Barichara, el pueblo más bonito de Colombia

 Barichara situado en el departamento de Santander, está considerada uno de los pueblos coloniales más lindos de Colombia y de toda América, fue declarado Monumento Nacional el 3 de agosto de 1978. Fundado por los españoles  el 29 de enero de 1705 al mando del Capitán Francisco Pradilla y Ayerbe en el territorio de los aborígenes guanes. Barichara ha sabido conservar su rico pasado colonial, casonas dotadas de carácter y armonía, en el que predomina el color blanco, construidas en tapia pisada, una técnica ancestral, con cuidados balcones de madera, coloridas ventanas y puertas. Perderse por sus  calles empedradas de color arcilloso, rebosantes de historia, en las que la tranquilidad y el silencio es la esencia del bello pueblo de los patiamarillos.

LAS HORMIGAS CULONAS, UN MANJAR DE LOS GUANES

    Un buen punto de partida para iniciar la visita a Barichara es desde  la Oficina de Turismo, a fin de obtener información y un buen plano para recorrer el pueblo. La oficina está situada en la glorieta de entrada al pueblo, hasta allí nos dirigimos, pero cuál fue nuestra sorpresa, que a pesar de la hora se encontraba cerrada a cal y canto. Preguntamos a los locales por el horario de la misma y nos contestaron sin inmutarse, que los de turismo hoy no vinieron a trabajar, que quizá por la tarde... Para orientarse, hay un panel con un plano del pueblo, al lado de la oficina y así poder organizar la visita. En la glorieta donde se encuentra la oficina, llama la atención la enorme escultura de uno de los símbolos de Barichara, la hormiga culona, una de las especialidades culinarias de la zona,  un plato muy apetecible y afamado, que sólo se da entre los meses de abril y mayo, cuando en las mañanas soleadas y después de una noche de lluvia, salen las hormigas culonas de su hormiguero. Formaba parte de la dieta de los indígenas guanes.

   A pocos metros, caminando por la calle 5, se encuentra una pequeña capilla de tapia pisada, que guarda en su interior la imagen de la Virgen de la Piedra, según la leyenda local la Virgen se apareció en ese lugar el 11 de febrero de 1702. Construyéndose a su alrededor las primeras casas de Barichara. Cada 11 de febrero se celebra la festividad. 

Continuamos la ruta por Barichara, bajo un cielo azul intenso que embellecía aun más el pueblo, donde a cada paso que das se respira paz y tranquilidad, hasta llegar a la Capilla de San Antonio, con fachada de estilo republicano, que por desgracia se encontraba cerrada. A pesar de ser construida en 1831, a costa del caballero Narciso Reyes, es la iglesia más nueva de Barichara.

LA PLAZA PRINCIPAL, LUGAR DE REUNIÓN DE LOS PATIAMARILLOS

   La Plaza Principal es el lugar de reunión de los patiamarillos, nombre con el que se conoce a los habitantes de Barichara, aunque el parque, que se encuentra en el centro de la plaza, se hallaba en obras. En torno a la plaza se desarrolla la vida administrativa, social y cultural del pueblo, concentrando las principales construcciones del bello pueblo, como la Alcaldía Municipal, la Casa de Cultura y la Catedral.

   La Casa de Cultura "Emilio Pradilla González", recibe su nombre en homenaje a uno de los hijos ilustres de Barichara, destaca en su fachada  encalada sus ventanales, el hermoso balcón de madera y la anchura de su portón de entrada. Ejemplo de las moradas colombianas de los siglos XVIII y XIX. Promueve el desarrollo artístico y cultural de Barichara, mostrando orgulloso su pasado ancestral guane y la época colonial de los españoles.

   Contigua a la Casa de Cultura se halla una de las casonas más majestuosas de Barichara, que alberga la Alcaldía Municipal. Una bella casa colonial, de dos pisos, fachada en piedra y balcones sencillos en madera. Accedimos a su interior, que no deja indiferente al visitante, presidido por un gran patio en torno al que se distribuyen el resto de dependencias de la casa, característico de la época colonial y que sigue el modelo de los patios andaluces. Subimos al primer piso donde recorrimos sus pasillos, asomándonos a sus balcones y desde donde pudimos contemplar las mejores vistas de la magnífica Catedral, que visitaríamos posteriormente. La hermosa casa colonial fue restaurada en el año 2011.

 
   La Catedral de la Inmaculada Concepción y San Lorenzo Mártir, recibe su nombre en honor a los dos patronos de la ciudad. Su construcción se inició en 1760 por locales y criollos, bajo la iniciativa del presbítero José Martín Pradilla de la Parra, de quién se dice que puso la primera piedra del templo y también lo terminó, tras veinte años de trabajos.

En su exterior, se erige su monumental fachada de piedra de tonos ocre con sus dos torres simétricas y su bella cúpula de grandes dimensiones. Su interior, sencillo, distribuido en tres anchas naves separadas por diez columnas monolíticas, guarda una de las joyas del arte religioso, un retablo de estilo barroco, tallado en madera y recubierto con láminas de oro.

PASEANDO POR LA CALLE 7, CON VISTAS A LA CATEDRAL

   Dejamos atrás el Parque Principal, continuando el agradable paseo por la calle 7, salpicada de bellas casas coloniales con fachadas pintadas en blanco, grandes ventanales y en alguna de ellas, se alzan cuidados balcones de maderas. Subiendo por la calle, podemos contemplar la bella imagen de la monumental Catedral, que se levanta por encima de los tejados de las hermosas casas.

 Así, llegamos a la Capilla de Jesús, de estilo románico y de una sola nave, con un interior austero. En su fachada destaca las imágenes talladas en la piedra. Al igual que las demás iglesias de Barichara están construidas en piedra amarilla, extraídas de las canteras de la región.

LA CALLE REAL, JALONADA DE CASAS COLONIALES

  Regresamos sobre nuestros pasos para ascender por la empinada y animada calle, que parte del Parque Central. Es una vía adoquinada con piedras de color tierra y jalonada de hermosas casas coloniales, que en su planta baja aloja los locales dedicados a diferentes actividades comerciales, tiendas de artesanía, cafés, dulcerías, restaurantes...Al finalizar la calle Real, en lo más alto sobre una colina, se llega a una plazoleta donde se encuentra la Capilla de Santa Bárbara, levantada a finales del siglo XVIII, completa la plaza una ceiba de 280 años.

  Finalizamos la visita a Barichara tomándonos unas cervezas en uno de los bares tradicionales del pueblo, situado en una de las esquinas del Parque Principal, una tienda-bar de las de antes, donde los locales acuden a tomar algo o a realizar sus compras habituales. Mientras esperábamos el bus de regreso a San Gil, aprovechamos para degustar el masato, una de las bebidas típicas, elaborada a base de arroz  y que veíamos tomar a los patiamarillos, en una confitería en la calle 5, cercana al Parque Central.