Asuán, en tierra de nubios

 
    Asuán, la antigua Sunt de la época faraónica hasta que los coptos la denominaron Souan que significa "comercio" de donde derivó a su actual nombre. Situada a los pies del Nilo, fue durante siglos un importante centro comercial, encrucijada de rutas comerciales entre África, Egipto y la India, y donde las caravanas de elefantes que venían del sur hacían parada en la rica ciudad. A sus lomos, traían perfumes, pieles, colmillos de marfil y oro para los faraones del Antiguo Egipto y posteriormente, para los harenes de El Cairo. También fue un importante  destacamento militar, base para las expediciones a Nubia y Sudán.

Puesto de verduras

  Iniciamos la visita a Asuan buscando los vestigios del rico zoco, sabíamos que ya no nos encontraríamos las exquisitas y singulares mercancías que venían en las caravanas de elefantes procedentes del sur de África, pero descubrimos un sorprendente festival de colores, olores y fragancias exóticas. Callejeamos, ante la atenta mirada de los locales que bebían té y fumaban sisha en las terrazas de los cafés que jalonan el singular mercado, dispuesto en torno a la calle principal Sharia as -souk, que discurre paralelo al Corniche, a esas horas el zoco todavía se estaba despertando, con algunos puestos que se estaban abriendo y con la afluencia de locales que poco a poco iban llegando. Existen infinidad de mercancías que se exponen en el animado mercado, especias, puestos de carne y verduras, textiles, artesanía nubia,... y donde nos vimos sorprendidos por la amabilidad de los comerciantes,que te dejaban mirar con tranquilidad en sus puestos sin agobiarte y  que no dudaban en posar con una sonrisa para nosotros y sin pedir nada a cambio.

El animado zoco de Asuán

Puesto de carnicería en el zoco tradicional

Formaciones rocosas que recuerdan a los elefantes

    Pero la principal atracción de Asuan no es su genuino mercado, sino un tranquilo paseo en faluca por el Nilo, a bordo de las tradicionales barcas de vela que surcan el emblemático río. Desde la cubierta de la pequeña embarcación, fuimos descubriendo lugares como  la Isla Elefantina, que debe su curioso nombre a las grandes formaciones rocosas que recuerdan a los paquidermos. En la isla se alzan entre las palmeras, casas tradicionales nubias pintadas en alegres tonos y caracterizadas por estar construídas con adobe y terminadas en cúpulas o techos abovedados recubiertos de yeso o cal. Buscamos en la orilla el Nilómetro y hay que buscarlo bien por su pequeño tamaño, está grabado en las rocas y desde la época faraónica se utilizaba para medir la crecida anual del Nilo y prever así los cultivos del año siguiente.

En la isla Elefantina, la mezquita y las casas de los nubios

El Nilómetro que calibra la crecida del Nilo

Ali en la cubierta de la faluca

    En el relajante paseo en faluca, llegamos hasta la  majestuosa fachada de color tierra del Old Hotel Cataract que se alza sobre el Nilo y también pudimos ver la Iglesia Copta, que visitaríamos posteriormente.

Y de fondo, sobre la ribera occidental del Nilo, pudimos acercarnos un poco más a las Tumbas de los Nobles que se levantan sobre la orilla del río, son sepulturas excavadas en la dura roca de la montaña,  pertenecientes a los dignatarios de  los Imperios Antiguo y Medio, muchas de ellas están decoradas con escenas de la vida cotidiana.

El Old Hotel Cataract

La Iglesia Copta

Cementerio fatimí

    Una vez en tierra, paseamos con tranquilidad por el Corniche, construído a finales del siglo XIX por los adinerados europeos que buscaban refugio en Asuan huyendo del frío invierno de Europa y necesitaban un lugar para poder atracar sus barcos de vapor. Nuestra primera parada fue en el enorme cementerio fatimí, donde destacan pequeños mausoleos rematados con cúpula y que datan del siglo IX y donde se respira cierta aire de abandono.

A pocos metros del cementerio musulmán se halla la Iglesia Copta con su peculiar fachada pintada de color blanco. Accedimos a su interior, pero salimos rápidamente porque  carecía de interés, a la salida nos encontraríamos con una estampa típica de cualquier iglesia cristiana en Egipto, un fuerte dispositivo del ejército custodiándola.

Finalizamos la visita a Asuan en el legendario Hotel Old Cataract, que ha alojado a ilustres huéspedes, inaugurado en 1899, cuenta con un suntuoso interior y una situación privilegiada a orillas del Nilo que permite tener  unas vistas excepcionales de la isla Elefantina. Paseamos por sus amplios y cuidados jardines, mientras nos acordábamos de la famosa escritora inglesa Agatha Cristie, que escribió una buena parte de su conocida novela Muerte en el Nilo mientras estaba hospedada en el hotel.

Fachada de la Iglesia copta

Jardines del Hotel Old Cataract

 

Mezquita a las afueras de Asuán

    Sin tiempo para más, surcando las aguas del Nilo partimos rumbo hacia Kom Ombo, entretanto, desde cubierta observábamos la vida cotidiana que se desarrolla con parsimonia a orillas del río Nilo y que se mantiene inalterable a pesar del devenir del tiempo. Y cuando el sol se iba ocultando lentamente en el horizonte, contemplamos uno de los atardeceres más bonitos que pueden existir, tiñendo el cielo de una paleta de tonos anaranjados que se reflejaban en el Nilo.

La vida a orillas del Nilo permanece inalterable, a pesar del devenir del tiempo

Atardecer a orillas del Nilo