Un paseo por la Royal Mile de Edimburgo

 

    Cae la noche sobre Edimburgo, caminamos por la Royal Mile y nos llama la atención uno de los numerosos closes que parten de la Milla Real, la curiosidad nos hace  adentrarnos en el angosto callejón medieval que antaño servía de morada para las miles de personas que se hacinaban en condiciones insalubres entorno a estas callejuelas dispuestas perpendicularmente a la Royal Mile, en nuestro caminar nos viene a la cabeza las terroríficas historias que cuentan sobre las cámaras y pasadizos subterráneos de los closes y de repente oímos un extraño ruído, no estamos solos, el fantasma del pasado nos ataca por sorpresa...

La Royal Mile, considerada una de las calles más hermosas del mundo, une en sus 1.600 metros de adoquines el Castillo con el Palacio de Holyroodhouse, ambas residencias reales en su día y que llevaron a bautizar a esta conocida arteria de la ciudad con el apelativo de real. Está dividida en cuatro zonas bien diferenciadas : Castlehill, Lawnmarket, Highstreet y Canongate.

INFORMACIÓN PRÁCTICA SOBRE EDIMBURGO

A LA LLEGADA DE LA CIUDAD

    Además de las compañías convencionales, una buena opción para viajar a Edimburgo son las dos conocidas aerolíneas de bajo coste que operan desde España.

Para ir desde el aeropuerto al centro lo mejor es coger el bus Airlink, que con una frecuencia de diez minutos y un precio de 6 libras, ida y vuelta, te deja en veinte minutos en el centro de Edimburgo. Los billetes los puedes comprar en la oficina de turismo que se encuentra en el mismo aeropuerto o bien directamente al conductor.

Para los ciudadanos de la Unión Europea es suficiente con el DNI o el pasaporte para entrar en Escocia, aún así habrá que hacer cola para el control de inmigración.

CÓMO MOVERSE POR LA CIUDAD

   La diferencia horaria con España es de una hora menos. La moneda utilizada es la libra esterlina, que se divide en cien peniques.

La mejor manera para moverse por la ciudad y conocerla es a pie, las distancias dentro de  la ciudad antigua y la ciudad nueva son cortas.También una buena forma de aproximarse a la historia y a las leyendas de Edimburgo son las visitas guiadas, algunas de ellas son gratuítas y en español.

Edimburgo está repleto de pubs donde se puede tomar una pinta, la cerveza tradicional escocesa se llama ale o bien un whisky acompañado del plato típico, los haggis.

EL CASTILLO, SÍMBOLO DE LA CIUDAD Y EL SORPRENDENTE INTERIOR DEL HUB

    El Castillo, icono de Edimburgo, descansa sobre lo alto de una colina de origen volcánico dominando la ciudad que ha crecido a su amparo. Formado por un complejo de edificios de diferentes épocas y en su interior se guarda el más preciado tesoro del pueblo escocés, la Piedra del destino sobre la que fueron coronados los reyes escoceses. Expoliada por los ingleses durante siglos, hubo que esperar la friolera de siete siglos desde que prometieron su devolución hasta que llegó el ansiado día, que no sería hasta 1996  para que el gobierno de John Mayor por intereses políticios, devolviese la piedra en una solemne ceremonia en la que no faltó el caluroso recibimiento a la comitiva real con los acordes de la gaita entonando la banda sonora de la popular película Misión Imposible...

 
    Iniciamos la visita a la Royal Mile en Castlehill el primero de los cuatro tramos en que se divide la Milla Real. En el comienzo de la calle se encuentra casi escondida una placa y una pequeña fuente que pasa desapercibida para los viandantes, conocida como la fuente de las brujas, que conmemora el lugar donde, siglos atrás,las brujas eran quemadas. Una serpiente simboliza la sabiduría que algunas brujas utilizaban para el mal y otras para buenos propósitos. Al igual que las demás fuentes de Edimburgo no tiene agua, años atrás las autoridades decidieron sacar el agua a las fuentes de la ciudad a causa de un problema de insalubridad.

 
    Una de las paradas obligatorias en Castlehill es una antigua iglesia gótica de 1844 donde se alza la torre más alta de la ciudad. Hoy en día se conoce como The Hub, pero lo sorprendente no es la puntiaguda torre, sino que su interior ha sido reconvertido por un arquitecto local Benajmin Tindall y es la sede del famoso Festival de Edimburgo que se celebra todos los años en el mes de agosto. Visitamos los espacios abiertos al público, la acogedora cafetería que conserva elementos originales del templo como las ventanas góticas o una lujosa escalera por la que se accede a la sala de celebraciones.

EL MUSEO DE LOS ESCRITORES Y UNA TABERNA CON MUCHA HISTORIA

    Continuamos paseando  por la animada Royal Mile, jalonada por tiendas en su mayoría de souvenirs y admirando la arquitectura de sus edificios que se han conservado intactos al paso del tiempo y así llegamos a Lawnmarket, el segundo tramo de la Milla Real, aquí la calle se ensancha. Deambulamos sin rumbo fijo, adentrándonos en sus callejones medievales, en uno de ellos el Lady Stair´s close se levanta el Lady Stair´s House, un curioso edificio del siglo XVIII y que en la actualidad es la sede del Museo de Escritores, no nos lo pensamos mucho y accedimos a su interior. En Edimburgo todos los museos son gratuítos, lo que te permite hacer una visita más o menos rápida dependiendo del interés que tenga para ti el museo. Admiramos algunos de los manuscritos y objetos personales de los tres principales literatos escoceses, Robert Burns, Walter Scott y Robert Louis Stevenson. Ya en el exterior llama la atención los poemas inscritos sobre las losas del pavimento, en especial uno escrito por Robert Burns en la lengua scott.

    Retomamos el paseo por la Milla Real, uno de los pubs donde hacer un alto en el camino para tomar una pinta y desde la terraza contemplar el animado devenir de turistas y locales es la Taverna de Deacon Brodie. En Edimburgo todos los nombres de los pubs tienen una historia detrás y éste no iba a ser menos. William Brodie, que residía en el close situado enfrente del pub, era un respetable ciudadano de día, diácono de la ciudad. pero de noche se convertía en un astuto ladrón. Utilizaba su oficio diurno de cerrajero para obtener información acerca de las cerraduras de entrada de las puertas de las casas de sus clientes y copiaba las llaves utilizando moldes de cera que el mismo hacía.Pero, un día uno de sus compinches fue arrestado y así fue como ante la sorpresa del pueblo Brodie fue detenido y condenado a morir en la horca. Irónicamente diseñó su propia horca y por supuesto que tardó muchos años en finalizarla.El escritor Robert Louis Stevenson se inspiró en la historia de William Brodie para escribir la famosa obra literaria de Doctor Jekill y Mister Hyde.

LA CATEDRAL DE EDIMBURGO Y UN LUGAR CARGADO DE HISTORIA, EL MERCAT CROSS

   En nuestro tranquilo caminar llegamos a High Street, el tercer tramo de la Royal Mile, en la Plaza del Parlamento se halla otra de los iconos de Edimburgo, la Catedral de Saint Giles, en su exterior no podemos dejar de admirar la cúpula con forma de corona y en su interior las bellas vidrieras obra de William Morris y la recargada, pero hermosa capilla Thistle. Una curiosa historia encierra sus muros, en 1637 durante el reinado de Carlos I ordenó cambiar el libro de rezos por otro en el que se le rezara a él. Durante la homilía una de las asistentes, Jenny Geddes, arrojó un taburete contra la cabeza del arzobispo inglés provocando la revuelta ente ingleses y escoceses. Esta historia nos recordó a cuando años atrás un periodista iraquí le lanzó un zapato a George Bush, pero en 1637 la feligresa escocesa tuvo mejor puntería...

    A pocos metros de la Catedral nos encontramos con un lugar lleno de simbolismo, el Mercat Cross. Durante la Edad Media desempeñaba tres funciones. Era el lugar de referencia donde se celebraba un mercado entorno a él.  También era donde se realizaban los anuncios oficiales sobre la coronación de los reyes. El anuncio tenía lugar tres días después de la celebración, ése era el tiempo que tardaba el caballo más veloz del reino en hacer el trayecto desde Londres a Edimburgo para anunciar la noticia. Hoy en día aún se conserva esta tradición milenaria. La última función, era el lugar donde se castigaba a los ladrones. Si un delincuente era apresado se le llevaba ante el Mercat  Croos y el alguacil con una estaca le clavaba la oreja a una de las puertas durante 24 horas, el ladrón tenía dos opciones aguantar durante un dia entero, además del dolor, todo tipo de insultos y humillaciones y sólo le quedaría como secuela una pequeña herida o bien tirar de la oreja desgarrándola y huir. Pero si escogía esa opción el reo quedaría marcado y sería un proscrito de por vida.
Uno de los edificios más antiguos de la Milla Real es la Casa de John Knox, data de 1470 y en ella vivió durante algunos años el conocido reformador protestante, John Know. Nos llamó la atención las inscripciones y pequeñas figuras que hay en su fachada. Actualmente la casa alberga un museo.

EL PALACIO REAL DE HOLYROOD Y EL PARLAMENTO ESCOCÉS, UN EDIFICIO CONTROVERTIDO

    El último tramo de la Royal Mile es Canongate, durante cuatro siglos fue la principal arteria de un burgo independiente. De menor interés y peor conservado que los tres anteriores tramos, aún así conserva edificios históricos dignos de ser visitados, como el Canongate Toolbath, desempeñó varias funciones a lo largo de los siglos, como ayuntamiento o prisión. En lo alto de su fachada nos llamó la atención su bello reloj. Hoy en día es un museo sobre la historia de la población de la ciudad desde el siglo XVII hasta la actualidad.

     A pocos metros se alza una pequeña y hermosa iglesia del siglo XVII, la Canongate Kirk, con un cuidado interior pintado en colores blanco y azul celeste. Paseamos por el pequeño cementerio que se encuentra en sus jardines y es que en Edimburgo los camposantos además de estar abiertos las 24 horas, la gente  no sólo va a ver a sus seres queridos fallecidos, si no también a pasear, a comer o incluso a otras actividades que poco tienen que ver con nuestro concepto de cementerio.

    Cotinuamos la ruta por Canongate, adentrándonos en alguno de sus estrechos callejones medievales, los closes como el de White Horse, que desemboca en un patio del siglo XVII con varias casas bien conservadas, y el de Durban hasta que llegamos al final de la Royal Mile, lugar donde se encuentra situado el Barrio Real y su edificio más conocido el Palacio de Holyrood.

     El Palacio de Holyrood es el más bello de los palacios escoceses, data del siglo XVII aunque conserva elementos del siglo XVI, fue lugar de residencia de la controvertida reina María Estuardo. En la actualidad es residencia estival de la familia real británica. En el mismo recinto real se hallan las interesantes ruínas de la Abadía de Holyrood.  David I fue el fundador de la abadía en el año 1128, hasta que en el siglo XVII fue destruída durante una revuelta anticatólica.

Enfrente del Palacio nos encontramos con el antiestético y controvertido edificio del Parlamento escocés, obra del barcelonés Enric Miralles en 1999, que desentona con un entorno histórico como es la Royal Mile.
Símbolo de la autonomía de Escocia, causó gran revuelo en el país por su vanguardista diseño y su elevado coste económico.