Un sorprendente camino, rodeado de naturaleza, y salpicado de estatuas de Buda, talladas en la dura piedra de la ladera de la montaña del pico Fei Lai Feng conduce al Templo Lingyin en Hangzhou. Trescientas estatuas de Buda, en diferente estado de conservación, al abrigo de pequeñas cuevas o en hornacinas, esculpidas desde la segunda mitad del siglo X al siglo XIV, durante las dinastías Song y Yuan, integradas en perfecta armonía con la naturaleza.
Destaca la icónica imagen del Buda Maitreya, recostado sobre su lecho, nos recibe con su amplia sonrisa y prominente barriga que da la bienvenida a fieles y visitantes. Está considerado el mejor conservado de su estilo. A pesar del considerable número de visitantes, se respira un ambiente de paz y tranquilidad.
El bus número 7 comunica la Estación Central de Trenes de Hangzhou, la parada de bus se encuentra saliendo a la izquierda, con el Templo Lingyin, última parada, el precio es de 2 yuanes. El bus recorre el Lago Oeste y tarda 40 minutos en llegar al templo.
Antes de visitar el templo Lingyin, un pasillo de linternas nos conduce entre la montaña al Monasterio Yongfu, estructurado en varios pabellones que ascienden por la montaña y se integran en la naturaleza. A pesar del calor húmedo, no dudamos en visitar las diferentes dependencias del bello monasterio budista, en la subida a la colina nos acompañó la bella imagen de los campesinos trabajando el campo.
El Templo Lingyin, una enorme estructura, que durante la dinastía Wuyue llegó a estar formado por 18 pabellones y más de 1300 habitaciones,donde residían más de 3.000 monjes. Durante la revolución cultural el templo sufrió importantes daños.
Atravesamos la puerta principal, que conduce al interior del templo, siempre repleto de fieles y visitantes. Nos dirigimos a la Sala del Rey Celestial, que contiene una imponente imagen del Buda feliz.
Dentro del recinto se conservan dos pagodas de piedra, originales y bien conservadas que merecen dedicarles unos minutos de nuestra visita.
Para acceder al recinto del Pico Fei Lai Feng hay que pagar 45 yuanes, incluye la visita a los Budas tallados en la montaña y los dos monasterios que se encuentran ascendiendo la montaña. Además, si se quiere visitar el Templo Lingyin hay que pagar 30 yuanes adicionales.
El pabellón principal del templo alberga una magnífico Buda sentado sobre una flor de loto. El Buda mide 20 metros y fue tallado en 1956 en madera de alcanfor. Aunque lo que más nos llamó la atención fue el impresionante mural esculpido a la espalda del Buda, 150 figuras que representan las etapas del budismo, una bella representación tallada en madera.
Continuamos el recorrido por el Templo Lingyin, visitando algunos de sus interesantes dependencias, destaca el gran pabellón que alberga varias filas de esculturas de monjes en torno a una pagoda. Y no podíamos finalizar la visita al templo, sin presenciar una solemne ceremonia budista que tenía lugar en uno de sus pabellones, celebrada en un ambiente de silencio y paz, que inunda el lugar.
Finalizamos la visita a Hangzhou en el bello Lago Oeste, declarado Patrimonio de la Humanidad en 2011, paseamos por los alrededores del hermoso lago salpicado de pabellones, pagodas, templos y unos cuidados jardines que lo arropan, una imagen idílica enmarcada en un animado ambiente.
Que bonito recuerdo, estuvimos en el 2006 y nos encantó la ciudad y sus alrededores,
ResponderEliminarGracias por el comentario.
EliminarMe alegra que el post os traiga buenos recuerdos.
Un saludo.
Maravilloso, gracias por la entrada.
ResponderEliminarMuchas gracias por tus palabras, Patricia.
EliminarUn saludo.