habíamos visitado anteriormente a pesar de alguna que otra mirada de desaprobación. A la salida se encontraba un pequeño puesto ambulante de dulces, riquísimos, y que no dudamos en probar, mientras estábamos degustando el dulce delante del puesto, se nos acercó un chico de un puesto próximo, que sin dudarlo cogió la guía que llevábamos, ayudándose de las fotos nos fue mostrando con toda la ilusión del mundo,  los lugares de más interés turístico de Jordania y visitas que podíamos realizar en Amman, sin pedirnos nada a cambio.

Junto al puesto ambulante de dulces al lado de la Mezquita

Tienda de ropa en el corazón de Amman



 

Deliciosos dulces en la pastelería Habibah
   Otra de las vidas anónimas que nunca olvidaremos sucedió en una conocida pastelería de Amman, Habibah, frecuentada sólo por locales, mientras saboreábamos el delicioso dulce con almíbar y queso a la salida del establecimiento, se nos presentó un anciano de eterna sonrisa, un palestino que tuvo que emigrar hace muchos de años de su tierra, Jerusalem y buscar refugio en la vecina Jordania, cuando las tropas israelíes ocuparon Tierra Santa. Hoy en día Jordania cuenta con varios campamentos de refugiados palestinos que viven en precarias condiciones. Nuestro amigo palestino se emocionaba cuando hablaba de su querida y añorada Palestina...

La pastelería sólo frecuentada por locales

Con mi amigo palestino




 
En el Restaurante Hashem
   El Restaurante Hashem situado en el corazón de Amman y frecuentado también en su inmensa mayoría por los locales, en el que servían humous, falafel, patatas y ensalada por un irrisorio precio, no se nos olvidará el último día antes de despedirnos de Amman cuando entramos en el local el dueño nos reconoció, acordándose hasta del lugar donde nos habíamos sentado la noche anterior, siempre pendiente de nosotros para que nos atendiesen bien y cobrándonos precios de locales. En Amman, nunca tuvimos la sensación de que nos quisieran cobrar de más por ser de fuera, salvo claro los taxistas, pero eso es otra historia.

Humous, falafel, ensalada y patatas...




VISITANDO EL PUEBLO DE WADI MUSA, MENOS TURÍSTICO


En una peluquería de Wadi Musa
   Wadi Musa no sólo es Petra, también tiene su interés que reside en la intensa actividad comercial, diferentes negocios, agrupados por gremios como antaño y a dónde no llegan habitualmente los turistas. Recorrimos de noche las calles donde viven y trabajan los jordanos, no conocen de horarios, eran más de las 10 de la noche y la actividad era incesante, el peluquero que nos recibe con una sonrisa, preguntándome si quería cortar el pelo, el zapatero, el sastre que confecciona los trajes típicos árabes y que no duda en entablar una conversación...Todas ellas vidas anónimas que tuvimos la inmensa suerte de conocer y que nunca olvidaremos, la acogida de este hospitalario pueblo jordano que nos llegó a los más profundo de nuestro corazón.

Niño cortando el pelo

Zapatero en Wadi Musa

El sastre confeccionando los trajes















Nunca olvidaremos la hospitalidad del pueblo jordano

21 comentarios:

  1. Hola ,,, muchas gracias por estos buenos relatos sobre la vida en Jordania y vuestras aventuras en el valle de Luna(Rum)....
    estoy alegre por la satisficción
    Bienvenida todos :)
    Saludos de Jordania

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    1. Muchas gracias por tus palabras y bienvenida a El mundo a tus pies !!

      Jordania y sus gentes me han llegado al corazón.

      Saludos

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  2. Muy interesante. No es muy conocida la hospitalidad y amabilidad jordana y le verdad es que en las fotos salen todos sonriendo.
    Al final, ese trato con la gente es una de las cosas que más se recuerdan en los viajes.
    Un saludo ;)

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    1. Gracias, Helena.

      El pueblo jordano fue muy cariñoso y hospitalario con nosotros, nunca lo olvidaremos.

      Saludos

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  3. Un post muy bonito y emotivo, se nota que este viaje os dejó huella :-)

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    1. Gracias, Verónica.

      El viaje a Jordania cumplió altamente nuestras mejores expectativas. Lástima de no disponer de más días.

      Saludos

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  4. Que importantes son las personas y su actitud con el que viene a conocer su cultura. Si del país menos visitado del mundo lo visitaran 100 turistas que hablaran así de su gente, habrían 500 personas más dispuestas a ir a conocerlo... Estoy seguro.

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    1. Tocayo, qué razón tienes con tus palabras. El pueblo jordano fue muy cercano con nosotros, siempre con una sonrisa en los labios.

      Un abrazo.

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  5. Lindas notas sobre Jordania!! Tuve la suerte de visitar el país en Abril del 2012 y quedé enamorada de su gente, sus paisajes, sus riquezas, su hospitalidad! Da gusto que otros viajeros la aprecien también. Saludos desde Argentina y espero verte por mi blog también para compartir experiencias!! Y a seguir viajando y disfrutando!!

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    1. Gracias, María y bienvenida a El mundo a tus pies.

      Me alegra que tú también sintieras la misma hospitalidad y acogida del pueblo jordano.
      María, la acogida del pueblo jordano fue muy parecida a la que viví en tu país, Argentina.

      Un saludo

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  6. Nos has emocionado con vuestra experiencia... sois grandes viajeros y grandes personas.
    Un abrazo

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  7. Excelente entrada sobre Jordania; estamos habituados a ver en diarios y blogs el desierto, Petra y a leer que Amman es muy feo...lo mismo que yo leía de El Cairo, pero realmente estas ciudades tienen de atractivo su vida y su gente, y dando un paseo fuera de lo turístico puedes hacer fotos tan preciosas como las que nos has mostrado en esta entrada, enhorabuena y gracias por enseñar la cara menos conocida de los destinos más conocidos :-)

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    1. Gracias, Caliope.

      Desde siempre siento una gran debilidad por los países árabes. Nunca olvidaré otra ciudad que también me llegó al corazón, El Cairo.

      Saludos

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  8. Cierto Victor, es un relato diferente.
    Se puede ver por las fotos la hospitalidad de ese pueblo, había leído algo sobre la amabilidad de los Sirios y Jordanos y con tu publicación lo afirma.
    Me encanta las fotos,la sonrisa de los niños y los adultos, que buen rollo.

    Bueno empiezo a coger el ritmo que llegamos el viernes y estaba un poco perdido.

    Un abrazo desde Las Palmas.
    http://siemprejuntosporelmundo.blogspot.com.es

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    1. Gracias, pareja !!

      Javier, hablas de Siria...una espina clavada, en su día estuve a punto de ir a visitarla, pero al final no pudo ser...espero que un día pueda conocer este otro bello país, que hoy en día vive una situación dramática envuelta en una guerra civil con un final inicerto.

      Un abrazo.

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  9. Muy bonito post,Victor.
    Un besin

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  10. Cada lugar tiene algo especial, a mí me gusta visitarlo todo y aunque me digan que una ciudad es fea, yo quiero comprobarlo con mis propios ojos. Si visitas Jordania, merece la pena hacer un alto en Amman, vivir el ambiente de la ciudad y conocer sus gentes. La visita al barrio de Jebel al-Ashrafiyed fue un momento especial del viaje y muy emotivo, como tantos otros de este viaje.

    Un beso

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