Ginebra, enclavada a orillas del Lago Lemán, en su orilla izquierda se encuentra el centro histórico, salpicado de emblemáticas tiendas de anticuarios y galerías de arte y presidido por la Place du Bourg de Four y la Catedral de Saint Pierre. En la otra orilla del lago, se levantan modernas avenidas pespunteadas de lujosos hoteles y conocidos restaurantes. Ginebra, ciudad cosmopolita, centro financiero y diplomático de primer orden y sede de las Naciones Unidas y la Cruz Roja Internacional, es conocida como la capital de la paz.
Desde la orilla izquierda del Lago Lemán, el mayor lago de Europa, disfrutamos de las vistas del Jet d'eau, chorro de agua, el símbolo de la cosmopolita Ginebra, un surtidor de agua que se eleva 140 metros de altura sobre el cielo azul de Ginebra. Las mouettes, pequeños taxis acuáticos, de característico color amarillo, navegan continuamente comunicando una orilla con otra del Lago Lemán.
Otro de los iconos de la capital de la paz es el Reloj de flores "Horloge Fleurie" emplazado en el Jardín Inglés, desde 1955 se ha convertido en un símbolo mundial de la industria relojera de Ginebra. El paso de las estaciones conforma las bellas tonalidades del fondo floral del monumental reloj.
Nos adentramos en el bien cuidado centro histórico de Ginebra, el ágora de la ciudad es la Place du Bourg de Four, la plaza más antigua de Ginebra, durante la Edad Media se celebraba el mercado de la ciudad. Rodeada de edificios históricos y con animadas terrazas donde hacer un alto en el camino, saboreando un delicioso vino autóctono, antes de continuar la visita.
Seguimos la ruta por las empedradas callejuelas de la Ginebra antigua, jalonadas de tiendas de anticuarios, galerías de arte, museos y lujosas tiendas de relojeros, que exhiben obras maestras de la relojería hasta llegar a la Grand Rue, una de las calles más antiguas y mejores conservadas del casco antiguo, en el número 40 de la calle se levanta la casa natal de Jean Jacques Rousseau.
Continuamos el camino hasta la Catedral de Saint Pierre, que domina el centro histórico. La catedral, crisol de estilos arquitectóncios, comenzó su construcción en el siglo XII. Ligada históricamente a la reforma protestante de Jean Calvin durante el siglo XVI. Si las fuerzas acompañan es recomendable ascender los 157 escalones de la torre norte, desde lo más alto las vistas de la ciudad y del lago Lemán son espectaculares.
A pocos pasos, en la parte más antigua de la ciudad se levanta El Hotel de Ville, el Ayuntamiento de Ginebra, está considerada una obra maestra arquitectónica del siglo XV, con una singular rampa que permite el acceso a los pisos superiores tanto a pie como montado a caballo. Dentro de sus históricos muros alberga la sala Alabama, donde tuvo lugar la Primera Convención de Ginebra, que dio origen a la Cruz Roja Internacional.
El Parque des Bastions, es el pulmón del centro histórico de Ginebra, lugar de recreo de los ginebrinos durante los meses de estío. En el centro del parque destaca el Muro de los Reformadores, cuatro impresionantes estatuas de los grandes personajes de la reforma calvinista. Jean Calvin, Guillaume Farel, Thédore de Beze y Jojn Knox y grabado en el muro, el lema de Ginebra, "Post teneloras lux", después de la sombra, la luz.
Cruzamos a la orilla derecha del Lago Lemán por el puente de Mont Blanc, bellamente engalanado con las banderas de Suiza y los cantones, y con motivos florales para conocer la Ginebra más moderna y desde allí tomar un tranvía que nos acerque al corazón de la Ginebra internacional, la Plaza des Nations, donde se concentran varios edificios sedes de importantes instituciones y en el que destaca el Palacio de las Naciones Unidas que ofrece visitas guiadas a sus visitantes, en la Plaza se levanta Broken Chair, del escultor Daniel Berset, una obra llena de simbolismo, un homenaje a las víctimas de las minas antipersona, una enorme silla de doce metros de altura, que reposa sobre tres patas, la cuarta ha quedado rota por la mitad.
Desde varios puntos de la ciudad se pueden contemplar las bellas cúpulas doradas de la Iglesia ortodoxa rusa, que se asoman al cielo de Ginebra. El hermoso templo ortodoxo enclavado por encima del barrio Eaux Vives, fue construido en 1866, en el lugar de un antiguo priorato benedictino. De estilo bizantino moscovita, su interior alberga varios iconos ortodoxos.
Uy que ganas me has puesto para visitar Ginebra, esta semana estuve a punto y al final hubo cambio de planes. A ver si sigue habiendo vuelos directos desde Asturias y me las quito.
ResponderEliminarUn abrazo
Carmen
*esta semana santa
EliminarGracias, Carmen. Ginebra es un destino ideal para un fin de semana. Desde Asturias hay una low cost que vuela a Ginebra, curiosamente el vuelo de ida es muy barato, no así la vuelta desde Ginebra que siempre está inflada.
EliminarUn abrazo.
Hace años visitamos Ginebra. Vuestras fotos nos han hecho recordar lo bella que es esta ciudad. Interesante reportaje.
ResponderEliminarUn abrazo
Muchas gracias, cincuentones.
EliminarMe alegra que el relato os traiga buenos recuerdos de vuestro viaje a Ginebra.
Un abrazo.
Hemos estado varias veces pensando en ir a Ginebra y es que desde Santiago tenemos vuelos baratos, pero el nivel de vida de allí nos ha echado para atrás. Vamos a tener que mentalizarnos e irnos de visita, que tiene muy buena pinta.
ResponderEliminarGracias, Verónica.
EliminarEl nivel de vida en Ginebra es muy alto, es caro todo. Aunque en los hoteles siempre te dan un bono de transporte gratuito para utilizar dentro la ciudad.
Un abrazo.
Muy buena ruta por la ciudad que me ha acogido.
ResponderEliminarNo me digas que habéis estado recientemente por aquí y no me he enterado!!
Un saludote chicos!
Gracias, Helena.
EliminarEl viaje a Ginebra lo realizamos hace unos años y teníamos pendiente de escribir el post. Pero, el próximo mes de julio regresaremos nuevamente a Ginebra.
Un saludo.