El mundo a tus pies: El año que se nos va, en Viajes

A punto de finalizar el año 2022, una vez más echamos la vista atrás y hacemos memoria de todos los viajes que hemos realizado durante este último año, recordándolos con nostalgia y cariño porque cada uno de ellos es un trocito de El mundo a tus pies. En estos doce meses hemos viajado con todos los amigos de El mundo a tus pies a sitios tan diferentes como...

Comenzamos el año en México, una ruta que nos llevó desde Ciudad de México hasta Oaxaca un país lleno de historia, de luz y color, amenizado por su música que te acompaña siempre, sus gentes , sus pueblos indígenas, sus mercados, su gastronomía, su cultura y , tradición, como la espectacular calenda de la que fuimos testigos, sin olvidarnos de su naturaleza.

En marzo, nos estaba esperando Turquía, regresamos a la cautivadora Estambul, que ya conocíamos de anteriores viajes, un bus nos llevó a Selcuk, la ouerta de la maravillosa Éfeso, Denizli fue la base perfecta para visitar Pamukale. Continuamos la ruta en la espectacular Capadocia. Nos quedamos con la ganas de ir a Mardin, ya que un bus nocturno se canceló en el ultimo momento, por lo que tuvimos que cambiar de planes y nos fuimos a conocer Ankara, la capital turca y finalizamos la ruta en la tradicional Bursa.

En el verano descubrimos Georgia, la bella capital Tiflis nos recibió con los brazos abiertos, la naturaleza desbordante de Kazbegi. Un peculiar paso de frontera terrestre nos llevó a la amigable y soprendente Armenia, con sus bellos monasterios, como los de Alaverdi, Patrimonio de la Humanidad. Y la gris capital, Yerevan, base perfecta para conocer otros lugares interesantes del país.

En septiembre, nos escapamos a Rumanía, donde una ruta desde Bucarest nos llevaría en tren a conocer los Monasterios pintados de Bucovina, la bella Iasi, que nos sorprendió gratamente con su buen cuidado centro histórico. La vecina Moldavia fue nuestro siguiente destino, Chisinau, la capital y base perfecta para moverse por el país y conocer Orheiul Vechi y la región autónoma de Gaugazia. Un paso de frontera terreste nos llevó a la sorprendente Transnistria, que aún vive bajo la hoz y el martillo. El broche final del viaje, fue la siempre bella capital de Hungria, Budapest

Octubre, fue el mes que regresamos a Marruecos, Agadir fue el inicio del viaje que nos llevaría a visitar el sur del país, Taroudant, la ciudad mercado fortificada de la antigua ruta de las caravanas, Tiznit, con su bien cuidada medina del siglo XIX, abrazada por su muralla de color ocre que guarda la ciudad y Guelmin, la puerta del desierto del Sahara y que cuenta con el mayor mercado de dromedarios de África, Souk Amhirich

Y finalizamos el año en Egipto, nuestra cuarta vez en el país, un viaje que nunca defrauda y que siempre sorprende con nuevos lugares que descubrir como en Luxor, donde visitamos la orilla Oeste, que guarda una de las joyas de Egipto el templo policromado de Medinet Habu, el Valle de los Reyes, pero también redescubrimos lugares que ya habíamos visitado en anteriores viajes como los templos de Kom Ombo y de Horus en Edfu . Asuan, nos recibió con las espectaculares luces de su noche y el sonido que provenía de las falucas que navegaban por el Nilo y fue la oportunidad de seguir conociendo sus tesoros, como el maravilloso templo de Philae, con su ubicación privilegiada en una isla, el Valle de los Nobles, lugar de enterramiento de los oficiales de alto rango, el Monasterio de San Simeón, emplazado en medio del desierto y los coloridos pueblos nubios de Koti y Siou en la isla Elefantina.