El Volcán Poas, en las entrañas del volcán

    Un inmenso cráter, habitualmente envuelto en un cúmulo de nubes, pero que cuando se despeja muestra un increíble espectáculo de la madre naturaleza, una laguna de color verde esmeralda y de la que emanan fumarolas de azufre y gases de ácido sulfúrico. Un paseo por el sendero del bosque nuboso que permiten ver los ecosistemas del Parque Nacional y que conducen a un cráter inactivo, la Laguna Botos. Y Alajuela, la cara amable de Costa Rica, segunda ciudad en población del país y que conserva un centro histórico del siglo XIX digno de ser visitado.

INFORMACIÓN PRÁCTICA SOBRE EL VOLCÁN POAS

 

Esperando el bus que nos iba a acercar al Volcán Poas

    Uno de los alicientes para visitar el Volcán Poas es su proximidad con la capital de Costa Rica, San José, 41 km de distancia, otra opción es visitarlo desde Alajuela, que dista sólo 24 km, aunque hay que tener en cuenta que las carreteras en Costa Rica son de doble sentido y sin arcén por lo que los desplazamientos nunca son rápidos y hace que se emplee bastante tiempo en trasladarse de un lugar a otro.

Si no se dispone de vehículo, hay transporte público desde San José y también desde Alajuela. Desde Alajuela sale un bus de la compañía Coopetransa a las 9 : 15 horas de la mañana, llegando al volcán a las 10 :45 hora,  tras hacer una parada en el camino de 15 minutos. La vuelta es a las 14: 30 horas y el precio por trayecto es de 1165 colones. La tarifa para los extranjeros que quieran acceder al Parque Nacional es de 10 dólares. Conviene visitar el Volcán cuanto más pronto mejor, porque con el transcurso del día las nubes irán cubriendo el volcán dificultando enormemente su visión, cuando no impidiéndola. Como en todos los Parques Nacionales de Costa Rica es conveniente llevar un chubasquero, ya que son muy habituales los aguaceros en cualquier momento del día, aunque en este zona en concreto solían producirse a partir de la una de la tarde. Se puede realizar la visita con cualquier tipo de calzado, porque el camino está bien asfaltado.

Croquis del Parque Nacional

Y, ¿ DIVISARÍAMOS EL VOLCÁN...?

Probando la fruta mamones camino del Volcán

    Acudimos puntuales a la terminal de autobuses, teníamos una cita ineludible con uno de los volcanes más espectaculares del mundo en opinión de los volcanólogos, el Volcán Poas. Como era habitual en Costa Rica había amanecido despejado, pero también sabíamos que cuanto más tarde llegásemos al volcán menos serían las posibilidades de verlo, las nubes y la neblina seguramente harían acto de presencia, envolviendo el bello volcán en un manto de nubes, que imposibilitarían su visión.

El bus recorrió con parsimonia los 24 km que separan Alajuela del Volcán Poas, un camino serpenteante y ascendente que nos iba a llevar a 2560 metros de altura, pasando por pintorescos pueblos como Poasito o Fraijanes y dejando atrás plantaciones de café e invernaderos donde se cultiva la fresa.

Por fin llegamos al centro de visitantes, después de pagar la entrada al parque, caminamos con paso decidido por el boulevard sombrilla del pobre, 600 metros separan el acceso del Parque del mirador del cráter principal, con la intriga de si podríamos ver el cráter del volcán.

Plano del cráter del Volcán Poas

Y SE DESPEJARON LAS NUBES !!

   La emoción iba en aumento, no sabíamos si tendríamos la suerte de ver el volcán o quizá no...cuando llegamos al mirador del cráter estaba envuelto por unas densas nubes que  no permitían ver nada, pero teníamos la fé y esperanza de que las condiciones atmosféricas diesen un vuelco en cualquier momento y nos permitiesen tener la oportunidad de disfrutar del volcán. A los pocos minutos, las nubes comenzaron a disiparse y delante de nosotros empezó a vislumbrarse la silueta de la caldera, mostrándose en todo su esplendor el enorme cráter, qué emoción !!! y qué difícil es describir con palabras la intensidad del momento vivido.

El inmenso cráter del Volcán Poas, al despejarse las nubes

La laguna, con el domo principal y las continuas fumarolas

 

En el cráter principal, objetivo cumplido !!

  El cráter principal  tiene forma semicircular y un diámetro de 1320 metros, en el centro alberga la laguna de color verde esmeralda, de donde emanaban espesas fumarolas de azufre que apenas dejaban ver la hermosa laguna, que tiene una profundidad de 300 metros y una temperatura media de 40º, rodean al volván el domo principal y las antiguas capas de ceniza. El tiempo pareció detenerse, quedamos absortos ante tal belleza hasta que pasados unos minutos nuevamente un manto de nubes cubrió la caldera.

Vista de la espectacular caldera del Volcán Poas

La laguna de color verde esmeralda con las fumarolas de azufre

EN RUTA HACIA LA LAGUNA BOTOS

Indicación a la Laguna Botos con la sombrilla del pobre

   Por lo que decidimos acercarnos a otro de los puntos de interés del Parque Nacional, la Laguna Botos, recorrimos los 800 metros del circuito de la Laguna Botos. El camino estaba impecable, bien cuidado, a diferencia de otros parques en los que poco menos que tenías que ir trepando. En el sendero contemplamos el bosque nuboso, denominado así porque la mayor parte del tiempo está cubierto de nubes. Debido a las difíciles condiciones atmosféricas de la zona y a una caza indiscriminada en épocas pasadas, poca es la fauna y flora que se conserva en la actualidad, ardillas acostumbradas a la presencia del hombre, aves y orquídeas principalmente.

Acompañados de la lluvia, llegamos a la laguna Botos. Es un cráter inactivo, con un lago en su parte central de color azul oscuro, el nombre tiene su origen en las tribús originarias de la zona. En la laguna apenas hay vida debido a los vertidos de ácido sulfúrico en sus aguas. Aunque la laguna es bonita, nada tiene nada que ver con la fascinante caldera del Volcán Poas.

Ardilla comiendo en el camino

Vista de la Laguna Botos

   

El Sendero Escalonia

     Una vez que amainó la lluvia, continuamos la ruta por el sendero Escalonia, en solitario, un serpenteante camino que discurre por la ladera de la montaña en medio del bosque nuboso. Al igual que el sendero de la laguna Botos nos encontramos con un camino en muy buenas condiciones, pero sin apenas vida animal  .

Al finalizar la ruta decidimos acercarnos nuevamente hasta la caldera del volcán, pero las condiciones atmosféricas habían empeorado y se había generado una intensa niebla que cubría el cráter y que luego derivaría en una fuerte tormenta que hizo que nos calásemos hasta los huesos, a pesar de ello nos íbamos con la satisfacción de haber contemplado el cráter de uno de los volcanes más hermosos del mundo, el Volcán Poas.

Planta tropical en el Parque Nacional

Sendero en el bosque nuboso

UN PASEO POR EL CENTRO HISTÓRICO DE ALAJUELA

El Teatro Nacional y a la derecha las cúpulas de la Catedral

    La ciudad de Alajuela es el complemento perfecto para visitar el Volcán Poas, no sólo por su proximidad al mismo, si no también porque es de las pocas ciudades de Costa Rica que conserva un centro histórico del siglo XIX digno de ser visitado. Otra de las ventajas es su cercanía con el aeropuerto internacional Juan Santamaría, a sólo a 10 minutos.

Segunda ciudad en población de Costa Rica, cuna del héroe nacional Juan Santamaria y mucho más tranquila que la capital, San José. Podemos iniciar la visita a la ciudad en la plaza que lleva su nombre, presidida por la estatua en bronce obra del francés Aristide Onesime en 1891. También en la plaza se halla el bello edificio del Teatro Municipal diseñado por José María Barrantes y orgullo de los alajuelenses.

La Plaza Juan Santamaría

Edificio del Teatro Nacional

 

El Parque Central

    A pocos metros de la Plaza Juan Santamaría se encuentra el siempre animado Parque Central, construído en 1782, donde palpita el corazón de la ciudad y lugar de encuentro de los ticos. En el parque destaca la bella Catedral de 1863 con su cúpula de color rojo símbolo de la ciudad y la más grande del país. La Catedral está consagrada a la Virgen del Pilar y a San Juan Nepomuceno.

Otra de las construcciones destacadas en el Parque Central es el Museo con su fachada defensiva en forma  de castillo y colindante con la coqueta Plaza Tomás Guardia Gutiérrez.

La Catedral de Alajuela con su cúpula roja

El Museo y la plaza Tomás Guardia Gutiérrez

    De obligada visita es el bullicioso Mercado Central, sin duda el mejor lugar para observar la vida cotidiana de los ticos, hacer alguna compra y tomarse en alguno de sus puestos, un zumo natural acompañado de uno de los deliciosos platos típicos de Costa Rica, ceviche, gallo pinto, casado,...por muy pocos colones.

El animado Mercado Central

Puesto de comida en el Mercado Central

    Tras un agradable paseo desde el Parque Central se llega a una de las más bellas iglesias de Alajuela, la Iglesia de la Agonía , en su exterior destaca su imponente fachada de estilo alajuelense con  soportales en arcadas, obra del ingeniero local Clodomiro Fallas.

Y qué mejor manera que finalizar la visita a Alajuela que tomándose un delicioso zumo natural en una de las sodas de la ciudad.

La Iglesia de la Agonía

Tomándonos un zumo en una de las sodas de Alajuela