Atravesamos el hermoso Puente
de las Cadenas, el primer puente de la ciudad construido en 1849 para unir
Buda y Pest, sustituyendo al antiguo sistema de pequeñas barcas que navegaban
por el Danubio, uniendo ambas orillas. En los fines de semana, de los meses de
estío, el puente se corta al tráfico, convirtiéndose en uno de los lugares más
turísticos de Budapest, repleto de puestos de artesanía y comida, donde
degustar alguna especialidad húngara.. Para ascender a la colina y
acercarnos al Castillo, podemos ir a pie o subir en funicular.
El Castillo, también conocido como Palacio Real, ha sido objeto de numerosas reformas a lo largo de su historia, en su interior alberga el Museo de Historia de Budapest y la Galería Nacional Húngara. Desde el Castillo se tienen unas privilegiadas vistas de Pest en la orilla este con el edificio del Parlamento y el Puente de las Cadenas, que se alza sobre el Danubio.
Alrededor del mismo, se extiende el Barrio
del Castillo, Patrimonio de la Humanidad, trazado por calles empedradas y
bellos edificios históricos. En el corazón del barrio se levanta la Iglesia de
Matías, de estilo neogótico, lugar de coronación y boda de los reyes de
Hungría, pertenecientes a la casa de los Habsburgo. Próxima a la Iglesia, se
alza la Plaza de la Santísima Trinidad, debe su nombre a la columna, que se
encuentra en el centro de la plaza, levantada en el siglo XVIII para conmemorar
el fin de la epidemia de la peste, que asoló la ciudad y el Bastión de los
Pescadores, situado sobre el lugar que ocupaba un antiguo mercado medieval, hoy
es una atalaya con excepcionales vistas de la ciudad.
No nos podemos ir de Budapest sin visitar uno de sus conocidos balnearios y disfrutar de sus aguas termales.
Cruzamos nuevamente el Puente de las Cadenas, para adentrarnos en el centro histórico de Budapest, Belváros. La arteria comercial de la ciudad se articula en torno a Váci utca, una animada calle peatonal repleta de cafés, restaurantes y lujosas tiendas y la bella y elegante Avenida Andrássy, Patrimonio de la Humanidad, salpicada de palacios renacentistas. En Andrássy se alza uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad, la Ópera, de estilo neorrenacentista, diseñado por Miklos Ybl, fue inaugurado en 1884 y su interior es espectacular. Seguimos el paseo por el centro histórico, salpicado de encantadoras tiendas en las que curiosear y hacer tus compras, hasta la Basílica de San Esteban, consagrada en 1905, de estilo neoclásico, es el templo más grande de Hungría y el edificio más alto de la ciudad junto con el Parlamento, mide 96 metros de altura.
Continuamos la ruta hacia el norte de Pest, para visitar uno de los
iconos de la ciudad, el Parlamento,
enclavado en una privilegiada posición, a orillas del Danubio. Crisol de
estilos, neogótico, renacentista y barroco, guarda en su amplio interior,
formado por casi setecientas salas, las joyas de la corona de los
Habsburgo. Accedimos mediante una visita guiada a su lujoso interior,
recorriendo algunas de sus salas decoradas con mármol y oro, mientras
seguíamos las explicaciones de nuestra guía sobre su significado histórico.
Otra
de las visitas recomendables en la bella ciudad de Budapest es el barrio judío,
el antiguo gueto articulado entorno a la calle Dohány y presidido por la Gran Sinagoga, la segunda
más grande del mundo. Su fachada exterior no deja indiferente, diseñada
por el arquitecto vienés Ludwing Foster a mediados del siglo XIX, dos torres
rematadas cada una por una cúpula y una combinación de varios estilos
arquitectónicos, predominando el estilo neomorisco. En palabras de Foster
no había un estilo arquitectónico judío propio, por lo que tomó elementos
arquitectónicos de grupos étnicos afines al pueblo judío. Durante la II Guerra
Mundial la sinagoga sufrió graves daños, siendo restaurada a finales del siglo
XX.
Qué ganas le tengo a Budapest, pero como lo descartamos para una escapada rápida por falta de vuelos baratos y queremos aprovechar el tiempo siempre lo vamos dejando.
ResponderEliminarArtabria, gracias por tu comentario.
EliminarBudapest es un destino chulo, chulo. Prueba a mirar con wizz air.
Un abrazo.