El Castillo de Nantes, conocido como de los Duques de Bretaña, es el último castillo a orillas del Loira antes de su desembocadura en el Oceano Atlántico. Emplazado en pleno corazón del centro histórico de la ciudad ducal de Nantes, en el barrio medieval de Bouffai. Fue construido por el duque Francisco II, el último duque de la Bretaña independiente, a finales del siglo XV para defender la autonomía del ducado de Bretaña frente al poder real. A su muerte, su hija Ana de Bretaña, duquesa y dos veces reina de Francia retomó los trabajos de su construcción. Dentro de sus muros alberga un bello palacio de estilo renacentista construido en piedra de toba y el interesante Museo de la Historia de Nantes.
Antes de adentrarnos en el Castillo de Nantes paseamos por los cuidados jardines del foso, mientras algunas personas aprovechaban la suave temperatura y el buen tiempo para relajarse y descansar en ellos. Los jardines rodean la imponente fortaleza de finales del siglo XV, construida en granito y toba blanca. El sistema defensivo está conformado por una muralla fortificada con siete torres defensivas y un camino de ronda de 500 metros, similar al impresionante Castillo de Fougères . Desde 1862 está declarado monumento histórico.
Accedimos al castillo de los Duques de Bretaña por la entrada principal, atravesando el puente de piedra, uno de los tres puentes que dan acceso a la fortaleza. Protegido por las torres gemelas conocidas como torre de la Palanca y torre de la Panadería, que datan de 1466, testigos de la historia de Nantes y de la Bretaña. Unos metros antes de la entrada se levanta una bella escultura de Ana de Bretaña que parece estar contemplando su obra, duquesa y dos veces reina de Francia, fue la que finalizó los trabajos de construcción del castillo iniciados por su padre, el duque de Bretaña, Francisco II.
La entrada al Museo de la Historia de Nantes ubicado en el interior del castillo es gratuita entre los meses de septiembre a junio, el primer domingo de cada mes.
Es recomendable visitar el exterior del castillo de los Duques de Bretaña de noche para disfrutar de la bella panorámica nocturna, que ofrece su iluminación.
El patio interior alberga varios edificios del siglo XV al XVIII, destacando el hermoso Palacio residencial, construido en piedra de toba y de estilo renacentista. Tras la integración del ducado de Bretaña en Francia en 1532 se convirtió en residencia bretona de los reyes de Francia. A lo largo de los siglos XVI y XVII ha desempeñado varias funciones prisión, cuartel y polvorín.
El Palacio residencial consta de tres partes, la Gran Casa, lugar de residencia para el duque y su corte, donde sobresalen los tragaluces de estilo gótico flamígero que se abren en el tejado abuhardillado.
La Torre de la Corona de Oro, en el que llama la atención las dos galerías abiertas al exterior, bellos balcones geminados, finamente decorados con elementos de influencia italiana y que, sin duda, es uno de los atractivos del Palacio.
Y el tercer elemento, el edificio conocido como el Gran Gobierno, que recibe su nombre en honor al que fuera gobernador de Bretaña, Charles de la Porte.
Dentro de sus muros, la Gran Casa alberga el interesante Museo de la Historia de Nantes, que si se dispone de tiempo merece ser visitado, 32 salas en la que se exhiben más de 850 objetos de colección y contenido multimedia, un retrato de la ciudad de Nantes, desde los orígenes de la ciudad ducal hasta la actualidad. Una forma interesante de visitar el interior del Castillo, a través de la historia de la ciudad.
Uno de los alicientes de la visita al Castillo de Nantes es subir hasta las murallas para pasear tranquilamente por sus pasillos, recorrer la ronda de la imponente fortaleza con vistas a su interior, a los edificios del siglo XV al XVIII, que conforman el castillo y también vistas panorámicas del barrio medieval de Bouffai,con su entresijo de calles, alzándose sobre sus tejados, en el cielo de Nantes, las torres de la Catedral gótica de San Pedro y San Pablo, que nos recuerda a Notre Dame de París y la torre Lu.
Estuvimos hace un par de años y nos encantó. Es uno de esos lugares a los que volvería sin pensármelo. Fue una pena que no tuvimos tiempo de entrar en el museo porque estuvimos solo un día y "perdimos" mucho tiempo en la ile aux machines. Gracias por recordármelo.
ResponderEliminarUn saludo
Carmen
Gracias, Carmen. El museo de la Historia de Nantes es interesante, si se dispone de tiempo merece ser visitado.
EliminarUn saludo.