En el corazón de la ciudad antigua de Shanghai se esconde el bello Jardín Yuyuan, diseñado durante la dinastía Ming, siguiendo el modelo de los jardines imperiales de Pekin. Con una extensión de más de dos hectáreas, combina elementos tradicionales chinos de la jardinería y de la arquitectura. Un oasis de tranquilidad en medio del bullicio y la modernidad de Shanghai.
A pocos metros de los hermosos jardines Yuyuan se alzan dos de los iconos de la ciudad antigua de Shanghai, el templo del dios de la ciudad, uno de los santuarios más venerados por los locales y el bello puente en zig zag de 18 metros de largo y que comunica en uno de sus extremos con el elegante pabellón de la Casa de Té, una imagen bucólica donde el tiempo parece haberse detenido.
Accedimos al interior del Jardín Yuyuan, dividido en diferentes áreas, cada una de ellas tiene sus propias características que lo definen. En sus muros, la figura de un dragón nos da la bienvenida. La Gran Roca de 14 metros de altura y la piedra de Jade de 3,3 metros son algunos de los elementos que destacan en la visita a los Jardines Yuyuan.
Para visitar el Jardín Yuyuan, hay que dirigirse a la Ciudad Antigua y atravesar el Bazar Yuyuan. El horario de apertura es de 8 :45 a 16 :45, pero la última entrada es a las 16:20. El precio de la entrada es de 40 yuans. Conviene visitarlo a primera hora de la mañana y evitar el fin de semana cuando se llena de turismo local chino.
Un equilibrio perfecto entre estanques en los que nadan peces de colores, puentes zigzagueantes que atraviesan el agua, rocas, árboles y flores, un esmerado trabajo de jardinería en armonía con la arquitectura tradicional china representada por los pabellones, decorados en su interior con mobiliario y grabados de la época Ming y pequeñas pagodas escondidas entre la naturaleza.
El jardín Yuyuan se construyó en 1559 gracias a un funcionario, Pan Yunduan, siguiendo el modelo de los jardines imperiales de la capital china. Yunduan quería que sus padres ya mayores para viajar a Pekin, vieran como era un jardín clásico chino. Pero, años después con el fallecimiento de Yunduan, el jardín entró en declive. Fue en 1770 cuando los jardines recuperaron todo su esplendor. Más tarde, a principios del siglo XX las autoridades chinas decidieron que una parte del jardín se transformase en bazar. Desde 1982 los Jardines Yuyuan son monumento nacional.
Gran parte de la belleza de los Jardines son los pequeños detalles, que a veces pueden pasar desapercibidos, como las pequeñas esculturas de guerreros que decoran los tejados de los pabellones, tallas, caligrafías, pinturas de famosos artistas e inscripciones.
En cada rincón que nos ofrece el Jardín se esconde una foto, un recuerdo imborrable, lo mejor es perderse por sus senderos sin un itinerario fijo, como si de un laberinto se tratara. Nos sentamos en uno de los kioskos con vistas a uno de los canales que discurren, mientras contemplamos la imagen idílica del Jardín Yuyuan, sintiendo como, por un momento, nos trasladamos a una cultura milenaria donde la belleza paisajística y la naturaleza eran importantes en nuestras vidas.
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