El gueto de Varsovia

   El gueto de Varsovia. Pocos son los vestigios que aún perduran del que fue el gueto más grande de Europa durante la II Guerra Mundial. Ante las deportaciones masivas al campo de exterminio nazi de Treblinka, el 19 de abril de 1943 comenzó la insurrección en el gueto, tras una resistencia heroica de un mes, los nazis arrasaron el gueto. Sólo, la bella Sinagoga de los Nózik, el cementerio judío, una docena de edificios en ruina y restos de los fragmentos del muro de 18 km y 3 metros de alto que limitaban el antiguo gueto han sobrevivido, siendo testigos mudos de la barbarie de la contienda mundial.

Historia del Gueto de Varsovia

   La presencia de la comunidad hebrea se remonta al siglo XV, cuando Varsovia se distinguía por su tolerancia, difícil de encontrar en otras poblaciones de Europa. 375.000 judíos habitaban en la capital polaca antes de la II Guerra Mundial, lo que representaba casi un 30 % de la población de Varsovia, convirtiéndose en la mayor comunidad judía en Europa, y la segunda del mundo, después de Nueva York. Tras la invasión de Polonia por las tropas alemanas, comenzaron a tomarse las primeras medidas de represión contra los judíos, así a partir de noviembre de 1939 se obligó a los judíos a llevar brazaletes de color azul y blanco con la estrella de David y se legislaron medidas económicas que arruinaron a los judíos . Una fecha cambió el devenir de la población hebrea, el 16 de noviembre de 1940 fueron obligados a vivir en el gueto en míseras condiciones de vida.Tras la llegada de miles de refugiados que fueron expulsados de sus localidades y enviados a Varsovia, se llegó a alcanzar el número de 450.000 judíos confinados y hacinados en pésimas condiciones dentro del gueto.

La denominada "solución final" plan ideado por los nazis en la Conferencia de Wannsee el 20 de enero de 1942 que consistía en la deportación masiva de los judíos a campos de exterminio, como el de Treblinka. En un principio, las autoridades hebreas del gueto reunidas entorno a los consejos judíos, Judenrat, creían que las deportaciones masivas eran para enviar a los judíos a campos de trabajo, tras tener conocimiento de la cruda realidad y  que eran enviados a una muerte segura en los campos de exterminio, el 19 de abril de 1943 comenzó la insurrección en el gueto de Varsovia. Tras un desigual enfrentamiento entre los partisanos judíos y las tropas alemanas, que duró un mes, los nazis arrasaron y quemaron el gueto. El 16 de mayo de 1943, a las 8,15 horas de la noche el General Jürgen Stroop voló la Gran Sinagoga, que se encontraba situada fuera de los límites del gueto, como símbolo de su victoria y como fin de la existencia del gueto judío de Varsovia.

    Además de los apuntes históricos, que están ahí y hay que conocerlos, nosotros recomendamos visitar el gueto, por todo lo que representa y las emociones que despierta. La historia hay que conocerla para no volver a repetirla.

Sinagoga Nózyk

   Fue construida entre 1898 y 1902 por el matrimonio Zelman y Rywka Nózyk como casa privada de oración, posteriormente fue cedida a la comunidad judía de Varsovia. Utilizada por los alemanes como almacén, este hecho permitió que fuese la única sinagoga que sobrevivió a la II Guerra Mundial. En la actualidad continúa activa, oficiándose en el templo actos religiosos de la comunidad hebrea de Varsovia.

La entrada a la Sinagoga se encuentra un poco escondida, hay que dar la vuelta al edificio y acceder por la parte trasera, allí vas a encontrar unas escaleras y tendrás que pulsar el timbre para que te abran la puerta. El precio de la entrada es de 10 PLN.








   Accedimos a su amplio y bello interior, que nos recordó mucho a las sinagogas que visitamos en Cracovia. Caracterizada por su sencillez, todo el protagonismo recae en su impresionante pórtico rematado por la estrella de David, el arca sagrada, el lugar más sagrado de la sinagoga, situada en la pared orientada a Jerusalén, donde se guardan los rollos de la Tora, las sagradas escrituras para los hebreos, la Luz Eterna, lámpara situada sobre el arca sagrada, el amud, púlpito elevado sobre la que el rabino lee la Tora y conduce la liturgia. En uno de sus rincones acoge una pequeña biblioteca, un lugar reservado para la lectura.

Uno de los lados de la nave está limitado por una celosía que sirven para acoger a las mujeres separándolas de los hombres, práctica habitual en las sinagogas ortodoxas. En la parte superior existe una galería que  rodea toda la nave.

Monumento de Umschlagplatz

   El monumento más emotivo de Varsovia, el antiguo apeadero de tren donde partieron 300.000 judíos en vagones de ganado a una muerte segura en el campo de concentración de Treblinka. Cada día se deportaban a los campos de exterminio entre 5.000 y 6.000 hebreos. Estar en el mismo lugar desde el que partían esos trenes y conocer esas cifras, difíciles de asumir y que ponen los pelos de punta a cualquiera, emoción a flor de piel. En momentos así, es inevitable que los sentimientos afloren cuando se contempla los nombres de los 448 judíos esculpidos en los bloques de mármol negro y blanco, símbolo de los 450.000 judíos hacinados en el gueto.

   El monumento es obra de la arquitecta Hanna Szmalenberg y el escultor Wladyslaw Klmaerus en 1988. Cada 22 de julio, parte desde el monumento la Marcha del Recuerdo, que conmemora el día que comenzaron las deportaciones masivas al campo de exterminio de Treblinka.

El sendero en memoria de la lucha de los judíos

   Inaugurado en 1988, une el camino desde el monumento de Umschlagplatz hasta el monumento a los Héroes del Gueto. Formado por 16 bloques de granito negro, que llevan la inscripción 1940 - 1943 y los nombres de las principales figuras que participaron activamente en la vida del gueto judío de Varsovia, inscritas en lenguas polaca, hebrea y yíddish.

El Monumento a los Héroes del Gueto

   Situado en el corazón del antiguo gueto. Sorprende por su gran realismo, distinguiéndose perfectamente las figuras y cada uno de los elementos de su composición. El monumento consta de dos partes, la oeste, de cara a la plaza, simboliza la lucha del pueblo judío, los relieves representan a un grupo de hombres, mujeres y niños huyendo del gueto en llamas. La parte este del monumento, dando la vuelta al mismo, es el símbolo del martirio judío, ancianos, mujeres y niños, apesadumbrados, por su fatal destino, conducidos a los campos de exterminio nazis, camino de una muerte segura.

El monumento fue inaugurado el día 19 de abril de 1948, con la ciudad aún en ruinas, para conmemorar el quinto aniversario del levantamiento en el gueto. Representa no sólo el intento por lograr la ansiada libertad, si no como una forma honorable de morir del pueblo hebreo.

La entrada al Museo de Historia de los judíos polacos es de 25 PLN. El horario de visita es lunes, jueves y viernes de 10 a 6 de la tarde y el resto de los días hasta las 8 de la tarde, excepto el martes que cierra el museo.

 

   A pocos metros del Monumento, donde tuvieron lugar los más violentos enfrentamientos durante la insurrección de 1943, se levanta el Museo de Historia de los judíos polacos. Enfrente del Museo, se encuentra una plazoleta en homenaje al canciller alemán Willy Brandt, con un bajorrelieve que representa al mandatario alemán arrodillado a los pies del Monumento a los Héroes del Gueto.
En otro rincón de la Plaza se encuentra una antigua entrada a una alcantarilla, una placa rememora el lugar donde se escondían los insurrectos de las tropas alemanas, con la siguiente inscripción en polaco, yiddish y hebreo " a aquellos que perecieron en la extraordinaria y heroica batalla por la dignidad y la libertad de la población judía, por una Polonia libre, por la liberación del ser humano. De parte de los judíos polacos".
Completa la Plaza, la estatua de Jan Karski, una de las figuras más activas de la resistencia, llegó a infiltrarse en el gueto de Varsovia y en el campo de concentración de Belzec para denunciar las atrocidades de los nazis.

La prisión de Pawiak

   Construida entre 1830 y 1836 por Henryk Marconi. Durante la II Guerra Mundial fue utilizada por la Gestapo como prisión política, dentro de sus muros se calcula que estuvieron prisioneros 100.000 personas, en su gran mayoría miembros de la insurrección de 1943. Fue destruida por los alemanes el 21 de agosto de 1944. En su interior se conserva un museo inaugurado el 28 de noviembre de 1965. Visitamos su exterior en el que sólo se mantiene en pie un pilar de la puerta de entrada y restos de uno de los muros. Lo que más nos impresionó es el árbol seco que preside la entrada, empapelado con  esquelas de los fallecidos en la prisión, en su mayoría jóvenes , algo muy difícil de olvidar.