El Templo de Hasedera en Kamakura

   El Templo de Hasedera en Kamakura, de gran belleza y en perfecta armonía con la naturaleza, está dispuesto en tres niveles, el primero, con cuidados jardines, estanques con peces, pequeños puentes y cascadas, simpáticas imágenes de pequeños Budas tallados en piedra y una sorprendente cueva, hogar de Benzaiten, diosa del agua y de la fortuna, el nivel intermedio, con sobrecogedoras estatuas de Jizo, que recuerdan a los niños muertos prematuramente y el nivel superior, con el templo principal que guarda una espectacular imagen tallada en madera de Kannon y un amplio mirador con las mejores vistas de Kamakura y su bahía.

    Cuenta la leyenda que en el año 721 un monje, Tokudo Shonin descubrió un árbol sagrado de gran tamaño, cerca de la villa de Hase en la región de Nara, con la madera talló dos impresionantes esculturas de Kannon, la estatua realizada con la parte baja del tronco fue consagrada en el Templo de Hasedera en Nara y la escultura tallada con la parte alta, tras una ceremonia, fue arrojada al mar. La noche del 18 de junio del año 736, quince años más tarde, la estatua de Kannon fue encontrada en la playa de Nagai, trasladándola a Kamakura, donde se construyó un templo en honor a ella.

Templo de Hasedera

Santuario de Kannon y a la derecha la sala que alberga a Amida Nyorai

    A diez minutos andando desde el impresionante Gran Buda se encuentra el precioso templo de Hasedera.  Cuidados jardines, estanques con peces de colores, cascadas y pequeños puentes llenos de encanto, nos dan la bienvenida y nos invitan a relajarnos y disfrutar de la naturaleza. Una vez accedemos al templo, a la derecha se encuentra el Daikoku Hall, que alberga una simpática estatua de uno de los siete dioses japoneses de la fortuna, Daikokuten, dios de la riqueza, y justo enfrente un pequeño Buda tallado en piedra, que provoca una sonrisa y la ternura de quien lo mira. También, en la planta baja merece la pena visitar una sorprendente cueva, a la que hay que entrar casi agachados, hogar de las pequeñas figuras de Benzaiten, diosa del agua y de la fortuna, la única diosa entre los siete dioses japoneses de la fortuna y sus seguidores, diecisiete niños, tallados en las paredes de la roca.

Zizou, el pequeño Buda de piedra

Cascadas, estanques y pequeños puentes en Hasedera

Daikokuten, dios de la riqueza

El horario de apertura del Templo de Hasedera es desde octubre a febrero de 8 de la mañana a 4,30 de la tarde y de marzo a septiembre de 8 de la mañana a 5 de la tarde. El precio de la entrada para adultos es de 300 yenes y niños menores de 12 años, 100 yenes.
Una buena opción es visitar primero el Gran Buda y luego ir caminando hasta el Templo de Hasedera, se tarda aproximadamente 10 minutos en llegar.

   Seguimos la ruta, ascendiendo por las escaleras que nos conducen al santuario Jizo, miles de pequeñas estatuas de Jizo dispuestas en largas filas, son el recuerdo de los padres a sus hijos muertos prematuramente. La imagen de las pequeñas estatuas es sobrecogedora, te estremece y te corta la respiración. Jizo es un santo budista, protector de los niños.

Estanque a la entrada del santuario Jizo

Miles de pequeñas estatuas de Jizo dispuestas en filas

Detalle de las estatuas de Jizo

   En el nivel superior, se encuentra el santuario de Kannon, que guarda la impresionante estatua de madera de once rostros, cada una de sus caras tiene una diferente expresión, simbolizando que Kannon escucha los deseos de todo tipo de personas. La talla de 9,18 metros de altura, es uno de los Budas de madera más grandes de Japón .

Estatua de madera de Kannon

    Muy cerca, se halla la pequeña sala que alberga la bella estatua sedente de Amida Nyorai, elaborada en oro y protegida por dos guardianes. Cuenta la leyenda que en 1194 Minamoto no Yoritomo, primer shogun de Kamakura, mandó construir la estatua para protegerse del mal.

Estatua de Amida Nyorai

Guardián a la entrada del santuario

    Los detalles y rincones que atesora el templo de Hasedera no paran de sorprendernos, como la sala Kyozo, que contiene los rodillos de la sabiduría de Buda, llamados Rinzo, existe la creencia que quien gira los rodillos adquiere la misma virtud de quién recita las escrituras completas. La sala exhibe las sagradas escrituras budistas.

Sagradas escrituras en la sala Kyozo

    También, en la planta superior se encuentra el pequeño templo Inari, con su característica puerta de entrada, el torii rojo. El 18 de junio de cada año, se celebra en el templo de Hasedera el festival Goennichi, que conmemora la fecha en que apareció la estatua de Kannon flotando en el mar.

Templo Inari

Campanario de Hasedera y al fondo el Templo Inari

  No nos podemos despedir del templo de Hasedera, sin asomarnos al amplio mirador, situado en el nivel superior,  para contemplar las mejores vistas de Kamakura y su hermosa bahía.

Vistas desde el mirador, Kamakura y su bahía