El Parque Nacional del Rincón de la Vieja

    Cuenta la leyenda que hace muchos siglos vivía una princesa llamada Curabanda que se enamoró de Mixcoac, el jefe de una tribu vecina y rival, pero un día se desencadenó la tragedia, el padre de Curabanda sorprendió a los enamorados, apresando al joven Mixcoac y lanzándolo al cráter del volcán. La princesa Curabanda huyó despavorida y eligió las faldas del volcán como refugio, con el paso de los años los bosques del volcán se constituyeron en una fuente de hojas, frutos y raíces con los que Curabanda preparaba los remedios medicinales, que los lugareños de la zona iban a buscar al rincón de la vieja.



    Uno de los lugares de visita obligada en Costa Rica es el Parque Nacional del Rincón de la Vieja, situado en la provincia de Guanacaste, a 25 km de la ciudad de Liberia. Diferente a los demás Parques Nacionales que se pueden ver en Costa Rica y habitualmente excluído de los tradicionales circuitos que se hacen a lo largo del país, lo que hace que sea un aliciente más para su visita. El Parque Nacional está formado por dos sectores, Pailas al oeste y Santa María al este. El sector Pailas, el más visitado, reúne en pocos km atractivos tales como selva, flora, fauna, volcancitos, pailas, fumarolas, geiseres, aguas termales y cascadas.
La riqueza natural del Parque Nacional del Rincón de la Vieja la encontramos en los lugares más insospechados, aquellos que están estrechamente vinculados a la actividad que se desarrolla dentro del volcán y que conecta con las aguas de lluvia que se filtran por las fisuras de sus laderas aflorando en la superficie en forma de fumarolas, lagunas fumarólicas, fuentes termales y pailas.

Indicaciones a los senderos

INFORMACIÓN PRÁCTICA SOBRE EL PARQUE NACIONAL

 

Casa colonial en Liberia

    Una buena opción para visitar el Rincón de la Vieja es tomar como base la ciudad de Liberia situada a 25 km de la entrada al sector Pailas del Parque Nacional. Si no se dispone de vehículo propio y ante la falta de transporte público que te permita llegar hasta allí, en todos los hoteles de la ciudad hay la posibilidad de contratar coche con conductor a un precio de 20 dólares por persona. Te vienen a recoger a las 7 de la mañana, regresando al hotel a las 4 de la tarde, tiempo más que suficiente para visitar el sector Pailas. Además de los 10 dólares de la entrada al Parque Nacional, los niños y nacionales pagan sólo 1 dólar, hay que abonar un sorprendente "peaje" al pasar inevitablemente por una finca privada, una barrera impide el paso libre, teniendo que pagar al usurero dueño de la finca 700 colones por persona si queremos seguir camino del Parque Nacional.

La Catedral de Liberia

En el sector Pailas los senderos más recomendables son dos, el circular de 3 km y en el que podemos ver un pequeño volcancito, fumarolas, pailas, cascada y con una dificultad baja, salvo el inconveniente de atravesar un pequeño río en las que hay que extremar las precauciones para no caer. Y el de la catarata la Cangreja, 5 km a la ida y otros 5 km a la vuelta y con una dificultad media-alta. Cuando visitamos el Parque se encontraba cerrado el sendero que conduce al cráter activo del Rincón de la Vieja, son 8 km a la ida y otros 8 km a la vuelta, dificultad alta.

Es necesario llevar botas de montaña o playeros, chubasquero para la lluvia y siempre agua embotellada.

Hay que tener presente a la hora de planificar la visita al Parque Nacional que cierra los lunes y el horario de visita es de 7 de la mañana a 3 de la tarde.

Plano del sendero circular del sector Pailas

EN RUTA POR EL SENDERO CIRCULAR DEL SECTOR PAILAS

 

Árbol centenario

    Iniciamos la visita al sendero circular de 3 km con parsimonia, deteniéndonos cada poco en busca de animales entre la tupida vegetación del bosque húmedo, atravesamos puentes de " película de aventuras" sobre el río Colorado, caminando y a veces saltando sobre raíces enormes de árboles centenarios que sobresalen de la tierra hasta llegar al primer punto de interés de la visita, una pequeña cascada a la que para acercarse hasta ella hay que trepar entre las rocas.

Puente sobre el río

Pequeña cascada

 
 
   Continuamos la interesante ruta circular, observando a los primeros monos de cara blanca, que se escondían entre el espeso follaje y guatusas, roedores de color marrón y con  un tamaño sobre 60 cm, así nos encontramos con uno de los momentos más increíbles de la visita al Parque Nacional, las espectaculares fumarolas, emanaciones de gases y vapores que salían de las grietas exteriores del volcán a altas temperaturas.

Las fumarolas

Borbotones

 

 

Indicaciones de precaución ante las altas temperatura

     Proseguimos la ruta circular hacia otro de los puntos de interés del sector pailas, el conocido como el volcancito del que emanaban continuos gases con un fuerte olor a azufre y que hacían casi imposible detenerse para observar esta maravilla de la naturaleza. Un cartel advierte de las altas temperaturas del volcancito, de 75º a 106º, para evitar posibles imprudencias.

Detalle del volcancito

El volcancito

 





 

El río que hay que atravesar saltando de piedra en piedra

   Reanudamos el sendero, aún con el olor a "huevos podridos" atravesando un río cuyo único y posible paso era ir saltando de piedra en piedra, y donde si no tienes la debida precaución o vas un poco rápido, lo normal es caerse. Así llegamos a otro de los puntos de atención del recorrido circular, las pailas de barro, lodo burbujeante con alto flujo de calor, es como los borbotones que se forman en una olla cuando hierve.

Detalle de las pailas de barro

Las pailas de barro

 




   A partir de este punto, el sendero se hizo más fácil de recorrer y la tupida vegetación del bosque húmedo dio paso a un paisaje seco, así fue como llegamos a las pailas de agua, donde el agua burbujeaba a altas temperaturas, desprendiendo el característico olor a azufre.
Finalizamos la interesante visita a la ruta circular en la laguna fumarólica, que tenía un intenso color oscuro con agua burbujeante.

Las pailas de agua

Laguna fumarólica

 

 

Pizote subido al árbol

    Regresamos a la entrada al Parque Nacional, con la idea de hacer el recorrido del sendero de la Catarata Cangreja, sabíamos que el camino era duro, subidas y bajadas continuas, caminando sobre rocas y raíces de los árboles, un total de 10 km con la recompensa final de una bella catarata de aguas color azul turquesa. Decidimos hacer el recorrido con tranquilidad, sabíamos que no íbamos a llegar al final, por lo que caminamos entre puentes y raíces enormes de árboles centenarios con parsimonia y recreándonos observando la abundante flora del bosque húmedo y buscando animales entre el follaje, así pudimos descubrir a un pizote, un mamífero macho de enorme tamaño subido a un árbol que nos miraba con cautela, al igual que hacíamos nosotros sorprendidos por la situación.

Hongos en los árboles

Puente de película en el Rincón de la Vieja