13 noviembre 2017

Doha, un oasis en el Golfo Pérsico



 
  Para aprovechar al máximo nuestra estancia de 24 horas en Doha, la capital de Qatar, no dudamos en alojarnos en  un hotel situado a pocos metros del Corniche, desde la ventana de nuestra habitación teníamos las mejores vistas del amplio paseo con el icónico Museo del Arte Islámico y al fondo la espectacular e inolvidable imagen del skyline. A pesar de las ganas que teníamos por empezar a descubrir los rincones de la ciudad, decidimos esperar al atardecer cuando la temperatura da un ligero respiro y más aún en los meses de estío.











  El corniche, un largo y bonito paseo de 5 km que rodea la bahía de Doha,  lugar de encuentro de los locales al atardecer, salpicado de dhows fondeados en sus aguas, tradicionales barcos de madera y vela, que aún perviven y que nos trasladan a épocas pretéritas cuando surcaban el mar, intercambiando mercancías con países remotos. A partir de la puesta de sol comienza el mejor momento para disfrutar de una lluvia de luces de los edificios más representativos, cada arquitectura es original, diferente a las demás, es el skyline de Doha, un verdadero regalo para los sentidos y que nada tiene que envidiar al skyline de Chicago, Singapur o Hong Kong








Al atardecer, es posible disfrutar de un paseo en barco de media hora, por la hermosa bahía y apreciar de cerca la belleza de los edificios más carismáticos de Doha. Los barcos parten del Corniche, a pocos metros del Museo de Arte islámico.










 Uno de los edificios más emblemáticos de la capital qatarí es el Museo de Arte Islámico, emplazado sobre una isla artificial a 60 metros de la bahía, de entrada gratuita, reúne exposiciones itinerantes y permanentes sobre el arte islámico, caligrafía, miniaturas, cerámica, orfebrería joyas,.. que abarca desde los orígenes del islam en el siglo VII hasta la caída del imperio otomano a principios del siglo XX. El edificio caracterizado por la sencillez de sus formas geométricas, es obra del conocido arquitecto I.M.Pei. Espectacular por dentro y por fuera, consta de cinco plantas, con unas vistas imponentes del skyline de Doha.










  Souk Waqif, el zoco tradicional de Doha, lugar de encuentro de visitantes y locales al atardecer, adentrarse en las entrañas del antiguo souk, es como retroceder en el tiempo, perderse por el entramado de sus estrechas callejuelas, un laberinto de tiendas donde es posible comprar los más diversos objetos, charlar amistosamente, tomar un té, jugar a las damas o simplemente contemplar la vida cotidiana de los qataríes, en un ambiente impregnado por el perfume inconfundible del aroma a incienso y a especias.












El clima en Doha durante los meses de verano es extremo, nosotros visitamos la ciudad durante la primera semana de septiembre, alcanzando durante el día una temperatura cercana a los 50'. La mejor época para conocer Qatar es el invierno, cuando las temperaturas son más suaves.










  Muy cerca del Souk Waquif se encuentra el Centro Cultural Islámico Al Fanar, mimetizado con el ambiente circundante del zoco al anochecer, destaca la Mezquita con su singular minarete en forma de espiral, a imagen y semejanza de la mítica mezquita de Samarra, en Iraq, de gran belleza al iluminarse al atardecer, proyectando sus curiosas formas lo que lo convierte en un ineludible foco de atracción. El Centro Cultural está dedicado a promover el islam con diferentes actividades y exhibiciones encaminadas a explicar y dar a conocer el islam a visitantes. 






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