Polonnaruwa, antigua capital medieval de Sri Lanka en el siglo XII, después de la destrucción de Anuradhapura en el año 993, una de los grandes urbes del Sur de Asia, conserva monumentos brahmánicos de la dinastía de los cholas, así como los vestigios de su rico pasado de ciudad jardín, credada por Parakramabahu el Grande, el último de los reyes guerreros, edificios civiles y religiosos, su Palacio Real, estanques, templos, estupas y una cueva-templo que acoge en su interior imágenes de Buda colosales y un gran Buda reclinado de 15 metros. Fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1982. Un paseo por la historia de Sri Lanka que superó nuestras expectativas, a pesar del intenso calor.
Desde Dambulla tomamos un bus local a Polonnaruwa, que nos dejó en una parada cercana. No hay que caminar mucho para llegar al centro de visitantes, donde comprar la entrada, que incluye un útil plano de las ruinas. Para visitar la capital medieval teníamos la posibilidad de alquilar unas bicicletas, opción que descartamos por el intenso calor, así que negociamos un tuk tuk, que con el plano en la mano nos iba a acercar a los puntos de interés de la antigua ciudad de Polonnaruwa.
Iniciamos la visita a Polonnaruwa en el interior de la ciudadela, corazón del antiguo reino, que conserva las ruinas del antiguo Palacio Real y la Sala del Ayuntamiento, ricamente decorado con figuras talladas en la piedra de animales, leones y elefantes.
Muy cerca se encuentra una de las maravillas de la ciudadela, el Vatadage, una casa religiosa construida para proteger una pequeña estupa. Consta de dos plataformas de piedra hermosamente decoradas con tallas de piedra, la plataforma inferior consta de una sola entrada, mientras que la plataforma superior tiene cuatro entradas, en cada una de ellas se levanta un Buda. En la plataforma superior se conservan los restos de la antigua estupa.
Dejamos atrás el corazón de la ciudadela para adentrarnos en el cuadrángulo religioso y visitar una de las más bellas estupas de Polonnaruwa, Rankoth Vehera, rodeada de cuidados jardines, fue construida en el siglo XII por Nissanka Malla. Rodeamos la estupa, que aún conserva en sus muros detalles de su antigua decoración, salpicado de pequeñas figuras de elefantes, algunas bien conservadas.
Lankatilaka shirine, es una de las más emblemáticas estructuras del antiguo reino, dos grandes muros de 17 metros de altura, que forman un estrecho pasillo conducen a un impresionante Buda de 14 metros de altura, pero en mal estado de conservación en su parte superior, que ha provocado la pérdida de la cabeza. Construido por el rey Parakrabahu el Grande. Sus muros están decorados con tallas de pequeñas imágenes de Budas y leones.
A pocos metros de Lankatilaka shirine, se levanta una bella y sencilla estupa oculta en la naturaleza, nos detuvimos unos instantes para contemplarla antes de continuar la ruta por la antigua capital medieval de Polonnaruwa.
Finalizamos la visita a la antigua capital medieval en Gal vihara, la joya de Polonnaruwa, una cueva-templo, que acoge tres impresionantes Budas y uno de dimensiones más pequeñas, esculpidos en la roca y que adoptan diferentes posiciones, el Buda reclinado de 15 metros simboliza el parinirvana, la muerte y el paso sereno al nirvana, el buda de pie, de 7 metros de altura, con los brazos cruzados sobre el pecho y los dos Budas sentados meditando, tallados sobre la dura roca de granito. Nos descalzamos para acercarnos y contemplar en silencio los budas, bien conservados, con una expresión de paz y serenidad en sus rostros que parece que lo inunda todo . En su exterior, completa la bella estampa, un pequeño lago cubierto de lotos, donde hacer una pequeña parada antes de dar por finalizada la visita a la antigua ciudad histórica.
Está muy bien
ResponderEliminar¡Muchas gracias!
EliminarQué belleza. Tanta tanta historia de este calibre que ni se nos menciona en la escuela
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario. Polonnaruwa es espectacular.
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